La película que Stanley Kubrick rechazó por ser terriblemente triste y angustiante

Aunque hablamos de uno de los cineastas más visionarios de los últimos tiempos, Stanley Kubrick se negó dirigir un drama sobre el Holocausto

La película que Stanley Kubrick rechazó por ser terriblemente triste y angustiante
La historia que era demasiado desgarradora para ser contada...
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La repentina muerte de Stanley Kubrick en 1999 dejó un vacío en el mundo del cine. A lo largo de su carrera, el cineasta llevó a la pantalla producciones taquilleras que reflejan la pasión y entrega que siempre mostró por su trabajo. Sin embargo, no todas sus ideas llegaron a materializarse. Este es el caso de Aryan Papers, la adaptación de la novela Wartime Lies que nunca que quedó a mitad del camino.

La historia creada por el escritor estadounidense, Louis Begley muestra la cruda realidad que tuvieron que enfrentar los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de haber conseguido los derechos de la novela y establecer el título, el cineasta decidió abandonar el proyecto por considerar que los espectadores no estaban listos para enfrentar el verdadero impacto que tuvo el Holocausto.

Diferentes factores en contra

La lista de Schindler 1

En el proceso, Kubrick descubrió más atrocidades que las que cualquiera podría haber imaginado

Durante el proceso de preparación, Kubrick dedicó buena parte de su tiempo a analizar la influencia de los nazis en la historia europea y quedó horrorizado ante los sucesos de una de las etapas más oscuras de la humanidad.

Además del horror implícito en la historia y el hecho de considerar inadecuadas las pantallas de cine para revivir el horror del Holocausto, hubo otro factor clave para descartar la idea, ya estaba en proceso un proyecto bastante similar dirigido por Steven Spielberg: La lista de Schindler, la cual inició la filmación en 1993, justo cuando el cineasta estaba cerca de dar marcha a Aryan Papers.

Frente a este panorama, Kubrick expuso su preocupación respecto a la aceptación de dos dramas consecutivos para representar el mismo acontecimiento. De esta forma, y aunque La lista de Shindler tuvo que superar la negativa de Universal de ser rodada en blanco y negro, la producción de Spielberg fue estrenada ese mismo año, dejando sepultada la adaptación de la novela de Louis Begley.

¿De qué trata Wartime Lies?

Publicada por primera vez en 1991, Wartime Lies es una obra literaria semi autobiográfica que nos lleva hasta Polonia y expone una lucha por la supervivencia durante el despiadado régimen nazi. Bajo esta premisa, Begley nos muestra la historia de Maciek, un niño judío que debe mantener oculta su identidad.

En 1930, y después de haber quedado huérfano, el pequeño queda bajo el cuidado de su tía Tania. En su intento por sobrevivir, ambos asumen identidades católicas y se enfrentan a los desafíos que impone el caos generalizado, a lo largo de uno de los capítulos más sombríos de la historia.

La trama de Wartime Lies explora el sufrimiento humano mientras se mueve entre diferentes temas que van desde la violación de la identidad, hasta el intento por cerrar las heridas de la infancia y comenzar a vivir el presente, sin el peso del pasado. Asimismo, enfatiza los traumas que generan las guerras y la manera en que las cicatrices marcan los recuerdos para toda la vida.

Stanley Kubrick era el adecuado para asumir la adaptación

La lista de Schindler 3

Aunque Kubrick habría sido el adecuado, la historia era demasiado desgarradora para ser contada

Quienes hemos tenido la suerte de disfrutar algunas de las producciones del cineasta reconocemos que tenía una singular capacidad para abordar las tribulaciones más oscuras de la naturaleza humana y convertirlas en historias tolerables dentro del entorno cinematográfico.

En ocasiones, la perspectiva de Kubrick fue catalogada como carente de juicio moral. Sin embargo, la objetividad fue el punto fuerte de su carrera como director. Precisamente, esto impidió el desarrollo de Aryan Papers, ya que no solo la historia, sino el contexto en general, tocaron su mente de manera desagradable. De acuerdo a las declaraciones de su viuda, el proceso de investigación en el que Kubrick se sumergió, causó extrema melancolía y depresión.

En definitiva, la decisión de descartar Aryan Papers estuvo muy bien justificada. Si bien la novela de Louis Begley es una obra maestra de la literatura, adaptar este tipo de historia requiere la convicción de estar preparados para brindar una experiencia que permita exponer el horror y alcance del Holocausto. Además de las dudas respecto a su capacidad de encarar el tema, el director consideró que no era el momento teniendo en cuenta las similitudes con el proyecto en curso de su colega.

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