Cómo derrotar fácilmente a Vahram en Prince of Persia: The Lost Crown
Te mostramos cómo derrotar a uno de los jefes más duros de Prince of Persia: The Lost Crown, Vahram, el León Blanco.

Tendremos realmente más de un combate contra Vahram, uno de los jefes más duros de los inmortales, pero en este caso nos centraremos en el segundo de Prince of Persia: The Lost Crown, tras avanzar bastante en la historia y conseguir volver atrás en el tiempo. Vamos a ver en esta guía cómo acabar con él fácilmente y no volvernos locos en el intento.
Estrategia contra Vahram
Para empezar, este jefe es de los más difíciles, pero si contáis con varias mejoras de daño, sobre todo cuerpo a cuerpo, puesto que el arco sirve poco aquí, además de un extra de vida y pociones, tendréis gran ayuda durante el combate.
- Durante la primera parte del combate no estrenos solos, nos acompañará el Sargon del pasado, por lo que le bajaremos relativamente rápido, usad esta parte para aprenderos sus ataques, puesto que la mayoría los usará después de formas potenciadas. Y ya que estáis jugar seguro y con paciencia, es un combate algo largo.

La primera parte del combate lucharemos acompañados del Sargon del pasado
- Cuando estemos solos la cosa cambia un poco, y es que la nube de ralentización es más grande, hay que esquivarla a tiempo, al igual que los cortes en el aire, ahora pueden ser de dos o tres, seguidos de un giro de espada en el suelo. Tendremos que usar y mucho la ráfaga del Simurgh y los esquives en general, la movilidad es clave.
- Hace mucho daño, pero sobre todo el ataque tras una breve cinemática, este es letal. Se parará y con un golpe de espada creará unos hilos, buscad un hueco amplio en el que no os den esos hilos al estallar, de lo contrario os hará muchísimo daño.
- Por último, de vez en cuando os devolverá al pasado, es algo inevitable, y el recuperará algo de vida. A qué punto volveremos es impredecible, pero os recomendamos tener preparado el bloqueo y el esquive.
En este combate hay que ser proactivos, atacar siempre en los pequeños huecos que tenemos, pero sin abusar, puesto que el castigo puede ser letal. Jugarlo con calma y lo tendréis.