Esta escena de El silencio de los corderos está inspirada en un desquiciado asesino de la vida real

Aunque muchos comportamientos de Buffalo Bill fueron tomados de asesinos en serie, existe uno verdaderamente espeluznante

Esta escena de El silencio de los corderos está inspirada en un desquiciado asesino de la vida real
Una de las mejores películas de todos los tiempos, tomó inspiración ed un evento real
Publicado en Cine

El silencio de los corderos (1991) es una auténtica joya del cine, incluso, a más de tres décadas desde su estreno, se mantiene entre las mejores películas de drama de Amazon Prime Video. De forma magistral, este thriller de los años noventa combina suspenso psicológico y terror, dando como resultado una historia llena de escenas impactantes. Sin duda, entre ellas se encuentran aquellas donde vemos a Catherine Martin cautiva dentro de un pozo. Esta es apenas una muestra de la capacidad del director de llevar a la pantalla una producción hipnótica, donde prevalece la calidad de la narrativa.

Si bien es imposible olvidar la escalofriante frase "Me comí su hígado con algunas habas y un buen chianti", pronunciada por Hannibal Lecter, no cabe duda que uno de los momentos más memorables de la película dirigida por Jonathan Demme es la de Buffalo Bill inclinado sobre la entrada de gigantesco pozo dando órdenes a su víctima.

La verdad detrás del pozo en El silencio de los corderos

El silencio de los corderos - Pozo

Esta escena tuvo una inspiración de lo más terrorífica

Un pozo oculto en el sótano de una casa decorada al estilo victoriano es el escenario perfecto para crear escenas de terror extremo. Sin embargo, más allá de la impresionante visión de la producción y la facilidad con la que se ajusta a la idea de un lugar siniestro, la recreación del lugar no es casualidad.

Buffalo Bill es un personaje creado a partir de la conducta de varios asesinos en serie de la vida real. De la misma manera que Ed Gein, el asesino disfrutaba tomar la piel de sus víctimas para hacer trajes y vestirse como mujer, mientras que de Ted Bundy tomó la idea de fingir discapacidades o lesiones para atraer a mujeres a su coche, tal y como sucedió con Catherine, quien se acercó para ayudarlo.

Asimismo, por primera vez en el cine se planteó la identidad transgénero como patología, teniendo en cuenta la tendencia de Dennis Lynn Rader (conocido como BTK), Jerry Brudos y otros asesinos en series masculinas que mostraron interés en lucir prendas femeninas. Pero la casa de los horrores de Buffalo Bill también esconde criminales poco conocido.

A pesar de no ser un caso tan sonado, Gary Heidnik acostumbraba a torturar a sus víctimas mientras permanecía cautiva bajo tierra. En total, este asesino serial mantuvo secuestrada a seis mujeres, de las cuales solo cuatro sobrevivieron.

¿Quién es Gary Heidnik?

También conocido como El sembrador de bebés, el asesino en serie que inspiró la escena del pozo en El silencio de los corderos fue un criminal estadounidense que raptaba, torturaba y utilizaba a las mujeres como objeto sexual. A diferencia de Buffalo Bill, Heidnik cavó agujeros en su casa adosada en Filadelfia, donde mantuvo cautiva a sus víctimas.

Para pasar desapercibido, las perforaciones estaban cubiertas con madera contrachapada y bolsas pesadas. Debido a la poca profundidad, sus ocupantes no solo quedaban sometidas a un ambiente claustrofóbico en el que no podían ver nada, sino que permanecían dobladas. Las grabaciones de las cámaras instaladas bajo el suelo, mostraron al mundo los horrores que sufrieron estas seis mujeres. Heidnik cometió actos de crueldad inimaginables, desde privarlas del derecho a comer y beber agua, hasta electrocución y agresión sexual.

Al igual que otros asesinos seriales, El sembrador de bebés sufrió abusos infantiles. Después de la muerte de su madre, quedó al cuidado de su estricto padre, por lo que nunca tuvo una figura femenina adecuada. La lista de mujeres a las que agredió sexualmente incluye a su novia y a una de sus cuñadas. Debido a su desequilibrio mental, Heidnik fue dado de baja del ejército e intentó quitarse la vida en trece oportunidades.

Escenas adaptadas al mundo del cine

El silencio de los corderos - Pozo 2

Estas escenas son un reflejo de la desquiciada mente humana

Frente a la imposibilidad de recrear escenas tan violentas desde el punto de vista físico, El silencio de los corderos apela al impacto psicológico. La tensión crece a medida que avanza la trama, mientras nos hacemos partícipes del sentimiento desgarrado que muestran las víctimas.

En el caso Catherine Martin, el llanto desesperado y el terror en su mirada al ver los clavos y la sangre en las paredes de quienes una vez ocuparon su lugar, no se puede comparar a las atrocidades que tuvieron que enfrentar las mujeres secuestradas por Heidnik, pero no deja de ser inquietantes.

En definitiva, El silencio de los corderos es uno de los mejores thrillers psicológicos de todos los tiempos. Aunque parte del éxito se debe a la excelente actuación del elenco, incluso, Anthony Hopkins enfrentó su mayor fobia para encarnar a Hannibal Lecter, lo realmente perturbador es el mensaje que esconde, ya que demuestra los horrores que acechan en la vida real.

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