Dragon Ball Daima demuestra que Vegeta es más humano que Goku
Mientras Goku permanece distante emocionalmente, Vegeta demuestra en la serie sus emociones
Dragon Ball Daima, la última entrega de la popular franquicia, se sitúa cronológicamente después de la saga de Majin Buu y antes de Dragon Ball Super. Esta serie propone una aventura liviana y nostálgica donde los protagonistas deben recuperar sus cuerpos adultos tras haber sido transformados. Desde el primer episodio, queda claro que el enfoque está en la travesía más que en el peligro: el villano inicial no representa una amenaza mayor que otros ya derrotados por los Guerreros Z. Con Goku al frente gracias a su transformación en Super Saiyan 4, Vegeta también comienza con fuerza, mostrando un desarrollo de personaje inesperado y profundo.
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Uno de los aspectos más sorprendentes de esta nueva faceta de Vegeta es su capacidad para alcanzar el estado de Super Saiyan 3, una transformación que hasta ahora solo Goku había dominado. Sin embargo, más allá del poder físico, lo realmente relevante es el crecimiento emocional que experimenta. Daima le da espacio a Vegeta para mostrar emociones de forma divertida y poco habitual, revelando un lado más humano y vulnerable. En contraste con Goku, el príncipe de los Saiyajin se presenta con una gama emocional más rica, gracias en parte a su relación con Bulma.
La serie también subraya a Vegeta como un hombre de familia. En el episodio 9, un momento cómico lo muestra incómodo cuando Bulma, feliz con su apariencia rejuvenecida, considera permanecer en esa forma. Vegeta se opone de inmediato, y un comentario burlón de Hybis insinúa que su urgencia tiene motivos físicos, algo que Vegeta, con su reacción, prácticamente confirma. Esta escena, aunque humorística, demuestra el cariño genuino que siente por Bulma, lo que se refuerza aún más en uno de los episodios finales de la serie.
En el episodio 19, Vegeta toma una decisión que rompe con su carácter habitual: se retira de una batalla. La razón es un ultimátum de Bulma, quien le advierte que, si sigue peleando, no volverá a bañarse con ella. Esta situación, aunque absurda, pone en evidencia cómo Vegeta valora su relación por encima de su orgullo guerrero. Estos momentos de comedia también funcionan como ventanas a su evolución emocional, haciendo de él un personaje más relatable y humano que nunca antes.
Goku y sus distancias
En contraposición, Goku, criado por humanos, sigue siendo emocionalmente distante. Su indiferencia ante las muestras de afecto de su esposa y su falta de reacción frente a los conflictos personales destacan aún más el desarrollo de Vegeta. Mientras Goku permanece centrado exclusivamente en la lucha, Vegeta en Daima se convierte en una figura más tridimensional, lo que lo acerca más que nunca al espectador desde una perspectiva emocional. A pesar de todo esto, aún extraña las historias inacabadas de la serie.
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