Impresiones finales de Ghostwire Tokyo en PlayStation 5 - Así son sus primeras horas
Hemos jugado las primeras 5 horas de Ghostwire Tokyo y os traemos nuestras impresiones del juego en PS5.
Ghostwire Tokyo es uno de los 2 juegos de Bethesda que se anunciaron como exclusivas de PS5 de forma temporal antes de que se realizase la compra de Bethesda por parte de Xbox. Tras las más que positivas críticas a Deathloop, que le valieron varias nominaciones a juego del año, llega el turno de Ghostwire Tokyo, lo nuevo de los creadores de The Evil Within con Shinji Mikami como productor del título.
A unos pocos días de su salida oficial y a que podamos daros nuestra valoración final con nota sobre el juego completo, lo que os traemos hoy son unas impresiones finales en base a los primeros 2 capítulos del juego, que componen unas 5 horas (más o menos) del juego. ¿Qué nos ha parecido? Pues seguid leyendo nuestras impresiones finales de Ghostwire Tokyo en PlayStation 5.
Abandonando el miedo para centrarse en las pesadillas
Lo primero que se ve a simple vista de Ghostwire Tokyo y que queda patente tras sus primeras horas es que no estamos ante un juego de terror ni ante un survival horror, algo que no nos pilla de sorpresa, ya lo dijeron sus creadores. Lo que Tango Gameworks ha desarrollado es un juego de acción y aventura en primera persona pero centrado al completo en la mitología japonesa, su forma de entender la vida y la muerte y los espíritus que nos rodean.
Shibuya es el origen de la extraña desaparición del 99% de sus habitantes. Es nuestra misión entender qué está sucediendo
Nuestra aventura va ligada a la de Akito, un joven que se ve en vuelto en un suceso paranormal que hace desaparecer al 99% de la población de Shibuya, uno de los barrios más conocidos y transitados de Tokyo. Aun así, Akito no será el único protagonista del juego, ya que su actual existencia va ligada a la de KK, un extraño personaje incorpóreo que posee a Akito para su propio interés.
Desorientados y sin acabar de entender lo que ha sucedido, Akito y KK se ven forzados a utilizarse mutuamente para lograr los objetivos de cada uno, que parecen estar relacionados entre sí. Akito quiere salvar a su hermana y el peculiar KK busca terminar un trabajo que comenzó tiempo atrás.
Durante estos 2 primeros episodios hemos podido ver y entender el motivo por el que Akito necesita a KK y viceversa: de por sí, Akito es una persona normal, pero obviamente tiene presencia en este mundo, por otro lado KK aporta poderes mágicos que permiten acabar con los enemigos pero necesita de un cuerpo para poder llevar a cabo sus "magias".
Akito y KK comparten el protagonismo de Ghostwire Tokyo
A nivel narrativo, el primer episodio del juego nos sirve para entender el background de Akito y empezar a comprender el mundo invadido por extraños espíritus que propone Tango. Por otro lado, el segundo episodio, de mayor duración, hace hincapié en los poderes, nuevas mecánicas y lo que es el mundo abierto del juego.
También introduce una situación bastante trillada en los juegos japoneses pero que en este caso, al suceder en los primeros compases del juego, resulta más interesante: Akito "pierde" a KK y se queda sin poderes, por lo que todo aquello que habíamos aprendido y con lo que nos habíamos beneficiado horas antes se ha esfumado. Debemos evitar los enfrentamientos y nos sirve para entender que necesitamos a KK si queremos conseguir nuestro objetivo, una revelación a la que llegan a la vez protagonista y jugador.
Una jugabilidad más que peculiar
La primera vez que vimos Ghostwire Tokyo en movimiento seguramente no era aquello que nos esperábamos. Los movimientos con las manos a la hora de atacar y ese estilo de juego se hacían extraños y no acababan de casar con lo que Tango nos tenía acostumbrados. El caso es que sí, que este gameplay se aleja muchísimo de los dos anteriores juegos de Tango y estamos ante algo más frenético y agresivo, con tres variantes (hasta el momento, que sepamos) de poder que nos permiten realizar ataques muy rápidos con aire, ataques amplios con agua y potentes con fuego.
La magia de aire es la primera que obtenemos y es la más "normal" para disparar a enemigos
Como si se tratasen de "balas" los ataques que hacemos con nuestras manos contarán con usos que recargaremos derrotando a enemigos o rompiendo objetos. Cada estilo de ataque tendrá más o menos usos y se podrá mejorar junto a características de nuestro personaje en el menú de habilidades.
Como hemos comentado antes, los diferentes estilos de ataque nos vendrán bien según la situación y el tipo de enemigo. Aun así, el hecho de contar con la opción de sigilo nos facilita un poco más las cosas. Si estamos al tanto de nuestro entorno y los enemigos y nos acercamos sin ser vistos podremos bajarlos sin problema y evitar enfrentamientos contra multitud de enemigos, donde tenemos las de perder. Si nos vemos envueltos en una batalla debemos ir combinando los diferentes poderes: si queremos hacer mucho daño tenemos el poder de fuego, si queremos que un ataque de a varios enemigos a la vez tenemos los ataques de agua y si queremos utilizar un ataque más normal pero rápido tenemos los de aire.
La magia de fuego es muy potente y acaba fácilmente con los enemigos, pero también es más escasa
Dentro de cada estilo de ataque tenemos un disparo normal (con R1) y uno cargado (con R2) que obviamente es más potente y causa más daño, aunque lo debemos cargar un tiempo, cosa que puede permitir al rival que ataque. Para defendernos no tenemos (que sepamos, de momento) un botón de esquivar, pero sí podemos utilizar el L1 para crear un escudo que reduzca el daño o, si lo pulsamos en el momento oportuno, puede devolver el ataque al enemigo sin nosotros recibir daño.
Aun así, creo que las sensaciones que nos dejan estas horas a los mandos es que el gameplay del juego no nos acaba de hacer click del todo. Seguramente necesitemos más horas y se incluyan novedades más adelante, pero sí que es verdad que todavía no nos hemos acostumbrado a este gameplay y no le vendría mal algún tipo de habilidad para hacer dodge a los ataques y darle algo más de fluidez. Los ataques al contar con usos más limitados deben ser más calculados, por lo que pierdes también más tiempo apuntando con criterio que utilizándolos.
Hasta el momento, la única forma que tenemos de no recibir daño es de generar una barrera o esperar al momento exacto para repeler el ataque enemigo, pero no podemos esquivar.
Junto a estos ataques también tenemos objetos de apoyo, como los conjuros que pueden crear barreras visuales para que no nos detecten si jugamos de forma sigilosa o para aturdir a un enemigo (o varios) en una zona y atacarles mientras no se pueden mover. Además, para las grandes distancias nos podemos valer de un arco y flechas para acabar con enemigos.
Un salto a la aventura y el mundo abierto
Ya en The Evil Within 2 vimos que Tango quería apostar por entornos más abiertos y una aproximación open world en sus juegos. Ghostwire Tokyo es la evolución de ese concepto con un mapa de Shibuya bastante grande donde podemos encontrar, además de las misiones principales, misiones secundarias, tareas que nos encargan los gatos comerciantes, santuarios que desbloquean nuevas zonas y objetos interesantes.
El mundo de Ghostwire Tokyo está limitado por una niebla que nos mata si nos adentramos mucho tiempo en ella, es por eso que debemos encontrar santuarios que, al purificar, absorban esa niebla y nos dejen avanzar. En cada zona que desbloqueemos encontraremos almas perdidas que podremos absorber para cambiarlas luego por puntos de experiencia y dinero, aunque el cometido oficial es liberarlas de su sufrimiento y llevarlas a un sitio seguro para que luego puedan volver al mundo real, claro.
Los yokais propios del folclore japonés estarán en el juego protagonizando historias secundarias o siendo de ayuda
En cuanto a los enemigos, Ghostwire Tokyo cuenta con todo tipo de interpretaciones de seres sobrenaturales basados en humanos atormentados: estudiantes estresados, trabajadores cansados de su rutina, jefes obsesionados con su poder... Todos los enemigos son visiones retorcidas de nuestra forma de ser y de aquello que nos atormenta. Además, cada enemigo se comporta de forma diferente, por lo que debemos entender cómo derrotarlos si no queremos pasarlo mal.
Por otro lado, también tenemos a los yokai, criaturas propias del folklore japonés que seguramente suenen a los jugadores de títulos como Shin Megami Tensei o, sinceramente, de cualquier anime, manga o juego que referencie la cultura japonesa. Estos seres no serán enemigos como tal, pero sí que protagonizarán historias secundarias que profundizarán en su forma de ser y sus diferentes historias de origen, como una misión en la que debemos devolver el magatama al espíritu de un niño que un Kappa había robado, haciendo caer al yokai en una trampa gracias a un pepino. También serán comunes los Tengu, que nos permiten acceder a los tejados de los edificios, o los Nekomata que nos venderán objetos interesantes en sus tiendas.
La ciudad de Tokyo más bella que nunca, pero con margen de mejora
La representación de Tokyo y su mítico barrio de Shibuya durante estas horas de Ghostwire Tokyo es increíble, sobre todo si jugamos con el trazado de rayos en reflejos e iluminación activado. El hecho de estar en una "noche eterna" con una lluvia intermitente y en una ciudad donde las luces de neón y los carteles llamativos están a la hora del día, el trazado de rayos le sienta como un guante al juego y sería incomprensible jugarlo sin él.
La multitud de luces y sus reflejos en Ghostwire Tokyo hacen que jugarlo con trazado de rayos sea obligatorio
El problema llega cuando el trazado de rayos implica sacrificar el rendimiento, ya que en el modo calidad normal nos vemos limitados a 30fps. Eso sí, hay un modo que nos permite jugar con trazado de rayos y con una tasa de frames por segundo muy cercana a los 60fps. El sacrificio, en este caso, se encuentra en la resolución, que baja drásticamente y se carga con un efecto granulado que ensucia todavía más la imagen. Aun así, gran parte de estas 5 horas que os traemos hoy aquí las hemos jugado con ese modo, ya que combina lo mejor que puede ofrecer PS5, aunque con una nitidez demasiado pobre para los estándares de hoy.
Otra cosa a comentar en estas impresiones es la utilización del DualSense, una de las mejores que recordamos desde que se lanzase PS5, con feedback háptico en casi todos los movimientos, efectos en los gatillos para los poderes y demás movimientos, haciendo que nos metamos de lleno en el juego. Se echa de menos, eso sí, la utilización del panel táctil para realizar ciertos hechizos que requieren de recrear formas, que se acaban realizando con los joysticks.
Finalmente, Ghostwire Tokyo llega con doblaje al castellano, pero con la opción de jugarlo también en japonés, idioma que hemos escogido y que le da un toque mucho más interesante a nivel de ambientación.
Un título de lo más prometedor con el sello de Tango Gameworks
Los momentos retorcidos y el jugar con la realidad que vemos serán habituales, con el sello de Tango
Comenzábamos estas impresiones dejando patente que Ghostwire Tokyo no es un juego de terror, pero no por eso no podemos decir que es un juego con el sello de Tango Gameworks y Shinji Mikami. El estudio japonés ha dejado patente anteriormente que era capaz de crear historias originales y retorcidas, con momentos en los que desafiaba la realidad con entornos cambiantes y enemigos con diseños impresionantes. Todo eso lo encontramos en Ghostwire Tokyo, solamente que con un enfoque más centrado en la acción y en el mundo abierto, con mayor énfasis en la construcción del mundo que nos rodea y su trama.
Lo que sacamos en claro tras estos dos primeros episodios es que nos quedamos con ganas de más, de mucho más, de seguir la aventura de Akito y KK para ver cómo se resuelve esta intrincada propuesta en un mundo sumido por los espíritus y los yokai.