Una de las mejores actuaciones de todo Breaking Bad fue hecha por una bebé

Breaking Bad es una de las series más grandes de todos los tiempos, e incluso para algunos, se trata de la mejor serie de la historia. La serie sigue a un profesor de química de secundaria llamado Walter White –esto de hecho sucedió, y muchos creen que Breaking Bad está basada en una historia de la vida real–, quien después de un devastador diagnóstico de salud decide empezar a traficar metanfetamina. Esto desencadena una cantidad incontable de giros, problemas, enfrentamientos y burlas a la muerte.

Después de haber estado al aire durante cinco temporadas, la serie está cargada de momentos intensos, muchos de ellos verdaderamente desgarradores. Muchos personajes podían ser eliminados de un episodio a otro y todos lo sabíamos, por lo que en muchas ocasiones pensábamos que iba a ser el fin de algún personaje querido.

Sin embargo, entre tanto, una de las escenas más desgarradoras de toda la serie, en realidad, no tiene nada que ver con la muerte de algún personaje. Todo lo contrario, tiene que ver con una vida… Ocurre cuando Walt secuestra a su pequeña hija, Holly, en el episodio Ozymandias de la angustiante quinta temporada.

La improvisación de una bebé le dio un vuelco desgarrador a una escena que ya era emotiva

Nadie esperaba que la pequeña actriz hiciera eso

De acuerdo con lo que comenta el director Rian Johnson, junto a la escritora y productora ejecutiva Moira Walley-Beckett y el mismísimo Bryan Cranston, el momento más emotivo de la escena fue en realidad improvisado por la pequeña actriz que interpreta a Holly, Moira Bryg MacDonald.

Después de que la bebé reacciona a alguna situación que transcurría fuera de cámara, esto provocó una reacción genuina en Cranston, lo que hizo que Walter tuviese un momento muy humano, justo antes de su destrucción. En este episodio, somos testigos de cómo el imperio de metanfetamina de Walter White se ha derrumbado, y mientras aún quedan algunos escombros de los que aferrarse, decide huir y espera que su familia se una a él. Sin embargo, todos le dan la espalda, por lo que decide secuestrar a la bebe Holly.

En una escena más tarde, mientras observa a Holly, entiende que lo que está a punto de hacer sería una sentencia para su hija. Y según el guion, se esperaba que la bebé le tocara la cara o hiciese alguna cosa típica de los bebés. Pero, en cambio, la bebé tuvo una reacción que nadie imaginó, dijo: "mamá, mamá", porque su mamá estaba justo fuera de cámara. Esto tocó algunas fibras del corazón de Cranston, dando origen a lo que Johnson llamó "uno de esos puros rayos de suerte que probablemente no recibes dos veces".

Un episodio aún más desgarrador gracias a una bebé

La escena de Holly llevó a otro nivel los episodios finales de Breaking Bad

Ozymandias es un episodio brutal, pues, Walt mata a su cuñado Hank, y encarcela a Jesse, por lo que después de ver tantos acontecimientos dolorosos, las lágrimas y los llantos de la pequeña Holly por su madre, lograron romper el corazón de Cranston, pues, reaccionó como si fuese la propia Holly quien lloraba por su madre y exesposa, Skylar.

Justo en ese momento es cuando Walt se da cuenta de que no puede alejar a la pequeña Holly de su madre y su familia, lo que hace que se derrumbe por completo. Y aun después de haber hecho cosas atroces, Walt todavía amaba lo suficiente a su hija como para devolvérsela a su madre.

Si bien el crédito de la escena se lo lleva Cranston por no haber roto el personaje, sino que en su lugar improvisó el momento, todos, incluso los directores, estamos de acuerdo con que la bebé tuvo una de las mejores actuaciones de la serie, dejando impresionado a más de uno.

Y a pesar de que el momento no fue suficiente como para hacer que Gilligan derramara algunas lágrimas, terminó llorando mientras trabajaba en una escena de dos episodios más adelante en el final de la serie, cuando Walt finalmente muere en una lluvia de disparos.