Este olvidado thriller psicológico tiene uno de los plot twist más inesperados de la historia

Los giros argumentales pueden marcar la diferencia al momento de exponer una historia, sobre todo, cuando son completamente impredecibles

Este olvidado thriller psicológico tiene uno de los plot twist más inesperados de la historia
Publicado en Cine

En 2009, Stuart Hazeldine hizo su debut como director a través de una producción que, al estilo de las mejores películas de suspenso de la historia, tiene la capacidad de volar la cabeza de los espectadores mediante giros argumentales imposibles de predecir. A diferencia de lo que puede sugerir su nombre, y la premisa de una historia que sigue a un grupo de aspirantes enfrentados por obtener un empleo, Exam no solo genera intriga, sino que ejecuta un golpe directo a las expectativas del espectador.

¿De qué trata Exam?

Exam

Es una película con una trama sencilla, peor es precisamente eso lo que la hace tan buena

Ambientada en un escenario opresivo, Exam expone la historia de un grupo de personas que compiten por hacerse obtener un atractivo puesto de trabajo farmacéutico. Las reglas son claras, nadie puede preguntar nada, ni salir de la austera habitación.

Asimismo, tienen 80 minutos para completar un folio totalmente en blanco, el cual deben entregar en perfectas condiciones. La ausencia de preguntas visibles, hace crecer la tensión y el desconcierto entre los aspirantes que comienzan a desenredarse. Un guardia es el encargado de supervisar el cumplimiento de las normas, convirtiendo a la solitaria habitación, en el nuevo mundo de sus ocupantes.

La atmósfera sofocante se intensifica, conforme avanza la trama, se forman y quiebran alianzas estratégicas. El intento por superarse entre sí, se convierte en una red de manipulaciones e intrigas y donde salen a la luz, los secretos más oscuros de los participantes.

Altas dosis de suspenso, tensión, drama

De manera audaz, el director consigue crear la cantidad exacta de suspenso y tensión. A ello se suma un entorno despojado de ventanas o decoraciones, lo que lo hace lucir bastante similar a una sala de interrogatorios. A ello se suma la falta de recursos y lo limitado del espacio, dando como resultado el escenario perfecto para centrar la atención en el elemento humano.

La intención de Stuart Hazeldine es bastante evidente: regala un lienzo en blanco donde, mediante una serie de acertijos morales, cada uno tiene la oportunidad de intentar desenredar el caos que existe en la mente de ocho personas que no tienen nada en común, excepto el deseo de conseguir el codiciado puesto de trabajo. La manera en la que los personajes son empujados al límite, obliga a pensar hasta dónde estarán dispuestos a llegar

Por otra parte, la hoja de papel en blanco sobre un escritorio vacío es el impulso que el espectador necesita para emprender el desafío de encontrar la respuesta, y lo que hace inesperado su plot twist.

Un plot twist efectivo, pero exasperante

Exam

Lo mejor de toda la trama es el plot twitst

Contrario a lo que suele suceder en los thrillers psicológicos, los personajes no son piezas que dan forma a un rompecabezas final, sino una especie de peones movidos por una fuerza que no podemos ver, pero que sabemos que existe. La incertidumbre que plantea la situación, el sentimiento de autoconfianza es reemplazado por ansiedad, dejando al descubierto sus verdaderos estados psicológicos.

La paranoia que genera el confinamiento es el ingrediente clave que alimenta la intrincada narrativa. Cuando se descubre que los candidatos no son lo que parecen, la competencia se transforma en un interrogatorio, dejando expuestas muchas revelaciones. Sin embargo, nada de esto es tan sorpresivo como su giro final.

El plot twist de Exam nos recuerda al brutal giro argumental de Hostel (2005), cuando asesinan al sobreviviente potencial, la diferencia radica en el poder frenético de saber que los participantes conocían la pregunta desde el comienzo. De acuerdo a las impresiones de algunos espectadores, mostrar que la interrogante que causó tortura, heridas e incluso el deseo de matar, siempre estuvo a la vista, puede ser percibida como una burla no solo al intelecto de los personajes, sino de la propia audiencia.

En definitiva, la fórmula de Exam combina perfectamente tensión y suspenso. Mientras en la ficción la competencia se convierte en un juego mental para los participantes, detrás de la pantalla, los espectadores quedan cautivos de una historia que invita a reflexionar acerca de la naturaleza humana y lo peligroso que puede resultar la falta de límites en la lucha por alcanzar el éxito.

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