SCUF Reflex, análisis: un mando inalámbrico para mejorar las prestaciones del DualSense en PS5

Desde que PlayStation 5 se pusiera a la venta a finales de 2020, han sido varias las compañías que han probado suerte en ofrecer un mando mejor que el DualSense, el oficial por parte de Sony. Si ya ofrecimos un análisis del Razer Wolverine V2 Pro, ahora os traemos el SCUF Reflex, el primer lanzamiento de la compañía para los jugadores más exigentes, así como los profesionales, que piensan cambiar su mando oficial o tener una segunda opción a la hora de jugar.

SCUF es una marca muy conocida entre los jugadores eSports, así como para los amantes de la personalización, pues suele ofrecer mandos de alta calidad tanto en consolas como PC. De esta forma, la compañía lanzó el año pasado los mandos SCUF Reflex, una versión mejorada del DualSense repleta de personalización tanto en su diseño como funciones.

Así es la caja del SCUF Reflex

Especificaciones técnicas

Contenido de la caja y primeras impresiones

Así vemos el SCUF Reflex por primera vez

La caja del SCUF Reflex viene dentro de un cartón deslizante que, al quitarlo, nos permite abrirla en posición vertical para ver el mando protegido con plástico. El unboxing ya nos da la sensación de estar ante un producto premium que viene acompañado de un cable Paracord USB a USB Tipo-C de 2 metros, los manuales de usuario y 2 stick analógicos intercambiables adicionales a distinta altura.

No obstante, la experiencia del SCUF Reflex comienza antes de adquirirlo ya que, a través de su página web, se puede personalizar antes de solicitarlo. De esta forma, podremos seleccionar los colores del cuerpo del mando, de sus botones, de panel táctil o directamente apostar por un diseño creado por la propia SCUF.

El mando SCUF Reflex tiene la misma forma que el DualSense. De hecho, todas las características únicas del mando de PS5 se mantienen en esta versión mejorada, que no rechaza la vibración háptica, aunque sí permite deshabilitarla o sustituir los gatillos adaptativos por unos de recorrido super corto que ofrecen un resultado mucho más veloz. La forma de los sticks se puede elegir tanto cóncava como convexa, así como su altura, aunque lo mejor de todo es que la parte delantera es fácil de desmontar para sustituir a nuestro antojo.

Dicho esto, cabe recalcar que su conectividad con sola consola es la misma que la del mando oficial, pudiendo conectarse tanto por cable como de manera inalámbrica a través de una conexión Bluetooth. Entre el resto de características del mando SCUF Reflex resalta su conector jack de 3,5 mm para conectar auriculares, aunque hace unos días analizábamos los increíbles Corsair HS55 Wireless. En cuanto a la forma de cargar el mando, podemos optar por el cable USB-C así como la toma de carga de cuatro pines para utilizar cualquier soporte de carga oficial.

Así ha sido nuestra experiencia de juego

El SCUF Reflex acaba conquistando tras probarlo en la consola

Una vez que hemos encendido nuestra PlayStation 5 para jugar con nuestro SCUF Reflex hemos podido comprobar su calidad superior más allá del peso y rigidez del mando. Al tener la misma forma del DualSense parece que no hay mucha diferencia, aunque destacan características como una superficie antideslizante en las empuñaduras que hacen del agarre del mando una sensación de mayor seguridad al tacto.

Evidentemente, otra de las grandes diferencias son las dos pequeñas paletas trapezoidales que se añaden el mando en cada lado de su panel posterior, que difieren con notoriedad de las paletas verticales de otros mandos. No obstante, como lado chocante para tratarse de un mando pro es la falta de software propio, pues la manera de personalizar el mando y reconfigurar los botones adicionales es presionando el botón de perfil.

Por suerte, tanto como el desmontaje como cualquier tipo de personalización del mando resulta de lo más sencilla teniendo hasta 3 perfiles configurables. En definitiva, estamos ante uno de los mejores mandos de PlayStation 5, aunque desde hace unos meses compite con el mejorado DualSense Edge, que ofrece una serie de opciones de personalización tanto de hardware como de software (reasignar botones, ajustar sensibilidad del joystick y de los gatillos, cambiar entre varios perfiles de control o utilizar una interfaz de usuario única).

Lamentablemente, el SCUF Reflex continúa siendo un artículo de lujo para algunos jugadores. Todas sus características se ven reflejadas en su precio de venta recomendado al público: 219,99 euros, que si bien puede estar justificado para los profesionales, supone tan solo 20 euros menos del DualSense Edge, que cuenta con un estuche de transporte que permitirá cargar el mando vía USB sin sacarlo de este.

Al estar solo de venta en la página web de SCUF tendrás que estar muy pendiente de posibles ofertas, aunque sí finalmente te animas a dar el salto a esta marca no te arrepentirás, pues estamos ante un producto que sabe justificar calidad/precio.