Las 7 mejores películas con líneas narrativas no lineales
Desde películas de acción, hasta historias de ciencia ficción, la narrativa no lineal parece ser una de las grandes favoritas de los cineastas

Durante los primeros años, la industria cinematográfica podía ser descrita como un poco más que un truco de circo. Sin embargo, gracias al trabajo conjunto y la visión de varios cineastas, el medio fue poco a poco experimentando el suficiente nivel de evolución para transformarse en una forma de arte capaz de contar historias. De esta manera, apareció lo que se conoce como narrativa no lineal. Esta técnica brinda la oportunidad de presentar historias fragmentadas con saltos en el tiempo, por ello, ponen a prueba la percepción del espectador.
No importa si son historias que se mueven entre el presente y los flashbacks, si saltan entre eventos en diferentes puntos de la trama o si presentan la narrativa en orden cronológico inverso, estas producciones rompen las leyes del tiempo y dejan atrás el clásico esquema de seguir una secuencia cronológica.
- Amores perros (2000)
- Atraco perfecto (1956)
- Pulp Fiction (1994)
- Rashomon (1950)
- Memento (2000)
- Ciudadano Kane (1941)
- El padrino. Parte II (1974)
Amores perros (2000)

Una película que usó grandes filmes no lineales para desarrollar su trama
El cuatro veces ganador de los Premios de la Academia, Alejandro G. Iñárritu fue el encargado de dirigir uno de los mejores largometrajes de la historia. Este sofisticado y elegante drama inspirado en Pulp Fiction (1994), se caracteriza por su vibrante ritmo e imprevisible ritmo y desgarrador impacto.
Dividida en tres capítulos, Amores perros estopa hábilmente construida. Sin complicaciones, conecta un trío de historias que parecen no tener nada en común: por un lado, tenemos la del entrenador de perros aficionado y, por el otro, la de una modelo y un sicario. A través de un excelente collage urbano, la producción expone diferentes aspectos que distinguen a la sociedad occidental.
Atraco perfecto (1956)
Si bien El resplandor (1980), una de las mejores películas de terror donde nunca ves al monstruo, se considera la obra maestra de Stanley Kubrick, esta no es la única producción que puso el nombre del director entre las mentes más brillantes de la industria del cine.
Atraco perfecto es una de las joyas que marcó el inicio de la carrera de Kubrick. La historia sigue a un grupo de delincuentes que asume el reto de realizar un atrevido robo en una pista de carrera. Aunque su argumento recibió elogios de la crítica, el punto fuerte de este thriller de intriga radica en su narrativa no lineal.
Pulp Fiction (1994)

Uno de los clásicos de culto más importantes de la historia
Si bien Quentin Tarantino no tiene claro cuál es su mejor película, es bastante probable que Pulp Fiction se encuentre entre sus principales opciones. Este thriller del género criminal se considera una de las obras más influyentes de la década de los 90.
Jules y Vincent son dos asesinos a sueldo que siguen las órdenes del inescrupuloso gánster, Marsellus Wallace. A pesar de que el par de sicarios de la mafia se apoderaron de buena parte de la trama, la producción también sigue otras cuatro historias que se entrelazan mediante la violencia y la redención. Cabe acotar que este argumento le valió a Tarantino el reconocimiento como uno de los guionistas más destacados de todos los tiempos.
Rashomon (1950)
Dirigida por Akira Kurosawa, considerado un ícono del cine nipón, Rashomon es una obra de arte revolucionaria. Mediante una narrativa sin precedentes en la industria del cine, el cineasta trasladó al espectador al Japón del siglo XII para presentar lo que solo puede ser catalogada como una radiografía pesimista de la naturaleza humana.
Esto se debe a que presenta la violación de una novia y el vil asesinato de su marido samurái, desde cuatro puntos de vista: el del fantasma de la víctima asesinada, el de la mujer, el del perpetrador y el de un leñador. Sin duda, un brillante drama criminal cargado de misterio. Asimismo, la película contribuyó a acuñar lo que se denomina el “efecto Rashomon”, es decir, contar el mismo evento haciendo uso de diferentes medios narrativos.
Memento (2000)

Uno de los mejores ejemplos de lo que significa "trama no lineal"
Indiscutiblemente, hablamos de una de las mejores películas de suspenso psicológico de la historia. Bajo la dirección de Christopher Nolan, y protagonizada por Guy Pearce, Carrie-Anne Moss y Joe Pantoliano, Memento tiene la capacidad de arrastrar a los espectadores hasta su dramático misterio, pero a la vez ser sutilmente divertida.
Después de recibir un duro golpe en la cabeza intentando evitar el asesinato de su esposa, el investigador de una agencia de seguros, Leonard Shelby no puede mantener guardados en su mente los hechos cotidianos. Ante la imposibilidad de recordar, recurre a medidas extremas a fin de descubrir a su agresor y tomar venganza. A pesar de lo desconcertante que puede parecer la secuencia de eventos al inicio, la narrativa de orden cronológico inverso está perfectamente utilizada.
Ciudadano Kane (1941)
Orson Welles no solo dirigió Ciudadano Kane, también se encargó de crear el guion y de protagonizar la producción. La trama sigue a Charles Foster Kane, un importante magnate que, minutos antes de morir, pronuncia la palabra “Rosebud”, dando inicio a la titánica tarea de descifrar su significado.
Gracias a esta premisa, la película se enmarca como un formidable drama psicológico, que demuestra la perfección en la que puede ser contada una historia sin una narrativa secuencial.
El padrino. Parte II (1974)

Una gran secuela que, además, logra una trama no lineal magnífica
Dirigida por Francis Ford Coppola, la segunda entrega de la franquicia forma parte de cualquier lista donde se hable de las producciones de gánsteres más destacadas del séptimo arte, así como de las mejores producciones con narrativas paralelas.
A pesar de haber transcurrido más de medio siglo desde su estreno, El Padrino. Parte II sigue teniendo relevancia dentro del medio. Coppola logró lo que pocos cineastas han conseguido, el equilibrio exacto entre los flashbacks y eventos actuales.
En definitiva, aunque algunos disfrutan de las sagas que se ciñen al orden lineal, otros prefieren adentrarse a las posibilidades que ofrecen las producciones que presumen de líneas narrativas con saltos en el tiempo, esas que desafían los esquemas convencionales y obligan al espectador a participar de forma activa, en la construcción de la historia.