El Señor de los Anillos: ¿qué pasaría si se enfrentaran el Balrog y Smaug?

El primer gran monstruo que vemos en las películas de Peter Jackson es el Balrog de Moria en El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo (2001). En esta, se nos presenta al demonio como un ser infame prácticamente invencible que custodia las minas de las que tuvieron que huir los enanos tras despertarlo accidentalmente, hecho que se muestra en la serie de El Señor de los Anillos: los Anillos del Poder (2022), la cual contará con una segunda temporada. Sin embargo, Gandalf se cruzará en su camino y nos dejará una de las escenas más recordadas de la saga con el mítico: "¡no puedes pasar!".

Cartel de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo

No obstante, si seguimos un orden cronológico, la primera bestia que aparece es el gran dragón Smaug. Este villano es uno de los personajes centrales de las novelas de El Hobbit escritas por J.R.R. Tolkien. Smaug es un poderoso dragón que habita en la Montaña Solitaria, el reino de Erebor, custodiando el inmenso tesoro que les arrebató a los enanos siglos atrás. Desde entonces, la gran fortuna de oro y joyas quedó retenida por la aterradora criatura que masacró al pueblo enano.

Aunque en las películas de El Hobbit podemos ver como Bilbo encuentra el Anillo único y se lo arrebata a Gollum o una batalla final contra los orcos de Sauron a las puertas de la montaña, en realidad el objetivo de Gandalf a la hora de guiar a los enanos era otro muy distinto. La misión del mago era ayudar a Thorin Escudo de Roble, que buscaba la venganza de su raza, a reconquistar la Montaña Solitaria para poder alcanzar su principal propósito, deshacerse del diabólico Smaug.

Smaug en las películas de El Hobbit

Gandalf, al ser un Maiar en forma de istari (mago), conocía a la perfección el poder de El Señor Oscuro y como podía utilizarlo. Y es que Sauron contaba con el despiadado Smaug y no dudaría en usarlo para hacerse con el control de la Tierra Media e instaurar el mal. La realidad es que Gandalf no andaba muy lejos de la verdad ya que en La Batalla de los Cinco Ejércitos, al final de la última película de El Hobbit, podemos ver como la participación de Smaug hubiera sido diferenciadora y fatal para las razas que se unieron contra Sauron.

Lo cierto es que aunque Smaug no se hubiera aliado con Sauron, cosa poco probable, en las novelas de El Hobbit, el dragón seguiría siendo un problema latente para Gandalf en el camino a la victoria final en la trilogía de El Señor de los Anillos.

Por tanto, lo más inteligente era quitarse cuanto antes de en medio a un rival tan poderoso, ya que a Gandalf se le hubiera acumulado el trabajo posteriormente al tener que enfrentarse a las dos criaturas casi al mismo tiempo, el Balrog y Smaug. Imaginarnos a estos dos aterradores seres en el mismo contexto nos lleva a varias cuestiones inevitables: ¿cuál de los dos le complicaría más las cosas a Gandalf?, y por tanto, ¿cuál es más poderoso?. Quizá la respuesta la consigamos si los enfrentamos.

El despertar del Balrog en El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder

Las dos bestias más temidas de las trilogías mostraron su inmenso poder pero, ¿quién vencería en un enfrentamiento?

La incógnita se mantiene más difícil de resolver al no haber tenido una batalla directa de Gandalf con Smaug, mientras que sí vimos al mago enfrentándose con el Balrog en El Señor de los Anillos: las dos torres (2002). Esto puede hacer pensar que Gandalf prefirió no luchar con el dragón por temer su derrota y haberse creído con más opciones al luchar con el Balrog, sin embargo, es todo lo contrario.

Como ya hemos mencionado anteriormente, Gandalf es en su origen un Maiar, un ser celestial y muy poderoso enviado a la Tierra Media con forma humana para protegerla del mal acechante de Morgoth y sus sucesores (Sauron). Por tanto, si alguien conoce el origen de las criaturas malignas es él. La procedencia de Smaug es un poco difusa ya que Tolkien nunca la concretó pero, teniendo en cuenta la conversación que mantiene con Bilbo Bolsón en la Montaña Solitaria, parece que su origen está en la propia Tierra Media.

Los Maiar servían a los Valar

Esto nos despeja cualquier duda sobre el desenlace en una supuesta batalla entre Smaug y el Balrog. El dragón no tiene ninguna opción frente al temido demonio de Moria por una sencilla razón, el Balrog también fue un Maiar al igual que Gandalf y su poder transciende de lo terrenal. Los Balrog fueron Maiar creados por Ilúvatar (dios todopoderoso), al igual que el resto, pero terminaron siendo corrompidos por un maligno Morgoth que les dio esa forma demoníaca.

Esto explica la razón por la que Gandalf se enfrenta cara a cara con el Balrog ya que, como nos dejan entrever en la conversación oculta que mantienen en el puente de Khazad-dûm, el único que podría derrotarle era él mismo. Por su parte, vemos como Smaug es asesinado con una flecha por un simple humano solitario. Existen otras razones por las que Smaug saldría derrotado además de la evidente diferencia de poder, y es que el principal arma que usa el dragón en la Tierra Media es su ráfaga de fuego, cosa que el Balrog ni notaría al estar hecho de las propias llamas de Morgoth.

Gandalf derrotó al Balrog en El Señor de los Anillos

El Balrog llevó la límite a Gandalf, el cual tuvo que renunciar a su juramento de no usar la totalidad del poder que acumulaba para poder vencerle en lo alto de la montaña. Por tanto, y aunque hubiera sido visualmente asombrosa la batalla, el enfrentamiento no hubiera tenido mucho misterio y el Balrog habría terminado con el gran dragón usando su poderosa capacidad forjada por el propio Enemigo Oscuro.