El huevo de pascua de Toy Story 3 que lo cambia todo

El futuro de uno de los personajes más importantes de la saga estuvo ante nuestros ojos todo el tiempo

El huevo de pascua de Toy Story 3 que lo cambia todo
Toy Story 3 finaliza una de las mejores trilogías de la historia (si se le puede considerar una...)
Publicado en Cine

Existen muy pocas trilogías cinematográficas perfectas. La saga original de Star Wars o la de El Señor de los Anillos suelen encabezar la lista, pero hay una trilogía animada que merece un lugar de honor junto a ellas. Las tres primeras películas de Toy Story de Pixar son una obra maestra narrativa, una saga que maduró junto a su audiencia y que culminó en uno de los finales más emotivos de la historia del cine.

El éxito de estas películas reside en la madurez con la que Pixar siempre ha tratado a sus espectadores. La franquicia creció con una generación entera que vio en la amistad de Woody y Buzz un reflejo de la suya propia.

Toy Story 3 es la culminación de ese viaje,, una despedida agridulce y universal de la infancia y que de hecho, esta fue la misma razón por la que Tarantino se niega a ver la cuarta película. Dentro de su brillante guion, la película esconde detalles sutiles y geniales, incluyendo la revelación del destino de un personaje que muchos no habían vuelto a ver desde 1995.

El regreso del villano de la infancia

Toy Story 3 Sid

Solo los fans más atentos habrán notado este detalle

¿Quién podría olvidar a Sid Phillips? El vecino de Andy en la primera Toy Story era la encarnación de la pesadilla de cualquier juguete. Un niño problemático que encontraba placer en torturar, desmembrar y hacer estallar a sus víctimas de plástico.

Con su icónica camiseta negra de calavera, Sid no era solo un antagonista; era un pequeño monstruo que representaba el terror más absoluto para Woody y sus amigos.

Por eso, su breve pero significativo regreso en Toy Story 3 es un golpe de genialidad. Los creadores no pudieron resistirse a traerlo de vuelta, y su cameo es casi imposible de ignorar para los fanáticos más atentos. La infame camiseta de calavera, grabada en la memoria de toda una generación, es la clave para descubrir qué fue del niño más temido de la calle.

Un cierre de círculo irónico y brillante

Toy Story 3 Camión de Basura

Irónicamente, el peor miedo de los juguetes se convirtió en su salvación años más tarde

Al principio de Toy Story 3, vemos a un joven recolector de basura trabajando en su ruta. Viste un chaleco amarillo de alta visibilidad, pero debajo se asoma la inconfundible camiseta negra con la calavera, ahora algo descolorida por el tiempo.

Con los auriculares puestos y cantando entre dientes, ese joven es, sin duda, un Sid adulto. Su destino, lejos de ser el de un genio del mal, es uno mucho más mundano y corriente.

Este huevo de pascua es mucho más que un simple guiño; primero, sirve para resaltar el profundo contraste entre él y Andy. Mientras Andy, el niño bueno que amaba sus juguetes, se prepara para ir a la universidad y comenzar un futuro brillante, Sid, el destructor de juguetes, tiene un trabajo humilde pero honrado. Es una forma sutil de mostrar cómo las acciones y el carácter de la infancia pueden moldear el camino de una persona.

La genialidad de este detalle alcanza su punto máximo cerca del final de la película. Cuando Woody y la pandilla logran escapar de la guardería Sunnyside, es precisamente el camión de basura de Sid el que pasa en el momento justo, convirtiéndose en su vehículo de huida.

Sin saberlo, el antiguo torturador de juguetes se convierte en el salvador indirecto de los mismos personajes que aterrorizó años atrás. Es un cierre de círculo perfecto, irónico y profundamente satisfactorio que demuestra, una vez más, la brillantez narrativa de Pixar.

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