Cómo Steven Spielberg pudo salvar la desastrosa película bélica que casi terminó con su carrera
Tras revolucionar Hollywood con Tiburón, Steven Spielberg quiso hacer una comedia que parecía tenerlo todo para triunfar

Steven Spielberg es considerado uno de los mejores directores de la historia. Lo cierto es que ha estado involucrado en algunas de las mejores películas de todos los tiempos, pero su desastrosa comedia sobre la Segunda Guerra Mundial no fue una de ellas. Y es que 1941 está muy lejos de ser una de sus mejores películas. Con un elenco increíble que forma parte del mundo de la comedia, este fracaso desperdició su increíble potencial.
La comedia que Steven Spielberg no pudo salvar
El propio Steven Spielberg sabía que las cosas no iban bien y consideró hacer un cambio importante a mitad del rodaje. Aunque ha demostrado que sabe dominar múltiples géneros, Steven Spielberg nunca dominó por completo la comedia. De hecho, solo al combinar otros géneros como la acción en Indiana Jones o el crimen en Atrápame si puedes, su lado cómico parecía convencer.
La realidad es que hay una buena base en 1941, pero la cruda realidad es que la película simplemente nunca llegó a funcionar. Antes del estreno de 1941, parecía que Steven Spielberg no podía equivocarse. Tras su gran éxito con Tiburón, este talentoso cineasta consiguió conquistar la industria de Hollywood. También se convirtió en el director más prometedor del momento.
Con un potencial increíble y un sinfín de oportunidades, Steven Spielberg aprovechó su éxito para realizar esta película bélica de gran presupuesto, que contó con la participación de Dan Aykroyd o John Belushi. Todo apuntaba a una combinación perfecta y las bases de un clásico, pero los resultados no fueron especialmente impresionantes.
1941 surgió a raíz de una interesante idea, pero la ejecución no fue la mejor. Los chistes abundaban, pero el problema era que ninguno conseguía funcionar. Además, la trama era confusa y muy difícil de seguir. Steven Spielberg lo arriesgó todo para ver qué funcionaba, y acabó en una película que no tenía mucho propósito. Sin embargo, la solución a este problema podría haber pasado por un cambio que el director también consideró.
Steven Spielberg confirmó que tenía un plan para convertir 1941 en un musical. También había fantaseado con la idea de que John Williams hubiera participado en el desarrollo de ocho números musicales con canciones y bailes. Al final, nada de eso se acabó viendo, ya que Steven Spielberg admitió que no tenía el suficiente coraje para poner en práctica el plan.
Si Steven Spielberg hubiera hecho caso a su instinto al concebir 1941, la mayor parte de las ideas de la película hubiesen encajado mejor. Es posible que el resultado final hubiese sido una película absolutamente extraordinaria. Como director que ha alcanzado todos los logros que un cineasta podría desear, es sorprendente que Steven Spielberg haya tardado tanto en animarse a hacer su propio musical.