Gimli encontró en Moria una de las armas más antiguas de la Tierra Media, pero no te diste cuenta

Probablemente, las escenas más destacadas de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (2001) son las que suceden dentro las Minas de Moria, territorio legendario de los Enanos. A mitad de la películas, una vez la Compañía del Anillo ya ha iniciado su rumbo hacia Mordor, surge una discusión sobre qué camino deben tomar para cruzar las peligrosas montañas.

Podemos ver a Gimli, el único enano que aparece en la trilogía tras el Concilio de Elrond, insistir desde el comienzo sobre tomar la ruta que atraviesa Moria, sin embargo, Gandalf toma un posición contraria a eso sin dar ninguna explicación. Puedes ver la trilogía de El Señor de los Anillos en HBO Max y Amazon Prime.

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Miembros de la Comunidad del Anillo

La Comunidad intenta escalar las montañas nevadas, pero Saruman se lo impide provocando derrumbes y avalanchas que ponen en riesgo la integridad del grupo, por lo que Frodo decide hacer caso a Gimli y cruzar las montañas por su interior, por las Minas de Moria. Al entrar, el enano y el espectador entienden al mismo tiempo el por qué Gandalf quería evitar ese camino a toda costa.

Además de ser una ruta más segura, Gimli estaba ansioso por entrar en Moria, ya que las últimas noticias que tenía es que su primo Balin seguía reinando las Minas y recibiría al grupo con una gran hospitalidad, común de la raza enana. No obstante, Gimli se da cuenta de lo sucedido al entrar por las compuertas, y es que todo enano de Moria había sido asesinado por los orcos en una batalla que desconocía y, ahora, las Minas de Moria se habían convertido en un peligroso agujero infestado por los aliados de Sauron.

Cartel de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (2001)

Cualquier fan de las películas de Peter Jackson recuerda la mítica secuencia en la que Gandalf consigue frenar el avance del temido Balrog en el puente de Khazad-dûm, escena en la que se da una conversación oculta entre ambos. No obstante, antes de la aparente muerte del Mago Gris, Gimli experimenta otra tragedia al ver la tumba de Balin y confirmar la catástrofe de los enanos de Moria.

Gandalf conocía lo ocurrido en las minas pero prefirió no advertir al enano hasta que Frodo, el miembro de la expedición con mayor responsabilidad, decidiera tomar ese camino. Tras descubrir el desastre, la Compañía de Anillo hace frente a los peligros que duermen en las minas, esperando una presa que cazar. Sin embargo, no todo iba a ser una desgracia para el valiente Gimli que, en medio de la batalla, toparía con un arma legendaria de su linaje de la que ya no se separaría.

Gandalf derrotó al Balrog en El Señor de los Anillos

En esta escena de La Comunidad del Anillo, Gimli coge accidentalmente un hacha legendaria abandonada durante años

La primera amenaza que enfrenta el grupo en Moria es un puñado de orcos y el Troll de las cavernas que traen consigo. Después de que Pippin, torpemente, deje caer una armadura por un pozo, los enemigo se alertan y acuden a la sala de la tumba de Balin donde la Compañía del Anillo debe proteger a Frodo combatiendo contra los orcos.

Lo cierto es que la batalla no parece ser muy complicada hasta que entra en escena el temido Troll, que requerirá de la coordinación de todos para poder derrotarlo. Es en ese preciso momento en el que vemos a Gimli perder sus dos hachas, caer al suelo y agarrar el primer arma que encuentra para defenderse de un golpe del enorme Troll.

Gimli portando el hacha de Durin

Lo cierto es que no es cualquier arma, Gimli coge el hacha que se encontraba al lado de la tumba de Balin, el cual la había estado usando contras los orcos tras haberla encontrado en su vuelta a Moria. El hacha había sido forjada en la Primera Edad por Durin El Inmortal convirtiéndose en un símbolo de poder a lo largo de miles de años.

Gimli se había topado con una de las armas más antiguas de la Tierra Media, creada por el primer Rey de los Enanos, apoderándose de un hacha mítica muy venerada por su raza. De esta forma, Gimli haría honor de su linaje usando el obsequio contra los orcos más letales en las batallas más importantes, que acabarían definitivamente con el mal en la Tierra Media.