Según Quentin Tarantino, uno de los personajes de Los Tres Chiflados es Jason Vorhees

Indiscutiblemente, Quentin Tarantino es uno de los directores más influyentes del cine, por lo que su opinión sobre las películas suelen llamar bastante la atención, como es el caso de por qué no piensa ver Toy Story 4 (2019). Pero, en esta ocasión, en una entrevista con Filmmaker Magazine, Tarantino ha soltado una teoría interesante, pero, no del todo fuera de lugar.

No sería la primera vez que las personas discuten sobre qué personajes de diferentes películas podrían ser la misma persona, como la que une Frankenweenie (2012), La novia cadáver (2005) y Pesadilla antes de Navidad (1993). Aunque, sí es cierto que la teoría de Tarantino va más allá:

Siempre he tenido la teoría de que Jason de las películas de Viernes 13 es Curly [de Los tres chiflados] porque ambos llevan un mono la mayor parte del tiempo. Tienen la misma complexión robusta de siempre. Ambos son calvos y ambos son completamente indestructibles.

Aunque, claro, probablemente sea algo que dijo en broma, pues, Curly Howard, el alter ego cómico de Jerome Lester Horwitz y miembro de la legendaria troupe cómica Los Tres Chiflados, y Jason Voorhees, el asesino en serie con máscara y su machete no tienen nada que ver.

La teoría de Tarantino es solo una broma… ¿no?

¿Podría ser el asesino de Crystal Lake el mismísimo Curly Howard de Los Tres Chiflados?

En primer lugar, Jason no viste con un mono, puede que estuviese pensando en Michael Myers, aunque, no podemos culpar, ya que su camisa, chaqueta y pantalones puede llegar a confundir.

Por otro lado, Jason ciertamente es fornido, alto e imponente (195 a 205 centímetros). Pero, canónicamente, es al menos 30 centímetros más alto que Curly Howard, puesto que Horwitz medía 165 centímetros.

Y no es por aparecer aburridos, pues, ciertamente sería divertido, pero siendo objetivos, no tiene ningún tipo de sentido: Curly es torpe y errático, mientras Jason es uno de los asesinos más eficaces en el género slasher que combina su fuerza sobrehumana con un talento genuino para cazar presas.

Sin embargo, Tarantino no se equivocó al decir que son indestructibles, o al menos funcionales. Pero vamos, es que no sería divertido si Curly sangrara y tuviese una conmoción cerebral luego de recibir un duro golpe en la cabeza. Y Jason tampoco sería aterrador si muriera después de recibir una sola bala.

Aun así, los slashers y la comedia slapstick sí tienen algo de relación

Ciertamente la película de Los Tres Chiflados y Jason Vorhees tienen algo de relación

El terror y la comedia van de la mano en muchos filmes, dando como resultado una auténtica exquisita. Una introducción divertida y el remate de un buen chiste son perfectas para culminar con buenos sustos.

Y es que la comedia física y las películas de terror están especialmente conectadas, ya que ambas ofrecen entretenimiento a partir de una violencia exagerada: Jason, a pesar de que suele morir al final de cada entrega, sigue volviendo del inframundo para brindar su espectáculo violento. Y aunque no nos importe del todo los personajes que se enfrentan contra él, hay una cierta satisfacción sombría cada vez que se los carga.

Y es que la comedia slapstick, como la de Los tres chiflados, apela por nuestra curiosidad morbosa por el placer del mal ajeno. Si una persona recibiera los golpes que recibe Curly a lo largo del tiempo, terminaríamos en lágrimas. Pero mientras se recuperen y no ocurra nada malo, reírse un poco viene bien. Y aunque puede tratarse de empatía y alivio, también, siendo honestos, entra en juego esa pequeña pizca de malicia que viven en cada uno de nosotros.

Teniendo todo esto en cuenta, Tarantino no está del todo equivocado en su teoría sobre Jason y Curly, pues, las “payasadas” de ambos terminan por satisfacer la misma parte de la conciencia humana.

Después de todo, pocos saben más sobre violencia horrorosa y comedia desternillante que el mismísimo Quentin Tarantino.