Demon Slayer: conoce el pasado de Hantengu, la Cuarta Luna Superior

La tercera temporada de Demon Slayer profundizó en personajes tan interesantes como Mitsuri Kanroji o Muichiro Tokito, un cazador de demonios de inmenso potencial que logró la hazaña de despertar su Marca de Cazador en una de las escenas más recordadas de la serie, revelando a los espectadores un aumento de poder que será clave en la recta final de la obra.

Esta temporada arrancó por todo lo alto con una reunión organizada por Muzan Kibutsuji que sirvió para presentar a los dos villanos principales del arco que adaptó: Gyokko y Hantengu, la Quinta y Cuarta Luna Superior respectivamente. Mientras que el pasado del primero fue revelado por la autora fuera de la obra, la historia que acompaña a Hantengu fue sugerida de forma muy breve en el clímax del último episodio, y en este artículo compartiremos los detalles más interesantes acerca del pasado de este antagonista.

Hantengu, el condenado a muerte que se convirtió en demonio

Como ocurre con otros demonios como Akaza y Gyutaro, Hantengu fue un humano que se encontraba atrapado en una situación extremadamente complicada. Él antes de conocer a Muzan fue un hombre malvado que causó numerosos problemas y cometió varios crímenes, entre ellos, robos y asesinatos.

Hantengu se apersonó discretamente en la reunión organizada por Muzan Kibutsuji

Hantengu acabó siendo atrapado y por motivo de sus horribles actos fue condenado a muerte por decapitación. En este momento tan desesperado de su vida, Muzan Kibutsuji se apersonó ante él y le ofreció su sangre, convirtiéndolo en demonio y permitiéndole escapar rápidamente de su prisión. En contraste a su nuevo aumento de poder, su salud y fortaleza mental se vieron severamente afectadas por los últimos sucesos que vivió como humano.

Hantengu aseguró en muchas ocasiones que era inocente y que fueron sus propias manos las culpables de sus crímenes, insistió en que ellas fueron las únicas responsables de sus actos y que eran manos pecaminosas que le obligaban a realizar varias atrocidades. Realmente, todo lo que decía no eran más que mentiras para tratar de evitar castigos y no enfrentarse a sus propios pecados.

Convertido en un poderoso demonio, Hantengu aprovechó rápidamente la situación para vengarse y acabar con la vida del hombre que iba a condenarlo. Poco antes de ser asesinado, este hombre le hizo saber a Hantengu que llegaría el día en que pagaría sus pecados a cambio de su muerte, y fue el mismísimo Tanjiro, nuestro protagonista, el encargado de hacer realidad las palabras que tanto acabaron atormentando a este demonio.