Superman de James Gunn rompió una tradición histórica, pero fue una buena noticia

Cuando una nueva película de Superman llega a la gran pantalla, el público espera ciertos elementos que son casi como una tradición, como ver al Hombre de Acero surcar los cielos, la torpeza encantadora de Clark Kent en el Daily Planet, y por supuesto, el icónico rescate de Lois Lane.

Durante décadas, la imagen de Superman atrapando a Lois en el aire ha sido una de las esencias más puras de su mitología, la base sobre la que se construía su romance. Sin embargo, en su más reciente película, el director James Gunn tomó este cliché y lo invirtió por completo, rompiendo así con una de las tradiciones más arraigadas del personaje.

El resultado es una narrativa que se siente fresca y moderna y al mismo tiempo enriquece a sus dos protagonistas. ¿Qué sucede cuando la periodista más intrépida de Metrópolis no necesita que la salven? La historia de ambos se vuelve mucho más poderosa.

Una inversión de roles

Lois Lane ha dejado de ser una damisela en apuros para convertirse en una heroína

Desde el primer acto, la película establece que esta Lois Lane no es una damisela en apuros, sino que, por el contrario, es una fuerza proactiva que impulsa la trama. A lo largo de la historia, Superman nunca se ve en la posición de tener que rescatarla de un peligro físico directo, y de hecho, ocurre exactamente lo opuesto.

Cuando una grieta dimensional creada por Lex Luthor, uno de los villanos más poderosos de Superman amenaza con absorber al Hombre de Acero, es Lois quien, con la ayuda tecnológica de Mister Terrific, organiza y ejecuta el plan para traerlo de vuelta a su realidad.

Este cambio de dinámica va más allá de un simple momento, pues, tras ser envenenado con kriptonita, es Lois quien toma el control de la situación, llevando a un debilitado Superman a la granja de su familia para que se recupere. Su capacidad para actuar bajo presión se reafirma en el clímax de la película.

Mientras Superman se enfrenta a la amenaza principal, Lois no espera a ser evacuada; ella misma organiza la salida segura de sus colegas del Daily Planet, demostrando un liderazgo y una valentía que no dependen de la presencia del superhéroe.

La química se fortalece sin la necesidad de un rescate

Algunos podrían pensar que eliminar los rescates heroicos debilitaría el romance central, pero la película demuestra que la conexión entre ambos se vuelve más profunda. La química entre David Corenswet y Rachel Brosnahan es innegable, pero no se construye sobre una dinámica de poder desigual. Su relación se forja en el respeto mutuo y en una tensión intelectual que resulta mucho más interesante.

Una de las escenas más memorables es la primera entrevista de Lois a Superman, donde en lugar de admirarlo, ella lo desafía con preguntas incisivas, buscando la verdad detrás del símbolo. Esta confrontación, donde la fachada de Superman se agrieta por primera vez, revela una dinámica de iguales.

El hecho de que Lois no tema enfrentarse a él, tanto en su faceta de héroe como en la de su colega Clark, es lo que hace que su eventual unión se sienta tan merecida. El beso que comparten al final no es la recompensa de un rescate, sino la culminación de un viaje emocional entre dos personas que se han ganado el respeto del otro.

Lois Lane como la heroína con la que se pueden identificar

Lois es una heroína sin poderes

Al liberarla de su rol tradicional, la película eleva a Lois Lane a una heroína por mérito propio. Superman es una figura aspiracional, un ser casi divino con un poder inimaginable; es un ideal. Lois, en cambio, es el reflejo de la tenacidad humana, pues, su heroísmo no proviene de superpoderes, sino de su intelecto, su inquebrantable integridad periodística y su coraje para enfrentarse a peligros que harían temblar a cualquiera. Y esperamos que para la secuela de Superman, esto se mantenga así.

Ella desenmascara las conspiraciones de Luthor con su habilidad investigativa y salva vidas con su capacidad de liderazgo. Al lograr todo esto como una persona de carne y hueso, se convierte en un tipo de héroe diferente, uno con el que el público puede conectar a un nivel más profundo y personal.

Nos muestra que no se necesitan poderes para hacer lo correcto, solo la determinación para luchar por la verdad, convirtiéndose en una fuente de inspiración quizás más alcanzable para nuestra vida cotidiana.