He jugado CYGNI: All Guns Blazing y es una propuesta más que novedosa en su género

Los juegos de naves son un verdadero clásico. Experiencias que se apoyan en su diseño de enemigos para ofrecer experiencias que en muchos casos rondan lo imposible, pero que logran enganchar gracias a la satisfacción que ofrecen al completar los niveles, algo similar a lo que ocurre con los juegos souls. Dentro de este subgénero podríamos hablar de los llamados bullet-hell, que logran ser experiencias incluso más complicados y estresantes, que no están hechas para todo el mundo, y que principalmente nos llegan desde Japón. Personalmente debo decir que no es un género que me enamore especialmente, y es que la sensación de frustración consigue superar a la satisfacción de superar los niveles, pero de vez en cuando encuentro experiencias de este género que consiguen sorprenderme, y este ha sido el caso de CYGNI: All Guns Blazing.

Este título ofrecido por un estudio indie y publicado por Konami promete ofrecernos una experiencia innovadora dentro de su género. Tiene previsto lanzarse el próximo 6 de agosto, pero yo he tenido la oportunidad de jugarlo en profundidad, y es que este título cuyo nombre parece ser un trabalenguas esconde mucho más de lo que parece, o al menos eso es lo que he podido constatar en esta preview a la que he podido tener acceso.

La historia es importante

No diré nada sobre la narrativa de CYGNI, primero porque sus responsables nos han solicitado que evitemos cualquier tipo de spoilers, pero también porque creo que en este caso es importante preservar el interés. Como bien sabréis, en esta clase de títulos es común que la historia se deje de lado, encontrando en su lugar una sucesión de niveles que avanzan en ambientación y enemigos, pero que no parecen tener una conexión narrativa clara, obligando al jugar a conectar piezas en un puzle incompleto. Este no es el caso de CYGNI en absoluto, ofreciendo una historia que no parece que vaya a sorprender por su complejidad o su escritura sublime, pero que logra ser relevante en el conjunto, especialmente gracias a unas cinemáticas que quitan el hipo por unos valores de producción a la altura de los grandes juegos del medio, y que nos regalan mucho contexto sobre por qué estamos enfrentándonos a enemigos tan feos, pero a la vez tan imponentes.

Estamos hablando de un juego que dura unas 6 horas en su campaña, según han confirmado sus responsables, y que en cada nivel nos ofrece cinemáticas a la altura, lo que es un gran indicativo. Como he comentado, no daré detalles concretos sobre la misma, incluso evitando hablar de la base de narrativa, pero si debo decir que me ha sorprendido, no tanto por sus personajes memorables o diálogos que sorprenden, ni tampoco por giros de guion o preparación del terreno que sean realmente destacables, sino por ser coherente consigo misma y un buen punto de partida respecto a lo que luego disfrutamos en su gameplay. Además, antes de cada nivel podremos ver una pequeña descripción más que interesante, la cual no se hace pesada y que nos pone en contexto sobre todo el contexto respecto a la misión que estamos apunto de intentar completar.

Aun así, y según lo que he jugado, debo decir que su principal atractivo recae en las increíbles cinemáticas que nos ofrece, algo que ya he comentado en un par de ocasiones, pero creo que es necesario remarcarlo con más importancia. Son excepcionales, y de las mejores que he visto en tiempos recientes, algo que habla muy bien del estudio, teniendo en cuenta que, como ya he comentado, no dejan de ser un equipo indie.

Las cinemáticas cuentan con un valor de producción a la altura de los grandes del medio.

Una vuelta de tuerca al género

CYGNI no se conforma con ser un shooter de naves cualquiera, y mucho menos con ser un bullet-hell del montón, apostando por un estilo muy particular. Esto no solo viene dado por su enfoque claro en contar una historia, algo que no es común en su género, sino más bien por las particularidades de su gameplay, destacando especialmente las diferentes alturas que nos encontramos en combate.

En la mayoría de estos títulos las naves enemigos, o el tipo de enemigo que sea en este caso, nos aparece de frente, siendo que nuestro único obstáculo para poder eliminarlos es la incesante lluvia de proyectiles que tenemos en pantalla. En este caso nos encontramos con un gameplay que nos ofrece dos alturas principales: la que solemos tener, y el frente de batalla en tierra, donde también encontraremos enemigos. De primeras esto suena confuso, e incluso demasiado rebuscado, pudiendo tornarse en una experiencia demasiado confusa y que nos obliga a estar pendiente de demasiadas cosas al mismo tiempo, pero la realidad es que funciona. Sí, en muchos casos en la capa baja del enfrentamiento solo encontraremos minions inútiles que podemos matar simplemente por diversión, pero hay situaciones en las que el juego aprovecha esta particularidad de sus sistemas, como por ejemplo haciendo que un enemigo imponente aparezca desde la capa baja para luego ascender, permitiéndote atacarle antes incluso de que se sitúe en lo que normalmente sería tu campo de ataque.

El combate es frenético, divertido y más que satisfactorio.

Aun así, es completamente cierto que esto añade una capa de dificultad más para el jugador. No termina siendo rebuscado en absoluto, y aunque al principio es algo confuso te terminas acostumbrado, pero si es cierto que en muchas ocasiones nos obliga a estar pendiente de demasiadas casos, lo que incrementa la dificultad. Esto es algo que pudieron notar los usuarios cuando lanzaron una demo, por lo que decidieron reportarlo de inmediato al estudio, razón por la que se tomaron cartas en el asunto. Según sus responsables, estamos hablando de un título pensado tanto para veteranos del género como para aquellos que se adentran en el mismo por primera vez, razón por la que, tras escuchar los comentarios de los usuarios, tomaron la decisión de añadir niveles de dificultad. Estamos hablando de tres opciones (los clásicos Fácil, Normal y Difícil), y tras haberlo probados debo decir que se nota la diferencias, aunque también quiero advertir que incluso el modo de dificultad más bajo no es un campo de rosas. En caso de que quieras tener una experiencia más complicada una vez terminado el juego base, deberás adentrarte en el llamado modo arcade, que ofrece un juego mucho más complicado en todos los sentidos.

Dejando todo esto de lado, y entrando puramente en el aspecto del combate, debo decir que me ha sorprendido. No solo es divertido, sino que consigue ser satisfactorio, destacando un game-feeling que es de lo mejor que he visto en juegos del género. Es desafiante sí, y en alguna ocasión puede ser hasta frustrante, pero también es una experiencia novedosa en el género, y ofrecida por un estudio que ya ha demostrado saber escuchar a sus usuarios.

El diseño de enemigos (especialmente jefes) sorprende por momentos.

De lo más interesante en su género

CYGNI: All Guns Blazing puede ser una de las experiencias más interesantes de su género en mucho tiempo. Creo que todavía no estoy preparado para ofrecer mis impresiones completas, pero sí que estoy en posición de afirmar que el estudio responsable ha sabido leer lo que gusta en el género, adaptándolo a una experiencia que mantiene las raíces, pero innova lo suficiente para ser considerado novedoso en cierto sentido. Sus valores de producciones y muchas de las decisiones de diseño nunca harían pensar que estamos hablando del primer título de su estudio, pero así es.

Si te gustan los juegos difíciles, y además eres fan de los juegos clásicos de este género, no puedes dejar de echar un vistazo a CYGNI: All Guns Blazing cuando se lance el próximo 6 de agosto en PS5, Xbox Series y PC.