Análisis de NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition - Una ocasión para la redención

Puede que, con NieR: Gestalt y NieR: Replicant, incluso con Drakengard, muchos pasaran por alto el alcance de la obra de Yoko Taro. Este excéntrico creativo japonés originó un universo único, con una personalidad apabullante, pero desglosado en unos juegos que no terminaron de calar entre audiencia y crítica, considerados como obras de culto con el paso de los años.

Pero NieR: Automata llegó en el año 2017 para cambiar las cosas. Con la alianza entre PlatinumGames y Square Enix, el equipo de Taro volvió al ruedo con la firme intención de dejar una huella entre la comunidad de jugadores. Una huella de la que ya os hablamos en nuestro análisis original y que ahora vuelve a quedarse marcada con NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition, una versión repleta de contenidos adicionales que vuelve a contarnos la historia de 2B, 9S y más personajes que no deben ser nombrados.

Disponible para PlayStation 4 y PC, esta edición sirve para que muchos profanos en la obra del japonés puedan sumergirse en ella y descubrir por qué esta entrega causó tanto revuelo hace ya más de dos años. No hay mayor novedad salvo los contenidos adicionales, pero no la necesita, porque estamos ante el retorno de uno de los juegos que ha marcado la séptima generación de consolas por sus mecánicas, por su historia y por su capacidad para inducir a la reflexión.

NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition: ¿Dónde está la humanidad?

Muchos sabrán de qué va NieR: Automata, pero para aquellos que no hayan tocado todavía esta entrega, la explicación es sencilla. La humanidad ha quedado recluida en la Luna tras una invasión alienígena. Seres de otros planetas llegaron a la Tierra y desplegaron una inmensa legión de máquinas para acabar con los seres humanos, obligando a los pocos supervivientes a escapar para permanecer en el espacio.

Con la sed de venganza como principal motivación, las personas que quedaron vivas comenzaron a desarrollar una tecnología que daría forma a poderosos androides. Diseñados para elaborar todo tipo de tareas específicas, los diferentes modelos que idearon vuelven a la Tierra para una reconquista. Sin embargo, todo esto es solo la fachada de un mensaje mucho más profundo y hasta incómodo.

Un mundo postapocalíptico y unas criaturas robóticas que comienzan a desarrollar preguntas, a descubrir la naturaleza que pueden llegar a desarrollar e incluso a preguntarse quién es más humano y quién es el auténtico villano en todo esto. Eso es lo que Yoko Taro pone en la bandeja, orlándolo con unas mecánicas propias de un Hack ‘n Slash, una pizca de mundo abierto y de RPG y, por último, una rejugabilidad completamente obligatoria.

Análisis de NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition

La secuencia inicial de NieR: Automata deja muy claro que es un juego que no se deja llevar por los convencionalismos. A pesar de ser un Hack ‘n Slash en su corazón, no se corta a la hora de introducir mecánicas de Shooter o jugar con las perspectivas para cambiar las normas de juego. Es una simbiosis de ideas y conceptos que desemboca en una jugabilidad que nunca deja de ser sencilla, ni tampoco adictiva.

No obstante, antes de seguir, debemos aclarar algo. La Game of the YoRHa Edition no mejora al juego original en ningún aspecto que no sean los contenidos, y una curiosa modificación en la portada. Lo que el usuario se encuentra aquí es el NieR: Automata original, pero acompañado de todo lo que vamos a listar a continuación:

• Expansión 3C3C1D119440927.
• Aspectos “Grimoire Weiss”, “Retro Gris”, “Retro Rojo” y “Caja” para los Pods.
• Accesorio “Máscara de máquina”.
• Tema dinámico y 15 avatares para la versión de PlayStation 4.
• Aspecto “Consola” para el Pod en la versión de PlayStation 4.
• Dos fondos de pantalla en la versión de PC.

Pueden resultar pocos alicientes para el que ya jugara al original, pero, para el que dejara pasar la ocasión, es un buen momento para redimirse y disfrutar de una de las grandes joyas de esta generación.

Rol y acción en una comunión casi perfecta

Cuando os hablamos de NieR: Automata allá en la recta final de 2017, ya os contamos cómo era “la perfecta reinvención de los RPG”, y lo mejor es que podemos seguir afirmando esa sentencia sin despeinarnos. La obra que hemos vuelto a diseccionar tras recorrerla por completo en varias ocasiones sigue manteniendo las mismas fortalezas y flaquezas de la original, aunque bien es cierto que estas últimas se hacen especialmente dolorosas en los tiempos que corren.

Con la acción en tiempo real por bandera, gracias al trabajo de la orquesta de PlatinumGames dirigida por la batuta de Yoko Taro, nos encontramos ante un juego que se centra en la acción más desenfrenada, en los momentos exagerados que te dejan con la boca abierta mirando a la pantalla; pero que también tiene hueco para la exploración, el plataformeo y las gestiones propias de un RPG.

Podríamos pasar horas hablando de lo bien estructurada que está la dinámica de combate en NieR: Automata. El gran equilibrio entre los diferentes tipos de armas (espadas, espadones, hachas, lanzas, puños, etc.), junto con la agilidad de los protagonistas y el uso del disparo del Pod no como sustituto de nuestra acción principal, sino como complemento a lo que hacemos, es una completa maravilla que da pie a un enorme abanico de combos. Pero no podemos quedarnos ahí y no podemos pasar por alto que, más allá de eso, el juego de cámaras para convertir un Hack ‘n Slash en tercera persona en un shooter de vista aérea (a veces incluso por aire) o en un beat ‘em up con perspectiva lateral hace que cada escena se quede marcada en la retina. No solo por la estética, sino por cómo juega con las mecánicas y las moldea a su antojo para tener siempre alerta al jugador.

Quedarnos con eso sería suficiente para resaltar gran parte de la grandeza de este NieR, sin embargo, los matices RPG a través del uso de los chips, las modificaciones de los Pods para versatilizarlos tanto en combate como en la exploración, las mecánicas propias de cada personaje (con hackeos incluidos) y el cómputo del mundo abierto son lo que hace que acabe subiendo otro nivel por encima de la media. ¿Nuestra única pega? El sentimiento de recadero que se tiene al llevar a cabo misiones secundarias. Esa terrible sombra que suele estar al acecho de los juegos de mundo abierto también hace de las suyas aquí, pero cuenta con un aliciente en el que vamos a profundizar a continuación.

Una aventura para repetir

Decíamos al comienzo que Yoko Taro había conseguido crear un universo único y que, en el caso de NieR: Automata, lograba lanzar preguntas que podían resultar hasta incómodas. No queremos entrar a destripar demasiado sobre el guion de este juego para aquel que todavía no lo haya podido disfrutar, pero el que ya lo ha hecho sabe a lo que nos referimos con esto, como también lo que queremos decir cuando aseguramos que hay que completar la historia en más de una ocasión para ver el auténtico cierre del argumento.

También decíamos antes que las misiones secundarias tenían un serio problema en cuanto a mecánicas, pero los detalles que lanzan sobre la historia y la narrativa que desarrollan hacen que valga la pena tanto para aquel que quiere entender mejor lo que está pasando como para el que simplemente tiene curiosidad por descubrir más sobre este mundo. Puede que las máquinas impliquen mucho más de lo que parece a simple vista. Puede que, en el fondo, estén más vivas incluso que nosotros.

Pero no vamos a seguir por ese hilo, porque sería adentrarnos en un terreno bastante peligroso con spoilers. Lo que podemos decir sin miedo alguno es que el guion recae sobre unos personajes perfectamente construidos, que evolucionan al mismo paso que el jugador y que hacen que duelan las pérdidas, como también que se celebren las victorias.

La visión de su director se nota en cada paso, en cada detalle que construye este mundo y todo lo que sucede en él. Y puede que por eso sea tan único y logre darte razones suficientes para completarlo una y otra vez, aunque también puede que sea porque no deja de responder a preguntas lanzando otras, haciéndote ver la realidad que hay tras esta Tierra desolada. Y, ya sí, nos vamos a morder la lengua.

Cuando el arte salva la falta de despliegue técnico

Otro de los puntos que más llaman la atención en NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition es que, a nivel técnico, se queda bastante alejado de los estándares que vemos en la actualidad. El tiempo no perdona y, a pesar de que cuenta con una base jugable a prueba de cañones, no podemos decir lo mismo dentro del ámbito visual.

Una tasa de 60 fotogramas que en ocasiones se resienten de manera considerable y otros puntos que, desde la perspectiva más técnica, se quedan bastante flojos. Todo esto sería un agravante de no ser porque, a nivel estético, la dirección artística de este juego es apabullante.

Ciudades derruidas por el paso de los años, desiertos con resquicios de una civilización moderna, frondosos bosques o incluso parques de atracciones sacados de la fantasía más infantil. Este juego no deja de lanzar escenarios memorables continuamente, y llega a aprovechar los citados juegos de cámara también para desplegar su belleza con mayor fuerza y garra. Sumamos esto a un diseño de personajes también excelso y muy peculiar (ojo, la protagonista es una loli gótica con espadones, que levante la mano el que no crea que es peculiar) y tenemos un conjunto que resulta casi indescriptible, a la par que abrumador.

No podemos irnos tampoco sin hablar de la banda sonora, porque es de lo mejor que hay en NieR: Automata. Todas y cada una de las melodías son dignas de ser escuchadas una y otra vez, en un bucle perpetuo con el que simplemente dejarse llevar por el derroche de personalidad de NieR. No vamos a añadir más al respecto, salvo que debéis escucharla y deteneros a dejar que las melodías os envuelvan durante la partida. Y para muestra, un botón.

Glory to mankind!

Yoko Taro es una persona que está completamente loca, o al menos es lo que queremos creer, porque tal derroche de genialidad solo puede venir de la falta de cordura. Puede que NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition no tenga alicientes suficientes para aquel que jugara al original, salvo que sea un absoluto fan; pero su contenido y sus formas son tan buenos que no podemos hacer otra cosa más que recomendarlo.

Construye sus propias reglas tanto a nivel de mecánicas como de guion para dar forma a una experiencia como pocas se han visto en un videojuego. Por supuesto, cuenta con las mismas virtudes y defectos del original, pero puede lucirlo todo con el orgullo de ser uno de esos juegos que toda persona debe, al menos, probar una vez. Llegarás a él por su diseño o por su despliegue de acción, pero te quedarás en él por su arrolladora personalidad y su peculiar visión.

Glory to mankind!

NieR: Automata - Game of the YoRHa Edition puede tener pocos alicientes para quien jugara a la obra original, pero su forma de construir sus propias reglas como juego y su abrumadora personalidad son más que suficientes para que lo digamos alto y claro: ¡Jugadlo!