Christine, la adaptación de la novela de Stephen King, no habría sido lo mismo sin la magia de John Carpenter

Una decisión arriesgada de John Carpenter fue el elemento clave para la adaptación de Christine, el clásico de Stephen King

Christine, la adaptación de la novela de Stephen King, no habría sido lo mismo sin la magia de John Carpenter
A pesar de la negativa con el resultado, fue la mejor idea
Publicado en Cine

Sin duda, pocos autores han generado tanto impacto en la industria del cine como lo ha hecho el maestro del terror, Stephen King –aunque su carrera haya nacido gracias a una película infantil–. Sus novelas son codiciadas por los cineastas que desean destacar en el género horror. Durante décadas, hemos sido testigos de innumerables adaptaciones de sus obras, sin embargo, existe una que despierta especial atención debido a su controversial forma de adaptar la historia original. En 1983, la veteranía de John Carpenter se hace sentir a través de un thriller que eleva el terror del espeluznante relato plasmado en el libro.

Si bien Christine se basa en la novela homónima de King, el director realizó importantes cambios que marcaron la diferencia en el resultado final, convirtiendo a la producción en uno de los proyectos más ambiciosos, y arriesgados, de Carpenter.

¿Qué tiene de especial la adaptación de John Carpenter?

Christine Coche

Lo mejor de Chistine es la combinación perfecta de las visiones de King y Carpenter. Aunque la película se ciñe a la mayor parte de la novela, la principal diferencia entre ambas radica en el origen del auto. En la obra escrita, la trama se centra en el coche poseído, de esta forma, aborda la historia de Roland LeBay, su antiguo propietario y la manera en la que su espíritu terminó apoderándose del vehículo en busca de venganza.

Contrariamente, el guión escrito por Bill Phillips para la adaptación de Carpenter deja a LeBay fuera de la historia. El tema del coche se limita a decir que es un ejemplar que “nació malo” desde su fabricación. Así queda en evidencia en la secuencia inicial, donde vemos que cobra la vida de su primera víctima durante el proceso de ensamblaje.

De esta manera, mantiene el misterio respecto a los orígenes del mal, una decisión que permitió la creación de un hilo argumental completamente diferente y mucho más sólido.

Christine de Carpenter es mucho más aterradora

Los aficionados a la lectura coinciden en que no hay nada más frustrante que ver la forma en la que las adaptaciones a la pantalla de cine aniquilan una novela, afortunadamente, este no es el caso. A pesar de lo improbable que suena, teniendo en cuenta que la novela fue escrita por King, la historia de fondo de Christine es superior cuando hablamos de terror.

Carpenter supo aprovechar los elementos propios del medio para convertir 500 páginas, en una producción que dura poco menos de dos horas. En este sentido, la eliminación de LeBay supuso la oportunidad de evitar los flashback necesario para explicar las razones por las que Christine se volvió malvado.

De esta forma, pudo dirigir el enfoque hacia la interacción de los personajes principales, y exponer la influencia de Christine sobre Arnie, quien pasó de ser el chico nerd y educado, a un joven grosero y lleno de ira. Por otra parte, omitir la naturaleza del mal al que se enfrenta incrementa el horror de la premisa y deja muchas cosas a la imaginación.

Aunque mantiene el misterio, se insinúa que se trata de una cualidad maligna proveniente de otro mundo, algo que, además de intangible, se ajusta muy bien al concepto planteado en la obra de King.

La reacción de Stephen King no fue la mejor

Christine Coche 2

Aunque a King no le agradó, realmente fue la mejor decisión

Los que seguimos de cerca las películas basadas en la obra de King sabemos que el maestro del terror no siempre está conforme con las adaptaciones, la de Carpenter no es la excepción.

De acuerdo a lo señalado en el prólogo de la versión en libro del guion de El cazador de sueños (2003), el autor consideraba a Christine un fracaso rotundo por ser demasiado aburrida. Esta opinión no solo choca con el consenso de la crítica especializada, sino de la audiencia en general.

En definitiva, es poco probable que la adaptación de Christine hubiese tenido el mismo efecto sin los cambios de Carpenter, la visión del cineasta sustenta el concepto de misterio y horror que distingue a la producción. De esta forma, la simplificación del origen del auto malvado y la omisión del factor de posesión, fueron dos decisiones arriesgadas, pero que valieron la pena.

Aunque se ganó las críticas negativas de King, no cabe duda que centrarse en los elementos de terror y en el desarrollo de los personajes, es lo que convierte al filme en un éxito subestimado. Y por supuesto, las adaptaciones de los libros de King no pararon allí, de hecho, actualmente esperamos una nueva adaptación que está repleta de estrellas de cine.

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