La Casa del Dragón: ¿Alicent Hightower es una mala madre?

El comportamiento de sus hijos deja mucho que desear respecto a las capacidades de Alicent Hightower como madre

La Casa del Dragón: ¿Alicent Hightower es una mala madre?
Sus cualidades como madre son un reflejo del personaje
Publicado en Series

Actualmente, La Casa del Dragón presume de ser una de las mejores series de HBO Max. Si bien el argumento está lleno de temas controversiales, uno de los que mayor debate genera entre los espectadores está vinculado al de la maternidad. Esto se debe al particular interés de George R. R. Martin de introducir varios tipos de madres en sus obras para abordar diferentes enfoques desde la perspectiva moral.

El caso de Alicent Hightower es bastante complejo, a simple vista, todo indica que es una mala madre. Sin embargo, este juicio puede cambiar si analizamos las motivaciones que la conducen a su forma de actuar.

Ser madre fue una imposición para Alicent

Alicent Hightower

Ser madre no fue una decisión personal

Interpretado por Olivia Cooke, quien se inspiró en la esposa de Donald Trump para interpretar al personaje, Alicent Hightower fue ofrecida en matrimonio debido a las ambiciones de su padre. De esta manera, se convirtió en la esposa de Viserys con apenas quince años y terminó convertida en madre en circunstancias deplorables.

Durante el cuarto episodio, es llamada a los aposentos de su esposo a mitad de la noche para consumar, lo que solo puede ser considerado una violación marital, después de todo, carece de opciones o la oportunidad de decir que no a las peticiones del rey.

Respondiendo al deseo de Viserys de tener herederos, en menos de tres años dio a luz tres hijos. De esta manera, termina en medio de un matrimonio con un hombre mayor, que es nada menos que el padre de su mejor amiga, lo que origina el fin de esta relación, y obligada a ser madre, un escenario poco favorable para desarrollar el sentido de la maternidad.

Muchas acciones de Alicent están justificadas

Analizado desde un punto de vista objetivo, la forma de proceder de Alicent se deriva mayormente de su confusión interna. La enemistad con Rhaenyra se convierte tanto en resentimiento, como en un miedo profundo, el mismo que arropa a la manera de criar a sus hijos.

El temor por lo que su ex mejor amiga pueda hacer es el origen de una conducta desesperada, donde las limitaciones mentales y emocionales levantan barreras imposibles de derribar. Si bien la intención siempre fue mantener a salvo a sus hijos, no tuvo las herramientas para protegerlos sin provocar traumas durante el proceso.

De esta manera, al menos tres de los cuatro herederos sufrieron fuertes daños psicológicos. Mientras Helaena se esconden dentro de un mundo propio para evadir lo que sucede a su alrededor, Aegon y Aemond comparten el irrespeto hacia los demás, el primero es catalogado como un violador hedonista y el segundo, tiene el perfil perfecto de un sociópata.

Alicent Hightower vive en negación

Alicent Hightower

Su comportamiento demuestra las consecuencias del trauma generacional, así como de falta de iniciativa

La desconexión de Alicent hacia sus hijos no es más que una coraza creada a partir de su evidente negativa a aceptar la realidad en la que se encuentra. Desde su perspectiva, es más sencillo el desapego y distanciamiento que enfrentar la idea de que pudo haber tomado decisiones capaces de cambiar el destino de todos.

Esto queda en evidencia si tenemos en cuenta la personalidad de Daeron, el único de los hijos criados lejos de sus padres. De acuerdo a la descripción ofrecida, mantiene la amabilidad que lo caracterizó durante su infancia, lo que demuestra la influencia de Alicent en la forma de ser de sus hijos.

En La Casa del Dragón Alicent y Rhaenyra representan las dos caras de una misma moneda, un par de jóvenes que sufrieron la pérdida prematura de sus madres, quedando a cargo de padres que las obligaron a casarse y procrear basándose en fines políticos. Sin embargo, aunque compartieron las repercusiones de la estructura patriarcal tomaron rumbos diferentes.

A diferencia de Alicent, Rhaenyra pudo aprovechar su estatus como heredera del rey para disfrutar de una mejor vida. No solo pudo tener mayor control sobre su matrimonio, sino tener hijos con un hombre al que sí amaba. Aunque ambas profesan amor hacia sus hijos, lo hacen con base en las circunstancias que tuvieron que enfrentar para traerlos al mundo y criarlos.

En definitiva, el comportamiento de Alicent como madre no solo demuestra las consecuencias que acarrea el peso del trauma generacional, sino la falta de iniciativa y su perspectiva hacia el concepto de la maternidad. Desafortunadamente, tal como sucede en la vida real, toda la confusión interna que siente se ve reflejada en la actitud de sus hijos, convirtiéndose en la autora de la mayor parte de las heridas psicológicas que conducen a su nefasto comportamiento.

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