El director de Parásitos creó uno de los mejores thrillers de asesinatos hace casi dos décadas
Bong Joon-ho, el director de Parásitos, fue el encargado de producir un filme donde espectador oscila entre la risa y el horror de una manera magníficamente perfecta

La victoria de Parásitos (2019) como Mejor Película en los Óscar de 2020 fue un hito significativo en muchos aspectos, ya que finalmente, una película en un idioma extranjero había sido reconocida como la mejor del año. Sin embargo, para los amantes del cine, el verdadero logro fue que el director y guionista Bong Joon-ho lograra entrar en el panorama popular, y que una sátira social sobre los ricos fuera tan bien recibida por los votantes del Oscar que nos recuerda a las películas de terror con crítica social.
Y si bien después de este logro empezó a estar en el ojo mediático, Bong ya se había consolidado como un visionario singular con sus trabajos anteriores, en especial con su thriller policial de 2003 Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie).
Bong Joon-ho se consolidó como autor con Memories of Murder

Este thriller de hace más de dos décadas rompe con todos los esquemas
Bong Joon-ho, pasó de ser un nombre conocido entre los entusiastas del cine a una celebridad que encantaba con sus comentarios ingeniosos en las premiaciones. Su entrada en el cine estadounidense tuvo obstáculos, como la interferencia de Harvey Weinstein en su película distópica, Rompenieves (Snowpiercer) (2013), y la limitada repercusión de su aventura de ciencia ficción, Okja (2017), debido al formato de transmisión de Netflix. No obstante, Parásitos, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2019, logró captar una audiencia masiva.
La magistral ejecución de la película y su aguda crítica social la convirtieron en un fenómeno imperdible, a pesar de la habitual reticencia del público occidental hacia películas en idiomas extranjeros.
Bong ha demostrado una versatilidad increíble, dirigiendo desde una mezcla de terror Kaiju y drama en The Host (2006) hasta un oscuro thriller psicológico en Mother (2009). Su obra revelación, Memories of Murder, parece ser un simple thriller policial al principio, pero a medida que se desarrolla, el espectador oscila entre la risa y el horror, perdiéndose de manera brillante en la narrativa.
Ambientada en una pequeña provincia coreana en 1986, la película sigue a dos detectives, Park Doo-man y Cho Young-koo, que investigan de manera caótica y poco ética el misterioso caso de dos mujeres violadas y asesinadas. Incluso con la llegada del detective más perspicaz, Seo Tae-yoon, el caso sigue sin resolverse.
Los cambios de tono y género son la esencia de Memories of Murder

De un filme satírico a un thriller psicológico que te causará una profunda desesperación
Una característica distintiva de Bong Joon-ho es su habilidad para mezclar tonos y desafiar las convenciones de los géneros cinematográficos. Sus películas no se encasillan en un solo género: por ejemplo, en Memories of Murder, vemos una transición audaz entre la comedia de compañeros policías, el thriller intenso y el drama psicológico.
Cuando Bong explora la torpeza de los dos detectives protagonistas, la película alcanza su punto más atrevido. El humor, aunque sorprendente, está bien justificado, se integra perfectamente con el tema de la ineptitud en la aplicación de la ley. Las notas oscuras y satíricas de la película se manifiestan cuando Cho golpea a un sospechoso para obtener una confesión falsa por pura desesperación. La desesperación es un hilo conductor en Memories of Murder, desde el intento fallido de seguir un procedimiento competente hasta la búsqueda infructuosa de claridad en un caso enigmático.
En Parásitos, Bong muestra su dominio del cambio de tono, transformando una sátira social en un thriller intenso. No obstante, Memories of Murder sigue siendo su obra maestra en este aspecto. Como sátira y drama criminal, la película logra combinar estos elementos a la perfección. La representación crítica y burlesca de los detectives principales descarta cualquier noción de glorificación de la justicia penal.
Al mismo tiempo, la película es un emocionante procedimiento que incita al espectador a involucrarse profundamente en el caso. La brutalidad del crimen es impactante, pero explora el lado oscuro del interés humano. Desde las amplias vistas de los campos coreanos hasta los sórdidos interiores de la comisaría, Memories of Murder crea una atmósfera envolvente.
Memories of Murder está basada en una historia real

Además de su magnífica ejecución, Memories of murder está basada en una historia real
No es sorprendente que Bong Joon-ho sea fan de Zodiac de David Fincher, ya que ambos filmes comparten una atmósfera inquietante y abordan la inutilidad del sistema de justicia penal frente a casos indescifrables. Aunque son thrillers oscuros, ambas películas son fascinantes y se pueden ver repetidamente sin perder el aliento. El humor inesperado en Memories of Murder, a pesar de su tema sombrío, refleja la habilidad de Bong para la comedia negra, comparable a directores como Martin Scorsese y Quentin Tarantino.
Basada en la obra de teatro Come to See Me (1996) de Shim Sung-bo, Memories of Murder trata sobre los primeros asesinatos en serie confirmados en Corea del Sur, que quedaron sin resolver hasta 2019. Ese año, el asesino, Lee Chun-jae, fue identificado mediante pruebas de ADN y confesó los crímenes mientras cumplía cadena perpetua por otro asesinato. Sorprendentemente, Lee no había sido considerado sospechoso antes, a pesar de llevar descaradamente el reloj de una de sus víctimas. Las críticas de Bong al sistema de aplicación de la ley no solo fueron dramáticamente efectivas, sino también proféticas.