Análisis de After Us - Hay mucha vida en el desarrollo español

Hace unas semanas que te contábamos nuestras primeras impresiones jugables con After Us, lo nuevo de Piccolo Studio, para demostrar el buen momento en el que se encuentra el desarrollo español. El estudio barcelonés no es el único que consigue impresionar al sector del videojuego, ya que hace poco también pudimos jugar a Blasphemous II, para ver qué tal le va a la secuela del aclamado título. Con ello, es una demostración más de que el desarrollo nacional avanza a buen paso y el talento de los equipos afincados en nuestro país cuenta con un talento colosal. Ahora, ha llegado el momento de hablar con todas las cartas sobre la mesa de After Us.

Y es que durante los últimos días he tenido el placer de adentrarme en su distópico mundo para comprobar el resultado de la propuesta a través de su análisis. Si las primeras impresiones que me dejaba After Us se debatían entre su brillante apartado artístico y las dudas en cuanto a mecánicas jubables, la conclusión es que estamos ante un juego que envía un mensaje muy claro y se vale de él para orbitar todos los aspectos de un producto de estas características. Esto consigue excelentes resultados en ciertas áreas, pero también suscita unas carencias que se van agrandando con el paso de las horas, a pesar de no ser un título muy largo en duración.

• After Us: precio, fecha de lanzamiento, plataformas y dónde comprar
• Una historia con un mensaje claro sobre hacia dónde se dirige el mundo
  • Mecánicas jugables muy interesantes con la exploración por bandera
  • Un diseño de niveles único y original para cada área
  • El combate permite ver ciertas muescas en las pinceladas de arte
  • Y el aspecto técnico termina por empañar el lienzo
• Valoración final de After Us

After Us: precio, fecha de lanzamiento, plataformas y dónde comprar

After Us es el nuevo videojuego del estudio español Piccolo Studio y distribuido por Private Division y Take-Two Interactive. Con su lanzamiento el 23 de mayo de 2023, llega de manera exclusiva a la presente generación de consolas con PS5, Xbox Series X|S y PC, mediante una propuesta basada en la exploración y la resolución de puzles en un mundo distópico. Cuenta con una traducción al español mediante textos.

Una historia con un mensaje claro sobre hacia dónde se dirige el mundo

After Us es uno de esos videojuegos con un mensaje muy claro que intenta transmitir y sobre el que se centran todos sus aspectos jugables. Se trata de una de esas propuestas que intenta ir más allá del entretenimiento y hacerte partícipe de lo que ocurre en su mundo. Un mundo que, por cierto, se está sumiendo en la más profunza oscuridad, con la humanidad ya extinta y con las almas de los animales cayendo ante el desastre que hemos provocado. Esta distopía es una crítica de lo más efectiva a todo aquello que hacemos mal como sociedad y los efectos que tiene en su mundo.

La protagonista puede cantar para conocer la localización de coleccionables.

Por eso, la misión de la niña protagonista -gran elección para señalar esa inocencia y pureza de los más pequeños- es la de conseguir que ese mundo vuelva a recuperar parte de su luz y conseguir alejar de él a esos Devoradores que intentan consumirlo. Para ello, ha de visitar diversas áreas muy diferenciadas de ese mundo para conseguir traer de vuelta a la vida a las almas de los animales capaces de aportar esa luz que se ha perdido. Pero, por supuesto, tendrá que enfrentarse a diversos peligros que pueblan cada una de esas zonas y descubrir la verdad que se oculta tras toda la destrucción que la rodea.

Mecánicas jugables muy interesantes con la exploración por bandera

Cada bioma cuenta con mecánicas diferentes para la resolución de puzles.

Con ello, las mecánicas jugables de After Us también respiran ese aroma de esperanza en medio de la destrucción. La joven protagonista cuenta con una enorme gracilidad a la hora de moverse, como si quisiera poner pausa en un mundo que se descompone deprisa. Desde el principio se advierte que el título va a contar con una base de plataformeo compleja y que va a ir creciendo con el paso de las horas, algo que se va confirmando poco a poco, introduciendo un doble salto, un dash muy suave e incluso la posibilidad de ascender por ciertas paredes y superficies. Es su mecánica principal y After Us la explota en todas sus vertientes para conseguir sorprender a cada paso que se da.

En este sentido, destaca algo que comentaré más adelante: la genial construcción de su sistema de niveles que permite ofrecer nuevas fórmulas de movilidad para la joven e introducir "mejoras" para la simpleza de las mecánicas que forman la base. Esta fórmula cambiante se adapta al mundo, que se descompone de diferentes maneras según la zona, por lo que no te encuentras jugando a lo mismo durante mucho tiempo, sino que la inteligencia a la hora de introducir las mecánicas en el entorno hace que con el paso de los minutos haya cosas nuevas que hacer. No obstante, sí que hay que destacar que hay ciertas zonas que pecan de linealidad excesiva, siendo una línea recta por la que se pasa corriendo, esquivando algunos obstáculos y poco más. No pasaría nada si fueran momento aislados, pero se repiten con cierta frecuencia, algo que provoca una descompensación con lo original de otras zonas.

Hay amenazas muy variadas dependiendo del entorno.

No obstante, ese esfuerzo por la reinvención constante es muy agradecido, ya que las rutas para poder rescatar a la madre oso polar o a la madre cierva son totalmente diferentes entre sí y siempre obligan a buscar nuevas maneras para superarlas y alcanzar el objetivo final. Además, en todo el camino hay una suerte de coleccionables a modo de recuerdos de los humanos antes de que el mundo se fuera al garete y, por otro lado, almas de diferentes animales que, una vez rescatadas, se van sumando al mundo para demostrar que hay esperanza y que pueden adaptarse a los cambios que estamos realizando. Y, por si te lo estabas pregunta, sí: puedes acariciarlos a todos ellos.

Un diseño de niveles único y original para cada área

La dirección artística de After Us regala estampas maravillosas.

Vamos ahora con uno de los aspectos que más me ha impresionado de After Us. Su magnífico diseño de niveles sustentado en una calidad artística sublime. Como decía anteriormente, cada bioma cuenta con un estilo único y muy característico, adaptándose a la ruta destinada para el alma del gran animal que hay que rescatar. Esto se traduce en que para rescatar al tiburón, hay que adentrarse en el fondo del océano, mientras que para hacer lo propio con la cerda, tendrás que internarte en una fábrica con tintes de matadero, entre otros ejemplos. Esta ambientación y el uso de las mecánicas para sacarles el mayor partido posible es una de las partes más soberbias del juego.

Además, también quiero destacar la gran decisión de usar diferentes planos y puntos de cámara para que el avance por ciertas zonas plataformeras permita ver la belleza de su mundo, algo que me ha recordado irremediablemente a NieR: Automata. Los planos cercanos se utilizan generalmente para aportar tensión en ciertos momentos, mientras que los lejanos sirven para abrir más si cabe la distancia de dibujado y regalar estampas absolutamente maravillosas. Tanto en los entornos más sombríos como en los de mayor lucidez y color, Piccolo ha realizado un trabajo formidable que permite extraer todo el potencial visual de PS5. Un derroche de belleza ante un mundo que se desmorona para realizar una de las paradojas más bonitas que se hayan visto en los videojuegos.

El nivel acuático es uno de los más originales y cambiantes en cuanto a mecánicas.

Pero ese diseño de niveles no está pensado únicamente para deslumbrar a los sentidos, sino también para dotar de una nueva dimensión a la jugabilidad de After Us. Si nos detenemos en el nivel acuático para rescatar al tiburón, la joven cuenta con una mayor gracilidad a la hora de moverse bajo el agua, permitiendo que los saltos sean más verticales y el desplazamiento llegue más lejos. Esto, por supuesto, permite mayores florituras a la hora de moverse por el entorno y alcanzar lugares que en otro bioma serían imposibles. Además, en el fondo oceánico apenas hay visibilidad, por lo que también hay que lanzar explosiones de luz para poder abrirse camino cada poco tiempo, lo que modifica la jugabilidad respecto a lo que se había jugado con anterioridad.

Esto es algo que se puede traducir a cualquiera de los biomas sobre los que se desarrolla el juego, ya que para rescatar a la abeja hay que adentrarse en un panal que es casi un laberinto, mientras que para llegar hasta la osa polar hay que deslizarse sobre hielo o para hacer lo propio con el águila hay que colarse por diferentes jaulas que sirven de plataformas para alcanzar el destino. Esa ambientación es magnífica, pero también lanza un mensaje muy claro sobre cómo estamos acabando con los animales y el modo en el que nuestras acciones los terminan enclaustrando en un mundo en el que no pueden ser libres. Es un mensaje duro, pero transmitido con belleza, lo que hace que avanzar sea difícil y realmente desgarrador.

El combate permite ver ciertas muescas en las pinceladas de arte

Aunque After Us es un juego muy bello, también cuenta con entornos muy sombríos.

Todo en After Us parece maravilloso hasta que llega uno de los momentos más incomprensibles de su propuesta. Con todo lo contado hasta el momento, es fácil identificarlo con otras grandes obras como Journey o Abzu, entre otras, en las que un viaje lo es todo y no necesita apoyarse en nada más para llegar hasta el corazón del jugador. Sin embargo, Piccolo ha decidido introducir una suerte de combate que no termina de encajar en la propuesta y que resulta casi un obstáculo para lo que parecía en un inicio. No es una dinámica muy habitual, lo que tiene casi menos sentido con el paso de las horas y está introducida de un modo artificial y sin el pulimento necesario.

Y es que la joven protagonista tiene la capacidad de lanzar una bola de luz en la dirección en la que está mirando, permitiendo con ello activar ciertos mecanismos, rescatar almas o extraer recuerdos de los cuerpos petrificados de los humanos. No obstante, también es su arma para combatir a los restos de la humanidad que aún permanecen en el mundo, a la espera de consumirse. El problema del combate es que se suele desarrollar frente a hordas de estos enemigos, con lo que la capacidad de acción es muy pequeña. Todo ello unido a que el único modo de vencerlos es lanzar esa bola de luz en la dirección exacta y precisa donde se encuentran los enemigos provoca que haya momentos en los que los combates se alargan de más, y eso que es realmente difícil perder en ellos, ya que aunque te atrapen, puedes liberarte con una explosión de luz.

Los combates contra los Devoradores no son muy convincentes.

Hay un intento por aportar algo de complejidad al mismo, con enemigos a los que hay que atacar por la espalda o en ciertos puntos concretos de su cuerpo, pero ni aun así se le consigue añadir una profundidad que aporte algo a un juego que no lo necesitaba. Entiendo que hay que demostrar que el mundo cuenta con amenazas y que la joven es la única esperanza, pero ese mensaje ya quedaba más que claro con todo lo que está sucediendo en el mundo, sin la necesidad de incluir un combate anodino y que provoca un resoplido de hastío por cortar un momento en el que estabas disfrutando de avanzar o de resolver uno de los puzles plataformeros del entorno.

Y el aspecto técnico termina por empañar el lienzo

After Us cuenta con un brillante apartado artístico, pero ciertos problemas técnicos.

Si bien el aspecto del combate es un error de planteamiento y puede pasarse por alto al no ser la mecánica que más predomina en la jugabilidad, hay otro error de bulto que provoca que la sensación de After Us se diluya como un azucarillo. Y es que el juego cuenta con errores técnicos que van más allá de caídas de rendimiento, que las hay y bastante notables. Lo más preocupante es que el título sufre de congelaciones constantes que amagan con un crasheo, pero que se quedan en 3-4 segundos en los que la imagen se queda totalmente estática y no permite realizar ninguna acción.

Esto es algo que sería subsanable si sucediera una o dos veces en las 10 horas que le he dedicado para completarlo, pero hay zonas en las que sucede cada minuto, lo que es especialmente molesto para poder avanzar, ya que incluso sucede en zonas plataformeras, cortando un salto o un avance lateral por una pared, entre otras cosas. Este tipo de errores son realmente graves y comprometen sobremanera la experiencia del juego, por lo que solo puedo esperar que se solucionen con un parche en los próximos días, pues ha provocado que dejara de jugar en más de una ocasión por la frustración y la constancia con la que se producían estas congelaciones.

Los animales cuentan con una enorme importancia en el argumento y el entorno.

Al menos el juego sí que se mueve con cierta estabilidad en la mayoría del viaje, algo que se agradece ante la necesidad de contar con la gracilidad de la protagonista para alcanzar ciertas zonas y superar todos los obstáculos en el plataformeo. Por último, en relación al aspecto sonoro, After Us dispone de un hilo conductor entre lo que se ve en la pantalla y las pistas musicales, que regalan el broche perfecto para un entorno desolado en el que hay un halo de esperanza.

Valoración final de After Us

He de decir que, a pesar de los problemas técnicos señalados, me ha encantado la propuesta de After Us. Es una nueva demostración del increíble talento que hay en los numerosos estudios afincados en España y Piccolo demuestra que sabe cómo contar historias y trasladarse al elemento jugable para hacer partícipe al jugador de su mundo, algo que ya consiguieron con Arise: A Simple Story.

Aunque aún faltan algunos aspectos que pulir para refinar la fórmula y conseguir alcanzar la excelencia, After Us es un juego que sabe el mensaje que quiere transmitir y lo hace de un modo maravilloso, con una dirección de arte bellísima y una construcción del mundo que te invita a explorarlo hasta sus lugares más recónditos. Una bella obra que, a pesar de no ser perfecta, se cuela en el museo del arte nacido en nuestro territorio. Jugadlo, no os arrepentiréis.