Alfred Hitchcock quería trabajar con este actor clásico, pero nunca llegó a hacerlo

Aunque pudo trabajar con grandes figuras de la industria, el maestro del suspense se quedó con las ganas de colaborar con un actor al que admiraba

Alfred Hitchcock quería trabajar con este actor clásico, pero nunca llegó a hacerlo
Uno de los actores clásicos más grandes de todos los tiempos
Publicado en Cine

Indiscutiblemente, las mejores películas de Alfred Hitchcock hablan por sí solas, el maestro del suspense intentó siempre materializar sus proyectos junto a las grandes estrellas de la actuación. A pesar de sus duras exigencias, muchas de las cuales, simplemente, se trataron de su intención de alcanzar siempre la perfección en cada una de sus obras, los principales artistas del momento compartieron el deseo de demostrar su potencial frente al gran Alfred Hitchcock.

De esta manera, no es sorprendente su interés especial hacia Gary Cooper, el actor no solo derrochaba talento, también tenía un perfil idóneo para el estilo de personajes característico de las producciones del director.

Cooper era ideal para interpretar personajes atormentados y ambiguos

Gary Cooper

El actor perfecto para las películas de Hitchcock

Básicamente, la fascinación que Hitchcock sentía hacia Cooper estaba sustentada en las propias cualidades del actor. Desde su perspectiva, el ganador de los Premios de la Academia por El sargento York (1941) y Solo ante el peligro (1952), era especialista en transmitir sensación de vulnerabilidad y normalidad, algo perfecto en historias donde el protagonista debe enfrentarse a situaciones peligrosas o de paranoia.

Asimismo, la imagen de Cooper era la de un hombre común estadounidense, su personalidad tranquila y carisma iban de la mano con su habilidad natural para proyectar fuerza interior. De esta forma, se ajustaba mejor al molde que Hitchcock buscaba para sus producciones.

Además de un arquetipo perfecto para personajes envueltos en situaciones extraordinarias, y un lenguaje corporal capaz de expresar emociones sutiles y conflictivas, Cooper podía hablar con la mirada, un aspecto crucial en los papeles de las historias del director.

Hitchcock admiraba la imagen de integridad y heroísmo de Cooper

No es un secreto, la mayor parte de los personajes de las obras del cineasta estaban obligados a ocultar secretos y miedos. Por ello, era normal la presentación de narrativas que exploraban la ambigüedad moral y la manera en la que, hasta las personas más correctas, llegan a cometer actos oscuros.

En este sentido, la imagen de hombre bueno de Cooper le iba a brindar mayor libertad de exponer la dualidad humana, después de todo, buena parte de los papeles interpretados fueron de hombres valientes e íntegros, sin temor a enfrentar el peligro y defender la justicia.

¿Por qué Gary Cooper nunca participó en una película de Alfred Hitchcock?

Gary Cooper

Hay una razón muy probable por la cual nunca llegaron a trabajar

Si bien Cooper era uno de los iconos de la actuación durante los años 40, tanto el actor como Hitchcock tenían agendas muy ocupadas. Pero las dificultades para coordinar sus tiempos no fueron el único impedimento. Es bastante probable que no pudieron encontrar un proyecto capaz de satisfacerlos a ambos.

En efecto, Cooper siempre demostró su talento y versatilidad. Sin embargo, el actor mantuvo una imagen vinculada a personajes heroicos e íntegros, y no estaba dispuesto a socavarla. Contrariamente, el director era especialista en explorar el lado más sombrío de la naturaleza humana. De esta manera, existe la hipótesis sobre una posible falta de comodidad respecto a los papeles perturbadores creados por el cineasta.

Aun así, el director confesó su interés hacia dirigir a Cooper, algo poco común, teniendo en cuenta lo indiferente que siempre fue con los actores durante toda su trayectoria artística. De acuerdo a sus propias declaraciones, lo que realmente le atraía era la facilidad del actor de conquistar al público, por ello, consideraba que su perfil era el indicado para el estilo de cine que estaba acostumbrado a ofrecer.

A pesar de la admiración mutua. Cooper rechazó dos papeles protagónicos en películas de Hitchcock, uno en Enviado especial (1940), y el otro en y Sabotaje (1942). En algún momento, se planteó un trabajo conjunto en El naufragio de la Mary Deare (1959), desafortunadamente, el proyecto nunca se concretó.

En definitiva, la visión de Hitchcock lo convirtió en uno de los directores más exigentes de su generación, probablemente, esta sea la razón por la que Clint Eastwood rechazó el papel en una de sus películas.

Sin embargo, esto no impidió que decenas de actores de primera categoría hicieran fila para participar en sus retorcidas producciones. Indudablemente, los cinéfilos que admiran el trabajo del cineasta también consideran que hubiese sido maravilloso ver a Cooper protagonizar una de sus obras, por lo que resulta una verdadera lástima que esto haya quedado solo en nuestros sueños.

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