Pierce Brosnan cree que nunca fue un buen James Bond por esta razón
Aunque interpretó al icónico James Bond en cuatro películas, Pierce Brosnan ha expresado sentirse inconforme con su desempeño

Entre 1995 y 2002, Pierce Brosnan le dio vida en cuatro ocasiones al agente secreto más famoso de la industria del cine. Sin embargo, más allá de la relevancia de estas producciones, el actor irlandés ha compartido su insatisfacción respecto a la forma de interpretar el personaje. Si bien la mayoría puede asumir que la postura del actor es la ausencia de sus películas en la lista de producciones destacadas de la franquicia James Bond, su descontento obedece a una combinación de factores.
Atrapado entre dos eras

La última película de Pierce Brosnan como Bond es considerada la peor de toda la historia de la saga
Desde su punto de vista, su participación en la franquicia estuvo atrapada en el limbo creado por las diferencias existentes entre el estilo actoral de Roger Moore y el de Sean Connery. De esta forma, aunque producciones como GoldenEye (1995) causaron un buen impacto, al punto de convertirse en uno de los mejores videojuegos de James Bond, nunca tuvo la oportunidad de darle una identidad propia al papel.
Mientras el agente interpretado por Moore se inclinaba más hacia la comedia y fue una versión desenfadada, el de Connery se caracterizó por su rudeza y cautivó a la audiencia. Probablemente, esta sea la razón por la que el personaje se convirtió en una especie de híbrido a medio camino, y siguió una ruta directa a la parodia.
En 2002, el actor dejó atrás el esmoquín con lo que se considera la peor película del Agente 007. Muere otro día es la consecuencia de las extravagancias y la falta de realismos. Los vehículos invisibles y palacios de hielo, resultaron igual de absurdos que la amenaza planteada en la trama, pues la posibilidad de un satélite capaz de cambiar el curso de la luz solar sobrepasa los límites, incluso para Bond.
Falta de profundidad como personaje principal
Como autocrítico con su trabajo, Brosnan ha expresado en varias oportunidades que le hubiera gustado explorar más la complejidad psicológica de James Bond. Desafortunadamente, su versión del personaje estuvo enfocada en la acción y los gadgets. Quizá este es el motivo por el que la interpretación desencadena opiniones encontradas.
Por un lado, los seguidores del actor sencillamente lo adora, pero, por el otro, los detractores aseguran que carece de un sello distintivo. En palabras más simples, parece un trabajo realizado de manera autómata, no existe el planteamiento de una iniciativa distinta que permita identificarlo.
Además de la ausencia de una característica que lo defina, el pensamiento de Brosnan respecto a no sentirse un buen James Bond se sustentan en que las historias perdieron fuerza. De hecho, cada vez eran menos convincentes, dejando en el olvido la intención de encarnar a un personaje con mayor carga psicológica y digno de recordar, por algo más que su elegancia.
Pierce Brosnan se siente decepcionado

Es probable que Brosnan esté siendo demasiado duro consigo mismo
En 2014, el actor compartió sus impresiones respecto a Bond durante una entrevista con el Telegraph. Entre las declaraciones ofrecidas, salió a relucir que se negó continuamente a ver sus películas, incluso cuando sus propios hijos le pedían verla. Sin embargo, en 2020 cambió de parecer.
De esta forma, más de dos décadas después, volvió a ver GoldenEye. La experiencia trajo de vuelta a su cabeza las inquietudes sobre su desempeño. Pero esta vez no solo cuestionó su desempeño, sino la manera en la que lo afectó la falta de realismo y lo superficial del argumento. En cualquier caso, Brosnan llegó a la conclusión de que no desea volverse a ver como James Bond nunca más y sostiene que no le hizo la suficiente justicia al papel.
En definitiva, a pesar de sus duras críticas, Brosnan ha recibido múltiples elogios y, de acuerdo a la opinión de muchos seguidores, se considera como uno de los mejores intérpretes de James Bond. Es posible que sus declaraciones sean el resultado del peso de la carga que implica encarnar un personaje tan icónico.
Aunque, efectivamente, las historias se volvieron demasiado surrealistas, cumplieron con la misión de brindar entretenimiento y mantuvieron viva a una franquicia que espera la llegada de un nuevo agente después de la confirmación de Bond 26. Solo queda tener paciencia hasta conocer quién será el encargado de asumir el desafío.