Harry Potter debería profundizar sobre los dos objetos mágicos más polémicas de las películas en su nueva serie de televisión

Los agujeros de guion y algún sinsentido del libro, a examen en la serie de televisión

Harry Potter debería profundizar sobre los dos objetos mágicos más polémicas de las películas en su nueva serie de televisión
Felix Felices, un objeto sinsentido al desaparecer
Publicado en Harry Potter

En los últimos días se ha hablado de la posibilidad de que la serie Harry Potter corrija una inconsistencia creada en La Orden del Fénix al tener más tiempo para redefinir la narrativa del mundo mágico de J.K. Rowling, especialmente si decide acercarse con mayor rigor a los detalles del material original. Entre otras muchas oportunidades que ofrece este nuevo formato, el reboot podría apostar por resolver los debates que giran en torno a dos objetos mágicos cuya existencia plantea serios problemas de lógica dentro del universo de la saga: el giratiempo y la poción Felix Felicis, también conocida como "suerte líquida".

El giratiempo se introduce en El prisionero de Azkaban como un dispositivo que permite retroceder en el tiempo. Hermione lo utiliza para asistir a múltiples clases simultáneamente, un uso que ya se siente exagerado dado que, como se descubre más adelante, los estudiantes pueden permanecer en Hogwarts más allá de sus siete años para continuar su formación. La idea de que alguien recurra a viajes temporales solo para mejorar su promedio escolar resulta absurda dentro del contexto de una historia donde el destino del mundo mágico pende de un hilo.

El problema es que el giratiempo representa una herramienta tan poderosa que, en retrospectiva, resulta imposible justificar su ausencia en momentos clave. ¿Por qué el Ministerio de Magia no lo utilizó para anticiparse al ataque de Voldemort contra los Potter? ¿O para evitar cualquiera de los múltiples desastres que marcaron la historia reciente del mundo mágico? Aunque los libros explican que todos los giratiempos fueron destruidos durante un ataque al Ministerio en La Orden del Fénix, esa justificación solo cubre su uso en el presente.

Una poción muy buena para muy poco uso

En paralelo, la poción Felix Felicis plantea problemas similares. Introducida en El misterio del príncipe, esta sustancia garantiza al bebedor un día perfecto, donde todo le sale bien. Harry la utiliza para obtener de Slughorn un recuerdo vital sobre los Horrocruxes, y luego reparte lo que queda entre sus amigos, quienes gracias a ella logran salir ilesos del ataque de los Mortífagos al castillo. La explicación que da el propio Slughorn sobre por qué no se usa con mayor frecuencia —que es difícil de preparar y peligrosa si se hace mal— resulta insuficiente, especialmente considerando que él mismo fue capaz de elaborarla sin dificultad y la ofreció como premio en una simple clase.

A diferencia de otras pociones complejas como la multijugos, que se usa de forma constante en la saga, Felix Felicis desaparece rápidamente del mapa narrativo, a pesar de sus efectos extraordinarios. Información suplementaria —extraída de Pottermore, videojuegos y otras fuentes externas— intenta justificar su escasa aparición alegando que su consumo frecuente puede causar toxicidad, volverse inestable con el tiempo o incluso revertir sus efectos, algo que no llegó a profundizarse en libros o películas.

De esta forma, la serie, que tiene otros agujeros de guión a corregir, se enfrenta ahora a la tarea de adentrarse en dos de los temas más debatidos del Mundo Mágico.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!