Assassin's Creed: una saga llena de historia
A continuación haremos un repaso a los 15 años de la franquicia Assassin's Creed.

“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Esta es una frase que hoy en día se usa mucho por la gente de a pie, siendo prácticamente un dicho popular. Atribuida comúnmente a Napoleón Bonaparte, a pesar de que no se sabe realmente quien fue la primera persona en acuñarla (se dice que fueron o Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás, o Nicolás Avellaneda). Probablemente os preguntaréis que tiene esto que ver con el tema del que vamos a hablar, y es que la franquicia Assassin’s Creed es principalmente reconocida por contarnos una versión alternativa de nuestra historia.
Nos estamos acercando lenta pero inexorablemente al 15 aniversario de esta saga que vimos nacer en la generación de PlayStation 3 y Xbox 360. Desde entonces hemos visto ser lanzados gran cantidad de título, desde entregas principales o numeradas, hasta diversos spin offs para dispositivos portátiles o incluso móviles.
Con tantos videojuegos lanzados hemos tenido el placer de conocer a gran cantidad de hermanos de la orden de asesinos, todos ellos con historias y características de lo más variadas, tanto así que hemos llegado incluso a controlar a un desertor de la hermandad que decidió unirse a sus eternos enemigos: los templarios.
He tenido el placer de jugar varios de los títulos más clásicos de la saga en las últimas semanas, para conseguir rememorar aquello que en su día consiguió atraerme tanto de ella. A continuación, vamos a hacer un repaso sobre los 15 años de esta franquicia de Ubisoft que tantas alegrías nos ha dado.
Los inicios
En sus inicios el primer Assassin’s Creed no iba a ser una ip nueva, es más, no iba ni a tener la temática que este tuvo al final, sino que en un primer momento se iba a tratar de un nuevo juego de Prince of Persia, una de las sagas más clásicas de Ubisoft, y que por aquel entonces tenía mucho más peso que en la actualidad. Tras diversos problemas en el desarrollo, se decidió que este fuera una nueva franquicia, siendo de aquí de donde salió una de las sagas más importantes de Ubisoft en la actualidad.
A pesar de este cambio de rumbo total, estos problemas en el desarrollo y la poca confianza en el éxito del proyecto se notó enormemente en el producto final. Todos los fans de la saga le tenemos mucho cariño, pero el primer Assassin’s Creed es un producto terminado sí, pero que abusa demasiado de la repetición en sus misiones, siendo que estaremos haciendo prácticamente lo mismo cada cierto tiempo. Por suerte, estos errores no pesaron demasiado en su lanzamiento, siendo esto principalmente debido a unas mecánicas de parkour novedosas y agradables, a su historia que era bastante interesante, y una ambientación que nos trasladaba a las épocas de las cruzadas de una manera inigualable.
Además de todo esto, es necesario mencionar que este fue el inicio de la saga de Desmond, la cual nos acompañaría durante bastantes años y la cual actuaría como hilo conductor de los primeros títulos de la saga. Sí, en este primer título la historia del presente sería escasa, pero también conseguiría ser lo suficiente trascendente para tenernos intrigados y a la espera de lo que ocurriría más adelante.
Todo esto está muy bien, y Altair es, sin duda, uno de los protagonistas más queridos de la saga, pero podemos decir que el primer Assassin’s Creed fue una demostración de todo lo que el estudio podía hacer con estas buenas ideas, pero fue el segundo título de la saga el que consiguió elevar esto a un nuevo nivel.
Ezio rules
El primer título de la franquicia, como ya hemos dicho, consiguió enamorar a gran cantidad de personas, elevando bastante la expectación por la siguiente entrega de la franquicia. Por suerte, no hubo que esperar mucho para disfrutar de esta, ya que tan solo 2 años después de la primera entrega recibimos Assassin’s Creed 2, el primer título de la trilogía de Ezio y el que consiguió refinar las bases que vimos en la anterior entrega.
La repetición se acabó, la jugabilidad fue bastante mejorada, tuvimos un personaje bastante más interesante y carismático, y las ciudades que visitábamos se sentían mucho más vivas que las del anterior juego. En general podemos decir que todas las bases que pudimos apreciar en el primer título, y que tanto nos gustaron, fueron afinadas de tal manera que parecía que su diferencia de edad era mucho mayor. No es posible comparar la agilidad y estilo de Ezio con la robustes y lentitud de Altair, aunque esto veremos que vendrá a ser una tónica general en los próximos años, ya que el sistema de parkour, seña de identidad de la saga, se ha ido afinando y mejorando con el paso de los años.
Esta segunda entrega consiguió convencer tanto que tan solo un año después recibimos una secuela directa de este, no otro título numerado, porque este llegaría más tarde, sino un título que continuaba las aventuras de Ezio Auditore, protagonista del segundo juego, así como también continuaba la historia de Desmond Miles en el presente, la cual venía desde el primer juego, aunque a partir del segundo cobraría más importancia.
Personalmente diría que este Assassin’s Creed: Brotherhood es el mejor de toda la franquicia, siendo esto precisamente porque coge todo lo que refinó la segunda entrega numerada y lo perfecciona. Una historia más interesa, un Ezio más maduro e incluso más carismático, una estructura de misiones bastante mejor, recreaciones de ciudades muy bien hechas y llenas de vida y un parkour que había mejorado bastante. Todo esto hace que nos encontremos ante uno de los videojuegos más recordados y queridos de la franquicia.
Por último, un año más tarde, fue lanzado el último título en el que tendríamos a Ezio como protagonista, y posiblemente una de las primeras decepciones que me llevé con esta saga: Assassin’s Creed Revelations. No me malinterpretéis, es un buen videojuego, que concluye de buena manera la historia de Ezio, pero veníamos de ver muchas innovaciones y mejoras con cada nueva entrega, y esto no lo encontramos en Revelations. En esencia era como jugar a Brotherhood pero con una ciudad nueva, que por otra parte no era de las mejores que habíamos visto, pero en este caso con un gancho, que está bien como gimmick, pero no puede sustentar todo un juego.
Estos tres títulos tuvieron otro factor en común más allá de seguir la historia de Ezio, y es que también conoceremos lo que ocurrió con Desmond luego de lo que vimos en la primera entrega, siendo esta, personalmente, la parte de la historia que más me interesó en su momento, y que más me ha interesado al rejugarlos. Además, podemos decir que este apartado también mejoró con cada uno de los tres títulos de esta sub saga de Ezio, siendo que en cada título la importancia de esta, es decir, el tiempo que pasábamos en el presente y la trascendencia de lo que hacíamos, era mayor.
América nos reclama
La tan querida trilogía de Ezio acabó, no de la mejor manera posible, pero acabó, y con ello la gente reclamaba un cambio de aires. Con objetivo de satisfacer a los usuarios, y de terminar la historia de Desmond en el presente, se presentó Assassin’s Creed 3, siendo esta la tan esperada tercera entrega numerada de la franquicia. En este abandonaríamos los continentes clásicos para la época (es decir, Europa y Asia, escenarios de anteriores entregas) para trasladarnos a Estados Unidos en plena guerra de independencia.
Este fue un salto bastante grande para la franquicia, y aunque esto sea un tanto polémico, personalmente me parece que fue a mejor. Los aspectos técnicos y jugables de la saga fueron mejorados de manera abismal, siendo prácticamente incomparables en este aspecto. Podemos discutir si la historia fue mejor o peor, y también sobre su protagonista, pero si hablamos solo de la jugabilidad y los aspectos técnicos, podemos decir que estaba a otro nivel. Además, este título terminó la historia del presente de Desmond Miles, aquel personaje que nos había acompañado desde el primer título de la saga. Sin duda este es de los títulos más controversiales de la saga, pero también puedo decir que, personalmente, pienso que es uno de los grandes puntos altos de la franquicia.
En Assassin's Creed 3, además de ser un salto cualitativo en la saga, también significó, como ya hemos dicho, el final de la saga de Desmond, siendo este una buena conclusión para un gran personaje que nos había acompañado desde el inicio. Con este título se cerró un arco argumental, en concreto el arco que he tenido el placer y la posibilidad de volver a jugar y de volver a disfrutar, y la verdad es que nunca volverá a ser igual. Con los consiguientes juegos la historia del presente se ha ido diluyendo tanto que su importancia es prácticamente nula. Por esto, uno de mis mayores sueños es que la saga vuelva a sus orígenes, es decir, que nos contara dos historias paralelas, una de las presenta y otra del pasado.
Los dos siguientes juegos que recibimos, es decir, Assassin’s Creed 4: Black Flag y Assassin’s Creed Rogue centraron su atención en una especie de minijuego que pudimos ver por primera vez en el tercer título numerado de la saga: las batallas de barcos. Estos dos videojuegos se centraron en los barcos piratas, su gestión y combate. De ambos hay tanto defensores como detractores, pero es innegable que a nivel de historia fueron grandes títulos, siendo el primero la historia de un pirata que se acaba convirtiendo en un miembro de la hermandad de Asesinos, mientras que en Rogue seremos lo contrario, un Asesino que tras un incidente se convierte en un Templario, los clásicos enemigos de la hermandad que da nombre a la franquicia.
La nueva generación llegó...
Ubisoft quiso adentrarse en la nueva generación por todo lo alto, a la vez que quería dar una despedida memorable a las anteriores consolas. Por ello, en el mismo año que se lanzó el ya mencionado Assassin’s Creed Rogue, también fue lanzado Assassin’s Creed Unity, un videojuego que tuvo demasiados problemas.
Jugable y técnicamente Unity es probablemente el juego más sorprendente, siendo especialmente reseñable su apartado gráfico, el cual se sigue viendo increíblemente bien, a pesar de haber pasado casi 8 años de su lanzamiento oficial. Por desgracia, este título fue lanzado con prisas, por lo que resultó estar lleno de bugs y problemas de rendimiento cuando fue lanzado, tanto así que era prácticamente injugable. Más allá de esto, ahora mismo podemos decir que es de los mejores videojuegos de la franquicia, con diversos problemas, como una historia que no termina de enganchar, o un mundo abierto que, pese a estar muy bien recreado, pecaba bastante de llenar el mapa con demasiadas cosas por hacer. En definitiva, Unity fue un buen juego, y un gran paso adelante en la saga que no veíamos desde que recibimos Assassin’s Creed 3, pero todo esto se vio opacado por un lanzamiento apresurado, lo que conllevó que no saliera en especialmente buenas condiciones.
Al año siguiente, en 2015, recibimos un nuevo videojuego de esta franquicia, siendo este un sucesor en muchos aspectos de Unity, pero con novedades muy interesantes pero que no terminaron de gustar a todos. En este caso, nos trasladábamos a una Londres en plena revolución industrial, y ya no tendríamos a un solo protagonista, sino que controlaríamos a un par de hermanos Asesinos, lo que de cierta manera diluía la trama, siendo difícil encariñarse con alguno de los dos personajes. Si hablamos de las mecánicas jugables eran básicamente una continuación de lo que vimos en Unity, es decir, que eran francamente muy buenas, además del mapa, porque en otras cosas si fallan, pero los Assassin’s Creed nunca pecan de recrear mal una localización o una época. Si tuviera que dar una razón exacta de por qué este título no terminó de gustar a todo el mundo, diría porque la gente ya estaba cansada de la fórmula de siempre, y ya precisábamos un cambio, algo que Ubisoft decidió dar con la siguiente entrega.
El viaje al RPG
En el año 2016, año siguiente al lanzamiento de Assassin’s Creed Syndacate, no recibimos ningún videojuego de la franquicia, lo que era bastante raro teniendo en cuenta el ritmo que esta llevaba desde hace tiempo, pero era porque algo grande se esta cociendo a fuego lento. Como ya hemos dicho, su desarrolladora, Ubisoft, decidió dar un cambio total a la franquicia, y vaya si lo hicieron.
En el 2017 pudimos jugar por fin a lo próxima interacción de esta serie, y resultó ser todo lo que esperábamos. Algunas entregas anteriores ya coqueteaban con el RPG, pero eso no hacía que dejaran de ser juegos de acción y aventura en tercera persona, pero para Assassin’s Creed Origins decidieron apostar todo a este género, y les salió muy bien. Las mecánicas jugables eran prácticamente impecables, tanto en un combate renovado que recordaba a los de los Souls que ya estaban de moda por aquella época, como las mecánicas de escalada, que ahora nos permitían subirnos a prácticamente donde quisiéramos. Además, como siempre, la recreación del mundo era insuperable, siendo en este caso una Egipto en pleno apogeo de su cultura, pudiendo explorar grandes pirámides en Giza o aventurarte por la ya cosmopolita Alejandría. A todo esto, se unió una historia que nos contaba los orígenes de la hermandad, permitiendo incluso conocer a personajes que ya habíamos oído mencionar en otros videojuegos, siendo esta la perfecta forma de volver al ruedo si me preguntas a mí.
Debido a este éxito, los demás títulos que hemos recibido la franquicia desde entonces han seguido esta fórmula. Primero tuvimos Assassin’s Creed Odyssey, el cual se asentaba en la antigua Grecia, y luego llegó Assassin’s Creed Valhalla, el cual nos llevaba a la época vikinga. Ambos, como ya hemos dicho, seguían la estela de Origins, siendo que a nivel jugable son prácticamente iguales salvo algunas diferencias, como por ejemplo el sistema de niveles y clases, que fue evolucionando con cada título. Ambos son muy buenos juegos, pero no terminaron de encantar a los usuarios, especialmente Odyssey, debido a que el alma de Assassin’s Creed parecía no estar presente.
¿Y ahora qué?
Existen numerosos rumores sobre las próximas entregas de la franquicia Assassin’s Creed, pero por ahora no sabemos nada oficial sobre que es lo siguiente que podremos ver. Por suerte, ya no queda mucho al próximo evento de Ubisoft, el cual tendrá lugar 10 de septiembre de 2022, a las 22:00 hora peninsular española, y que probablemente nos enseñará que es lo siguiente que podemos esperar de esta querida franquicia.
Muchos de nosotros tenemos grandes sueños y esperanzas de cara al futuro de la saga, como yo con la vuelta de una historia del presente interesante e importante, como tuvimos desde el Assassin's Creed 1 hasta el 3, y la esperanza nunca se pierde, por lo que tendremos que estar atentos para ver si tenemos la suerte de que nuestros sueños se vean cumplidos.