Análisis de Gylt - Un regreso de entre las sombras con poca luz

España es un país emergente en la industria del videojuego y cada vez se amplía el número de estudios que se lanzan a crear sus propias obras para impresionar a los jugadores de todo el mundo. Uno de los juegos más esperados nacidos en nuestro territorio es Blasphemous II, el cual ya pudimos probar hace un tiempo para ofrecerte nuestras primeras impresiones. No obstante, hay otras propuestas como After Us, del estudio barcelonés Piccolo Studios, que ya hemos podido profundizar para analizarla al completo. En medio de todos estos nombres, hay uno que resuena con fuerza desde hace varios años: el de Tequila Works.

Sin duda, se trata de unos de los estudios más conocidos a nivel nacional, con permiso de MercurySteam, por lo que cada uno de sus trabajos se miran con enorme expectación. Tras el impacto que supuso RiME, uno de los videojuegos más emotivos que han salido de nuestro territorio, Tequila se asoció con Google Stadia para lanzar en exclusiva Gylt, su nueva propuesta. La historia con Stadia ya la conocemos, algo que hizo que Gylt se perdiera entre las sombras que emergían de la propia plataforma. Sin embargo, el equipo de desarrollo ha querido traerlo de vuelta para las consolas de actual generación, donde he podido jugarlo para realizar su análisis en un lanzamiento algo más vistoso que el de la plataforma de Google.

Gylt: precio, fecha de lanzamiento, plataformas y dónde comprar

Gylt es el último trabajo hasta la fecha publicado por el estudio español Tequila Works, autores del exitoso RiME. Tras su paso de manera exclusiva por Google Stadia, ahora llega a las consolas de la actualidad, lanzándose en PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC el 6 de julio de 2023. Se trata de una aventura de puzles en la que la protagonista ha de enfrentarse a sus miedos en una propuesta que trata un tema tan delicado como el bullying, con una traducción al español tanto en texto como en voces.

Una sombra cada vez más alargada: el bullying como elemento principal de la trama

Tequila Works se ha especializado durante los últimos años en tratar temas delicados e intentar transmitir un claro mensaje con sus propuestas jugables. Con RiME se atrevieron a abordar el tránsito hacia la muerte, con las cinco fases del duelo a través de un viaje desgarrador a la par que precioso, mientras que con Gylt quisieron dar un volantazo en otra dirección, pasando por un tema igual de triste, pero con un camino menos placentero. El bullying es una de las lacras más comunes en la sociedad actual y el equipo de desarrollo quiso plasmarlo en esta nueva aventura protagonizada por la joven Sally, quien tiene que hacer frente a sus sombras más temidas con tal de encontrar a su prima desaparecida.

A partir de aquí, las vidas de Sally y de Emily, su prima, comienzan a tomar forma de un modo tétrico, en el que los entornos se vuelven cada vez más oscuros para dar paso a sombras alargadas que se convierten en monstruos a los que hay que combatir. Gylt es una demostración más de cómo transmitir un mensaje duro a la perfección, consiguiendo trasladar esas sensaciones a la pantalla con todo lo que sucede en ella, involucrando al jugador en una historia que tal vez vivió de cerca o en la distancia, pero que ha estado presente en la vida de prácticamente cualquier joven que se precie. Por suerte para Sally, para combatir a estos monstruos cuenta con la inestimable ayuda de todos aquellos que nos hacemos llamar jugadores.

Un gameplay bastante simplón que ya se ha visto en muchas ocasiones

La exploración es una de las notas dominantes de Gylt.

Es indudable que Gylt entra por los ojos, con un estilo artístico marca de la casa, como si formara parte de un cuadro, aunque algo más ensombrecido de costumbre. No obstante, su definición como videojuego en sí deja bastante más que desear, emborronando el cuadro y dejándo casi irreconocible. Jugué Gylt en su día en el estreno de Google Stadia, pero no pude avanzar lo suficiente para hacerme una idea clara de qué proponía Tequila Works con su nueva aventura. Ahora, con su regreso en las consolas actuales sí que he podido profundizar al máximo para sufrir una gran decepción, descubriendo que es un juego bastante simple y poco original.

Aunque el concepto está muy claro y el mensaje que intenta transmitir te cala hondo desde el primer momento, Gylt tiene un serio problema con sus mecánicas jugables y, especialmente, con el diseño de niveles. En los primeros compases es fácil dejarse llevar por el concepto de tutorial, de que tienen que enseñarte a manejar al personaje y sus herramientas, pero con el paso de las horas, más si cabe teniendo en cuenta que su duración es bastante limitada, las sensaciones se van apagando con mecánicas muy manidas, simples y facilonas. Gylt no inventa nada, pero es que ni siquiera le da una vuelta a su propia fórmula.

Así pues, nos encontramos ante un juego bastante plano, en el que la exploración es bastante limitada, los puzles son prácticamente insulsos y el combate es tan innecesario como aburrido. Lo de combatir a las sombras con la luz es un recurso tan habitual que no sorprende, del mismo modo que apuntar con el haz de luz a los puntos débiles de los enemigos resulta casi aburrido. Tal vez si se hubiera dedicado una mayor parte al sigilo y a aportar esa sensación de tensión y de survival horror clásico, hubiera ganado enteros. Por desgracia, ni siquiera aquí destaca, con una inteligencia artificial de los monstruos bastante pobre que no supone ningún reto.

El combate es muy simple y poco efectivo, con mecánicas que no terminan de encajar.

Tequila Works intentó en su momento darle un giro a esta dinámica de los combates con el recurso mediante el cual se puede derrotar a los monstruos: las pilas de la linterna. Sin embargo, tanto su duración como las apariciones constantes de nuevas baterías lo convierten en una mecánica de la que prácticamente no hay que preocuparse. Una oportunidad perdida en todos los sentidos, especialmente cuando falta evolución en un título que no supera las 8 horas de duración.

A nivel técnico justito, pero cumple con lo que se propone

Gylt cuenta con un diseño artístico oscuro, pero muy lúcido.

No es que Gylt sea todo un referente a nivel gráfico, ya que su aspecto general es muy similar al de RiME, salvando las distancias, pero el título en cuestión contaba con entornos más abiertos y definidos. En esta ocasión, la propuesta es algo más encorsetada, algo lógico si se quiere transmitir esa angustia de estar escondiéndose de los monstruos que aparecen detrás de cada esquina. De este modo, no estamos ante un videojuego que destaque sobremanera en su aspecto gráfico y en la parte técnica, pero si cumple con aquello que se propone, de modo que el resultado es realmente aceptable.

Su diseño de niveles tampoco es una maravilla, ya que hay muchas salas que repiten patrones y se nota que el desarrollo no contaba con una libertad total ante las particularidades de Google Stadia, por lo que da la sensación de lo haber podido explotar todo su potencial de haber nacido en otros sistemas. Sin embargo, soprendía en su día con un desempeño fantástico en la nube y lo sigue haciendo ahora mismo con ni una sola caída de rendimiento ni otros problemas técnicos que puedan empañar la experiencia. Gylt es un videojuego bastante pulido en este terreno, por lo que no es un problema a la hora de descubrir sus propuesta. No obstante, sí que hay un aspecto que no termina de encajar del todo y no es otro que la introducción de cinemáticas en dos dimensiones que desentonan por completo con el aspecto general del juego, una práctica bastante habitual en juegos independientes de nuestro territorio y que no termino de comprender.

La linterna es una de las herramientas fundamentales para la exploración.

Como cuenta con tintes de terror, donde está obligado a destacar es en el terreno sonoro y lo cierto es que no defrauda lo más mínimo. El compositor de Gylt ha trabajado anteriormente en obras del calibre de Bloodborne, God of War o Resident Evil 7, por lo que el éxito en este sentido estaba garantizado. Las melodías del título de Tequila Works consiguen aportar esa emoción y la tensión necesarias respecto a lo que se pretende transmitir. El doblaje, sin ser excepcional, también permite que sea más inmersivo y le aporta un tinte de realismo mayor, algo que se hubiera perdido sin voces para los protagonistas.

Valoración final de Gylt

En definitiva, Gylt es un juego algo simple, sencillo y con un claro mensaje que transmitir. Probablemente le hubiera ido mejor de no haberse encerrado en el oscuro trayecto de Google Stadia, ya que su relanzamiento en 2023 se antoja algo lejano debido a sus mecánicas algo desfasadas y una construcción bastante simplona para los sistemas actuales. Si buscas un videojuego de puzles para todos los públicos que puedas disfrutar en familia para transmitirles un mensaje a los más jóvenes, puede ser una excelente opción, como ya lo fue en su día el título de PixelOpus, Concrete Genie. De lo contrario, te encontrarás ante un título en el que es fácil sentir el hastío de su falta de evolución y unas mecánicas que no suponen ningún reto para disfrutar de una aventura sin excesivos alicientes.