Análisis de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess - Acción de dioses, estrategias y demonios

No cabe duda de que Capcom se ha convertido en una de las compañías referentes del sector del videojuego durante los últimos años. La empresa japonesa consiguió encauzar un peligroso rumbo y renacer de sus cenizas para presentar proyectos de una calidad superlativa que mezclan las nuevas IP con regresos de lo más acertados como el de Resident Evil 4 Remake o secuelas muy esperadas, como sería el caso de Dragon's Dogma II, entre muchos otros.

Entre toda la ristra de grandes títulos que han nacido del seno de la firma japonesa, también hay otras propuestas que arriesgan más en su planteamiento para ofrecer algo diferente al público. En este marco se sitúa Kunitsu-Gami Path of the Goddess, que aterriza en las consolas de nueva generación como una propuesta donde la acción y la estrategia se unen de un modo muy especial. ¿Tiene los ingredientes suficientes para conseguir atraer a buen parte del público? ¿Sigue la línea de éxito de los grandes títulos de Capcom que han llegado durante los últimos años? Pues todo esto y mucho más te lo contamos en nuestro análisis completo de Kunitsu-Gami Path of the Goddess para PS5.

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• Kunitsu-Gami Path of the Goddess: precio, plataformas y dónde comprar
• El monte de la purificación
  • La defensa es tu mejor ataque
  • El verdadero ritmo lo marcan los jefes
  • Reconstruir el mundo nunca fue tan aburrido
  • Bello en lo artístico, pero sin riesgos en lo técnico
• Valoración final de Kunitsu-Gami Path of the Goddess

Kunitsu-Gami Path of the Goddess: precio, plataformas y dónde comprar

Kunitsu-Gami Path of the Goddess es la nueva licencia de Capcom en la que el folclore japonés le da ambientación a un juego de acción y estrategia en el que los dioses y los demonios se enfrentan. Tu misión es proteger a Yoshiro, encargada de purificar los entornos. El juego, con lanzamiento el 19 de julio de 2024, está disponible para PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC y cuenta con traducción al español mediante textos.

El monte de la purificación

Kunitsu-Gami Path of the Goddess es un juego diferente a todo aquello que hayas experimentado hasta la fecha. La nueva propuesta de Capcom apuesta por estilos muy particulares, asumiendo fases en scroll lateral, basándose en una acción más propia de un tower defense y haciendo uso de una estrategia en la que controlar todo el entorno resulta crucial para conseguir la victoria. Pero, ¿de qué trata Kunitsu-Gami Path of the Goddess? La historia comienza con Yoshiro, una doncella con la capacidad de canalizar la energía de los dioses para purificar el mal, quien se ve envuelta en medio de una invasión de arreptos, una suerte de demonios de la mitología japonesa.

Para poder combatirlos, Yoshiro invoca a Soh, un guerrero capaz de hacer frente a estas peligrosas amenazas y que se convierte en el avatar que controla el jugador. Con ello, la misión principal es la de limpiar el monte Kafuku de las hordas de arreptos y liberar los diferentes poblados y a sus habitantes que han sido maldecidos. Yoshiro es quien se encarga de purificar, pero hay que guiarla por un camino lleno de peligros que requieren de una protección muy medida para evitar que la doncella sufra daños en su propósito. Y, por muy sencillo que suene, te aseguro que es una completa tortura en algunos de los niveles más avanzados.

La defensa es tu mejor ataque

La preparación de la batalla es esencial para obtener el resultado deseado.

Entrando de lleno en la jugabilidad, Kunitsu-Gami Path of the Goddess se divide en varias fases. Cada vez que se visita una nueva zona, Soh puede explorar el territorio, recogiendo recursos para poder marcar el camino divino que debe seguir Yoshiro para alcanzar la puerta Tori y puruficarla y, al mismo tiempo, buscar aliados entre los aldeanos que han sido maldecidos y que prestarán su ayuda en combate cuando los demonios ataquen. Para ello, el jugador puede asignarles un trabajo de entre 11 clases diferentes que van aumentando las posibilidades estratégicas, dependiendo del tipo de enemigo al que haya que hacer frente, aunque para ello hay que gestionar los recursos del modo correcto.

Cada fase se divide en dos partes muy diferenciadas: el día y la noche. Teniendo en cuenta que el jugador puede hacer avanzar el ciclo día-noche a su antojo, hay que trazar muy bien la estrategia durante el día para preparar todas las defensas necesarias antes de que caiga la noche y ataquen los arreptos. Para ello, cada uno de los aliados se pueden situar a antojo en el mapa, de modo que defiendan la zona, ya sea mediante ataques a corta distancia como sería un leñador o a larga distancia, como los arqueros. Los enemigos son tanto terrestres como aéreos, por lo que situar las defensas de la manera correcta es crucial, aunque se pueden modificar en tiempo real durante la batalla.

El objetivo principal es defender a Yoshiro de las acometidas rivales.

¿El objetivo? Proteger a Yoshiro. La doncella estará ejecutando el ritual de purificación mediante el camino que hayas marcado, protegiéndose con las defensas que se preparen de manera previa. Hay que aguantar todas las acometidas hasta que vuelva a amanecer y seguir avanzando hasta poder purificar la puerta Tori, lo que define el final del nivel en cuestión. Lo cierto es que el combate es simple, con ataques básicos y combos variados, aunque sin una excesiva complejidad. Es un estilo hack n slash en el que hay que hacer frente a un buen puñado de enemigos mientras defiendes la zona, por lo que no esperes poder hacer uso de grandes habilidades con este propósito.

El verdadero ritmo lo marcan los jefes

Los enfrentamientos contra jefes demuestra el verdadero potencial de Kunitsu-Gamin: Path of the Goddess.

Si bien las fases principales de liberación de los poblados van aumentando en complejidad con el paso de las horas, el momento en el que Kunitsu-Gami Path of the Goddess se rasga realmente las vestiduras es en los combates contra jefes. Aquí se elimina por completo el ciclo día-noche y se centra en la estrategia pura y dura para conseguir encontrar el punto débil del jefe en cuestión. No me avergüenza decir que en la mayoría de los casos me tocó reiniciar las batallas porque no estaba encontrando la estrategia adecuada, lo que permite hacerte una idea de que Capcom quiere exigir al jugador a dar un paso más allá a la hora de preparar el combate y las unidades que lo componen.

Cuando derrotas a un jefe, se libera una nueva máscara Musubi, lo cual permite desbloquear un nuevo rol para los aldeanos, los cuales cuentan con su propio árbol de habilidades para mejorar su ataque, defensa o habilidades especiales que ejecutarán por su cuenta. Lo más interesante de esto es que cada jefe cuenta con una complejidad mayor, ya que los enfrentamientos son únicos y cuentan con un rompecabezas poco común para poder superarlo. A veces las diferentes clases, entre las que se sitúan leñadores, arqueros, magos, ladrones, ninjas o cañoneros, entre otros, son suficientes para explorar las debilidades del jefe, pero en otras hay que centrarse en la defensa de Yoshiro o, simplemente, explorar el entorno para saber cómo hacerle daño a ese hijo de los mil demonios que te está haciendo morir una y otra vez.

Los aldeanos pueden ejercer diferentes clases para desempeñar sus roles en batalla.

A pesar de que los niveles principales se pueden volver algo repetitivos con un diseño algo pobre en ciertos momentos y que repiten patrones, las batallas contra jefes sí que son capaces de generar ese ambiente de vicio en su propuesta que te invita a lanzarte a por una tentativa más para tratar de encontrar la grieta que te ayude a vencer. Son los momentos álgidos del título y que le sacan todo el jugo a la propuesta jugable, aunque tal vez el resto de apartados no terminen de estar a la altura para que el conjunto funcione como debe.

Reconstruir el mundo nunca fue tan aburrido

Las tareas de reconstrucción son muy simples y apenas aportan a la jugabilidad.

La otra parte central de la jugabilidad que quedaría por cubrir es todo lo referente a la gestión de cada una de las aldeas que se liberan al superar las fases principales. En cualquier momento se puede regresar a ellas para realizar ciertas tareas, aunque generalmente se centrarán en reconstruir todo aquello que los arreptos al destruido con su invasión. Para este propósito, Soh puede ordenador a los aldeanos que realicen esas tareas tan tediosas en las que se requiere un número determinado para completarse, aunque en este caso no basta con hacer avanzar el tiempo, sino que hay que superar fases para que lleguen a su fin.

Es el proceso más tedioso del juego y el más aburrido también. No aporta apenas nada, ya que las recompensas son mínimas y en todo momento se siente como un contenido de relleno con la intención de hacer el mundo más orgánico, pero se acba convirtiendo en un estorbo que se realiza de manera prácticamente mecánica. Además, en cada uno de estos poblados también se puede visitar la tienda de Yoshiro, donde se pueden equipar algunos amuletos con atributos especiales y mejorar el árbol de habilidades de los aldeanos que mencionaba antes. Poco más, lo cierto es que se echa en falta un buen contenido secundario que pueda servir de complemento real para el título, ya que todo lo que se incluye más allá de la propuesta principal deja bastante que desear.

Bello en lo artístico, pero sin riesgos en lo técnico

El estilo artístico de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es muy personal.

Con una propuesta jugable repetitiva, pero que sabe cómo sorprender en cada nuevo nivel para mantener al jugador pegado a la pantalla, queda por determinar cómo se comporta Kunitsu-Gami Path of the Goddess en el apartado artístico y técnico. Cabe destacar que estamos ante un juego AA, por lo que también se lanza a precio reducido, por lo que no se le puede pedir la misma exigencia que a otros grandes títulos de Capcom como Resident Evil 4 Remake o Dragon's Dogma II. Teniendo esto claro, lo cierto es que la propuesta consigue sorprender con un estilo muy personal y que entra de primeras por los ojos.

Esto es posible gracias a que Capcom ha arriesgado en la construcción del mundo de Kunitsu-Gami Path of the Goddess. Si bien es cierto que en el diseño de niveles se podía haber dedicado un esmero mayor, el estilo visual y artístico lucen un aspecto magnífico, como si los escenarios se hubieran construido en una maqueta. Algo que tiene sentido, ya que el propio equipo de desarrollo reconoció que algunos de los elementos que definen al juego pasaron por un proceso de digitalización a partir de objetos y construcciones reales para darle un toque artesanal y que respirara ese ambiente místico y legendario del folclore japonés. Sin duda, todo un acierto.

No se puede decir que el juego explote al máximo la nueva generación, pero cumple.

Este mimo que se ha puesto en conseguir generar un estilo artístico único y distintivo se nota en todo momento de la aventura, ya que la cámara más cercana permite ver un amplio grado de detalles e incluso los trajes cuentan con una confección real que les aporta un toque muy acertado para el universo en el que se desarrolla el título. Por su parte, en referencia a la parte técnica, no he encontrado ningún error reseñable, algo que también se explica por lo acotado de los escenarios que componen Kunitsu-Gami Path of the Goddess, aunque podría haber comprometido la tasa de fps por el gran número de enemigos que se reúnen de maner simultánea en pantalla. Se mantiene firme como una roca, al menos en la versión que he probado, que es la de PS5.

Por último y no menos importante, hay que hablar de la música del juego, que también juega un papel fundamental en el transcurso de las misiones. La banda sonora es un elemento más que se suma de manera orgánica a la jugabilidad, reaccionando a lo que ocurre en pantalla. En los momentos de exploración y obtención de recursos o en la tranquilidad de los poblados ya liberados, predominan los temas melódicos a piano que respiran la esencia del Japón clásico. No obstante, se vuelve más tribal cuando comienzan los combates, dejando paso a los tambores y otros instrumentos de percusión que aportan la tensión necesaria en esos momentos, cambiando por completo el ritmo y el tono cuando Yoshiro está siendo atacada por los enemigos. Otro de esos aspectos que suman y se unen del modo acertado a la propuesta.

Valoración final de Kunitsu-Gami Path of the Goddess

No se puede decir que Kunitsu-Gami Path of the Goddess vaya a pasar a los anales de la historia como uno de los juegos más destacados del catálogo de Capcom, pero sí hay que reconocerle a la compañía japonesa que ha arriesgado con algo totalmente diferente a lo que habían hecho hasta la fecha y respecto a lo que se había visto en el sector. Mezclar dos géneros tan diferentes entre sí, como el hack n slash y la estrategia estilo tower defense suena extraño desde un principio, pero el resultado es tremendamente divertido. Ser capaz de concentrar la tranquilidad de la preparación de un combate y después enfrentarse al frenetismo de un combate pasado por espada lo convierten en un juego divertido, que sabe lo que se propone y que es capaz de sorprender en las 20 horas que aporta su historia.