Esta es una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia, pero actualmente nadie la recuerda
Es una de esas películas de ciencia ficción raras que después de ver una vez, no puedes sacarla de tu cabeza y cambia por completo tu forma de ver el mundo

El género de ciencia ficción se encuentra en constante evolución, y cada año nos encontramos con una película mejor que la anterior. Sin embargo, hay ciertos clásicos que no pueden ser pasados por alto, a pesar de que muchos ya ni siquiera los recuerden, y este es el caso de Ex Machina, una de las mejores películas de ciencia ficción de toda la historia.
Se trata de una de las películas más fascinantes de la carrera del escritor y director Alex Garland, una adaptación moderna del cuento clásico de Pigmalión. Y si bien la película permite disfrutarla a un nivel puramente superficial, realmente está llena de muchas cosas ocultas, desde elementos bíblicos con los nombres de los personajes o la toma final de las siluetas alusivas a la Alegoría de la Caverna de Platón. Sin embargo, en un nivel más metatextual, te sorprenderá conocer como tú mismo, como espectador, terminarás formando parte del experimento de pensamiento filosófico que conduce Nathan.
¿De qué trata Ex Machina?

Una película de ciencia ficción llena de matices y giros subversivos
La trama de la película gira principalmente en torno a tres protagonistas: Caleb, un programador informático que es invitado a reunirse con su jefe en una aislada propiedad en lo más profundo de las montañas de Alaska. Nathan, el jefe de Caleb, un genio informático e inventor del motor de búsqueda más potente del mundo, y Ava, un robot con una apariencia de mujer.
Nathan contrata a Caleb haciéndole creer que ganó un concurso para probar su nuevo proyecto ultrasecreto: Ava, una IA humanoide. Caleb se encargará de realizar una prueba de Turing a Ava, es decir, evaluar sus capacidad para exhibir un comportamiento humano, y de esta forma, ver si se puede considerar a Ava un individuo consciente. Sin embargo, Caleb termina encontrándose con Ava al ser testigo del siniestro trato que recibe a manos de su creador, y planea escapar de ella.
Aquí es cuando Nathan revela la verdadera prueba y le indica a Caleb que sabía desde un principio sus intenciones por escapar, y que el verdadero sujeto de prueba no era Ava, sino Caleb. Caleb en realidad no fue contratado para determinar si Ava era capaz de pensar, sino más bien, para ver si lograba caer en su manipulación, lo que demostraría que es digna de la empatía humana.
Ella es una rata de laboratorio que está usando todas las herramientas que tiene a su disposición detrás de una pared de vidrio para lograr que Caleb la libere. Pero, realmente es la audiencia la que está siendo manipulada, pues, nos han hecho creer que Ava es digna de nuestra simpatía, a pesar de su traición.
Ex Machina tiene una serie de giros notablemente estratificados, muy complejos, incluso complicados de explicar propiamente. Sin duda, allí se encuentra su magia, es una película que puedes evaluar desde diferentes perspectivas y como sea siempre termina sorprendiéndote.
Después de ver Ex Machina, no volverás a ser la misma persona

Ex Machina está repleta de preguntas que no podrás responder
Este emocionante drama de suspenso de Garland aborda la interrogante fundamental: ¿qué significa estar vivo? Ex Machina es, en esencia, un relato de 108 minutos donde tres personajes mantienen un diálogo constante, y aun así, la batalla interna que presentan es tan atrapante que resulta inevitable ser consumido por el relato y las profundas preguntas que se llevan a cabo de forma implícita.
El dilema sobre la autoconciencia de Ava es apenas el inicio; la elección de Caleb desencadenará repercusiones significativas. Si aceptamos que Ava posee vida: ¿tendrá la libertad de vivirla según sus propias reglas? ¿Se valorará su existencia artificial en igual medida que la humana? Siendo Ava un activo de la empresa, surge la duda: ¿cuándo supera la máquina su condición de objeto para convertirse en un ser con identidad propia?
A pesar de ello, Ex Machina se mantiene fiel a su esencia de ser un thriller cargado de paranoia, y las interpretaciones magistrales de los tres actores principales logran que la narrativa sea tan envolvente como los enigmas que plantea. Es por ello que compite de cerca por ser el mejor thriller de Netflix. Pero lo que está claro es que estos actores encarnan a sus complejos y astutos personajes de tal manera que la verdad (y en quién confiar) siempre parece estar en duda.
La banda sonora aporta una capa adicional, funcionando como un ambiente sonoro que se fusiona con los corredores sombríos y enrevesados del complejo tecnológico y los vastos paisajes. La experiencia de Garland como novelista se refleja en su habilidad para tejer una historia cautivadora, y Ex Machina es un ejemplo sobresaliente de ello. Pero al igual que la mejor ciencia ficción, sus grandes ideas solo están contenidas parcialmente en el guion.