Análisis de Metal Eden - El futuro es frenético y adictivo
Este FPS futurista desarrollado por Reikon Games tiene como protagonista a una hiperunidad diseñada para el combate

Aunque el género de los shooters en primera persona y la temática futurista con un mundo superado por la tecnología son dos conceptos saturados de propuestas, esto no significa que no haya videojuegos de este género y con esta temática que se puedan seguir disfrutando. Metal Eden quiere ser uno de esos casos combinando acción, combates en oleadas y una movilidad extrema apoyada principalmente en el parkour.
Desde que hace un tiempo probamos el juego y pudimos compartir nuestras primeras impresiones sobre él, pudimos ver que la nueva apuesta de Reikon Games tenía cierta personalidad y potencial para dar un paso adelante y ser un juego muy a tener en cuenta. Ahora, después de haber jugado a la versión final y habernos perdido en su historia y sus espectaculares gráficos, te contamos nuestro veredicto final.
+ Pros
- Visualmente impresionante e impoluto
- Una duración perfecta, sin estirar el chicle sin sentido
- Gran variedad de armas, sobre todo con los módulos
- Sistema de mejoras amplio y variado
- Movimiento de la protagonista muy fluido y estético
- El combate no da ni un respiro, tremendamente divertido...
- Contras
- ...aunque en algunos momentos se pueda hacer repetitivo
- La transformación a pelota no me acaba de convencer
- He echado de menos algún puzle que se alternase con el parkour y los combates
- Jefes y enemigos más poderosos poco exigentes

- Metal Eden: precio, plataformas y dónde comprar
- El Edén de la acción, la ciencia ficción y la adrenalina
- Valoración final de Metal Eden
Metal Eden: precio, plataformas y dónde comprar
Metal Eden | |
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Plataformas | PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S |
Plataforma analizada | PS5 |
Fecha de lanzamiento | 2 de septiembre de 2025 |
Desarrollador | Reikon Games |
Género | FPS, acción, futurista |
Idioma | Textos en español y audio en inglés |
Metal Eden es un shooter en primera persona futurista desarrollado por Reikon Games. Lanzado el día 2 de septiembre de 2025, el título está disponible en PS5, Xbox Series X|S y PC. Se trata de una propuesta frenética y vertiginosa, con combates basados en oleadas de enemigos, un sistema de parkour y movilidad constante y una ambientación de ciencia ficción que acompaña a la perfección la acción ininterrumpida. El juego incluye textos en español y voces en inglés.
El Edén de la acción, la ciencia ficción y la adrenalina
Metal Eden es una combinación de muchas cosas positivas a nivel jugable mezcladas en un planteamiento que puede parecer común, pero que se desmarca en cierta manera de otras propuestas. Aunque parte del encanto de la historia está en cómo se desarrolla, por lo que es mejor no destaparla entera, sí es conveniente dar un par de pinceladas sobre ella. La acción frenética que ofrece el título nos sitúa en un futuro oscuro donde la humanidad ha quedado atrapada en un conflicto tecnológico después de desarrollar un método para cargar la conciencia de las personas en unidades de almacenamiento.
Aquí entra en juego el papel de ASKA, una hiperunidad androide que es la enviada en una misión suicida para rescatar a los ciudadanos atrapados en Moebius, una ciudad orbital que alguna vez fue la última esperanza de la humanidad. Para ello, tendrá que superar al Cuerpo de Defensa Interno y conseguir los núcleos de los misteriosos Ingenieros.
La trama se va complicando según avanza, cuando ASKA empieza a dudar de su función y se plantea, a medida que va completando las ocho misiones que conforman el juego, si de verdad está haciendo lo correcto. En este sentido, puede parecer que la duración del título sea un poco corta y más adelante hablaré de ello porque entiendo que puede generar dudas, pero desde ya te recuerdo que, a veces, menos es más y te advierto de que para mí su longevidad es perfecta.
Dispara, corre y repite: si te paras estás muerto

En los combates no quedarse quieto es tan importante como la puntería
El funcionamiento de cada una de estas misiones es bastante similar, dividiendo el protagonismo entre el parkour y el combate. En cada nivel tendremos que avanzar por diferentes instalaciones con un toque futurista que, además de estar muy logrado y de tener un diseño increíble, luce de maravilla gracias al gran trabajo en el aspecto visual. En este camino hasta el objetivo final de cada capítulo iremos encontrándonos con diferentes tipos de enemigos que irán apareciendo entra salto y salto. Puedes pararte a pelear con ellos o, en muchas ocasiones, puedes incluso huir de la pelea continuando rápido hacia delante. Esto es contraproducente hasta cierto punto porque hará que no ganes recursos, más adelante hablaré de ello, pero es justo decir que existe esta posibilidad.
Lo cierto es que, te pares o no, superar a estos enemigos no supone ningún desafío real, aunque eso no significa que no haya situaciones en las que el Cuerpo de Defensa Interno sí se convierten en una gran amenaza. Esto sucede cuando llegas a ciertas zonas en las que las salidas se bloquean y tienes que superar un número de oleadas de enemigos para poder continuar. En estos escenarios siempre nos encontramos algunos componentes que se repiten, como zonas donde reaparecen objetos que restauran una parte de tu vida, tu escudo y tu munición, entre otros.

He echado en falta grandes combates con jefes todavía más imponentes
La posibilidad de recoger estos ítems se convierte más en una obligación que en una opción, y te das cuenta de ello según avanzas. De la misma manera, la experiencia te enseña que en este juego no te puedes quedar quieto. En las oleadas se acumulan muchos enemigos que te persiguen y atacan a la vez, por lo que detenerte a disparar no es una opción. Lo más óptimo siempre es localizar en cada una de estas paradas dónde reaparecen cada uno de los objetos cuanto antes y empezar a moverte para esquivar ataques a medida que vas restaurando tu salud y tus balas.
Ese frenetismo ayuda a huir en gran parte de la sensación de que estás repitiendo el mismo combate en distinto escenario. A escapar de esa monotonía también ayuda la variedad de enemigos que hay. Algunos son más pequeños y vuelan (puede llegar a resultar difícil derribarlos porque en este título no hay mira en la mayoría de las armas), y otros son más grandes y cuentan con mucha vida e incluso escudo.
Aun con todo, en un nivel de dificultad normal, es relativamente sencillo superar a la primera cada una de estas emboscadas, sobre todo una vez le pillas el tranquillo. No es que el juego sea demasiado fácil ni mucho menos, pero sí siento que no busca retener al usuario con un nivel de exigencia exagerado, algo que me parece que ayuda a que la narrativa tenga más ritmo y se siga con más interés, siempre con la expectación por ver cómo avanza.
El núcleo, el componente diferencial de Metal Eden

Además de diferenciar a Metal Eden de cualquier otro juego, los núcleos son vitales para los combates
Aunque su trabajado diseño y su historia, incluyendo cinemáticas en momentos clave; ya son suficientes para que el juego de Reikon Games tenga personalidad de sobra, lo cierto es que todavía hay un factor más que lo diferencia. En este título todos los enemigos, e incluso ASKA, tienen una especie de núcleo que es la que le suministra energía y les hace funcionar. En resumen, es como el corazón y el cerebro de los androides, todo en uno.
Es su punto más débil y por eso puedes atacar con la hiperunidad a este lugar exacto, con una mecánica que arranca esta pieza de los enemigos para debilitarlos de golpe. Esta habilidad tiene un tiempo de refresco, por lo que no se puede utilizar todo el rato, pero es la mejor forma de acabar con los enemigos más poderosos después de que les hayas quitado el escudo.

Aunque el núcleo es una idea diferencial que funciona increíble, otras mecánicas como los puzles de hackeo son un poco flojas
Además, tener este núcleo en tus manos te da cierto poder. Para empezar, puedes lanzárselo a un enemigo para que su explosión le haga daño, pero eso no es todo. También existe la posibilidad de romperlo para que tu siguiente ataque cuerpo a cuerpo sea mucho más poderoso, siendo precisamente muy efectivo para destruir escudos.
Lo cierto es que este componente que parece uno más no solo dota al juego de más identidad propia, sino que se convierte en un elemento muy importante para los combates. En más de una ronda de las oleadas me he visto en un apuro y gracias a arrancar un núcleo y dar un puñetazo con él he podido darle la vuelta a las tornas.
Mejorar tu arsenal es una obligación

Todas las armas tienen mejoras que van más allá de aumentar su daño
Antes he mencionado que huir de todas las peleas puede ser contraproducente, y es que Metal Eden tiene un componente de exploración y gestión de recursos importante para que puedas ir mejorando tus armas con módulos que las hacen más versátiles y poderosas. El mecanismo es sencillo, cada vez que consigues una de estas armas, que se van desbloqueando según completas misiones, tienes un objetivo de bajas para realizar con ella para empezar a añadirle mejoras.
Una vez lo has hecho, puedes pagar polvo, que se consigue matando a enemigos o en frascos escondidos por el mapa (muy bien escondidos, por cierto, incluso con rutas alternativas), para añadir ese módulo con una nueva función para tu arma. En algunos casos, el arma tiene dos "caminos" de progresión diferentes que puedes seguir de manera indistinta. Incluso puedes desbloquear las dos ramas de mejoras aunque solo actives una a la vez. Sin embargo, si no te vas parando en las peleas para conseguir esta moneda de cambio, es posible que hasta acabes el juego sin haber desbloqueado todas las mejoras.

Además de las armas, también hay un árbol de habilidades para ASKA
Además, las armas no son el único elemento que tiene un árbol de habilidades. La propia ASKA va mejorando según avanzas al hackear ciertos puestos que te dan un objeto para canjear. De esta manera, puedes obtener nuevas funciones relacionadas con tu movilidad, con los efectos al arrancarle núcleos al enemigo y con otros aspectos como habilidades extra. Lo cierto es que, al igual que mejorar las armas sí lo veo más necesario, aquí no creo que haya un camino definido y puedes progresar por la rama que más te convenza personalmente, haciendo que la forma en la que yo afronte un nivel sea diferente a cómo lo harás tú.
El parkour es tan importante como la puntería

El parkour está muy presente con mecánicas como tirolinas o paredes por las que correr
Si ya he mencionado que la movilidad es un aspecto vital del juego durante los combates, no se queda atrás ni mucho menos durante el resto del tiempo. De hecho, es el componente que consigue que Metal Eden pueda dar más aire entre combate y combate incluyendo alguna pared por la que correr para superar un abismo, una tirolina por la que desplazarte y algún punto sobre el que balancearte para impulsarse.
Sin traer ninguna mecánica revolucionaria, todas estas ideas le sientan muy bien al juego, empujadas en gran parte por la excelente sensación de movimiento que transmite ASKA. No sé si algún día los androides tendrán grandes desarrollos respecto a su motricidad, pero no me cabe ninguna duda de que si esto sucede se verán igual que la hiperunidad del título.

ASKA se puede transformar en una rueda que funciona como vehículo
Por otro lado, aunque en Metal Eden no hay vehículos, la propia ASKA se transforma en cierta manera en uno. En algunas zonas abiertas puedes convertirte en una especie de pelota mecánica que rueda a gran velocidad, recorriendo así espacios más grandes en tiempo récord. Además, en esta forma puedes disparar rayos sin límite de munición y unos misiles con un máximo de tres antes lanzamientos antes de necesitar recargarse, todo para que incluso en esta forma puedas pelear.
Tengo que decir que creo que este sistema es, conceptualmente, el que menos encaja con el juego. Aun así, a nivel jugabilidad, le aporta más variedad para evitar abusar del parkour más simple y de los combates. En resumen, es una solución entretenida ante la ausencia de algún que otro puzle que complique el avanzar.
Valoración final de Metal Eden

Metal Eden consigue sacar más jugo a una temática que parecía exprimida por completo
Puede que en un principio Metal Eden parezca un juego más. Su temática no es innovadora ni mucho menos, pero solo con unos minutos de juego ya te das cuenta de que tiene una identidad propia y muy marcada; y esta sensación crece según pasan las horas. Para empezar, el gran trabajo técnico en el aspecto visual ya es diferencial, sobre todo en las cinemáticas, pero a nivel jugable también cuenta con muchos puntos fuertes.
La gran movilidad de la protagonista ayuda a que el juego sea frenético y derroche acción como pocas propuestas. Dos factores que casan de manera perfecta con su apuesta por combinar la faceta shooter con el parkour. Los combates, aunque en su mayoría poco exigentes cuando entiendes que la solución es estar siempre en movimiento, no podrían ser más entretenidos. Además, su duración de ocho misiones es ideal para la historia que Reikon Games quería contar, haciendo que el resultado final tenga también mucho ritmo.
Es cierto que hay ciertos detalles, como el tema de los jefes poco desafiantes o la ausencia de algún puzle más complicado que acompañe la experiencia, que para mí le impiden llegar a un nivel mayor de excelencia. Sin embargo, no creo que absolutamente nadie que le dé la oportunidad a su gameplay y a su historia se pueda quejar de no haber disfrutado de las horas de entretenimiento que ofrece, y eso ya es mucho.