La destrucción de Asgard le dio a Thor su poder más oscuro e increíble

El dios nórdico Thor fue una de las figuras más importantes en el Universo Ultimate de Marvel Comics. Aunque esta renovada versión de Thor no se alejaba mucho de la forma canon, acabó metiéndose en un camino oscuro del que jamás pudo regresar. Acostumbrado a la manera en la que funcionaba el Universo Ultimate, el status quo de Thor se rompería definitivamente. De esta forma, Thor obtendría un poder más oscuro que cualquier otro que se haya visto en el reino de Asgard. El Universo Ultimate se fundamentaba sobre la idea de que cualquier acción en el mundo tenía sus propias consecuencias.

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De esta forma, el status quo de los personajes sería mucho más difícil de cambiar con respecto a la continuidad principal. Dicho otra forma, los muertos morirían para siempre, los héroes que se convirtiesen en villanos no verían sus pecados expiados de forma sencilla, y nadie sería invulnerable al paso tiempo. Incluso los mismos dioses de Asgard, un reino definido por un ciclo eterno de destrucción y renacimiento, no fueron inmunes a esto. De un solo golpe, los dioses se encontrarían derribados, solo que esta vez, no habría ningún tipo de resurrección posible. Como resultado, el Thor del Universo Ultimate se convertiría la versión más frágil que haya visto el héroe.

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Por otro lado, The Maker, el Reed Richards de este universo convertido en villano, crea lo que se conoce como los Niños del Mañana. Como parte de un extraño experimento, consiguieron acelerar 900 años de su vida guiados por la visión del mundo de Richards: una raza tecnológicamente avanzada de humanos modificados genéticamente perfectos. Uno de los primeros objetivos de los Niños era identificar y eliminar las pocas amenazas potenciales que les impidiesen establecer un dominio global sobre el mundo.

El primero de sus objetivos fue Asgard, hogar de Thor y el resto de dioses nórdicos. The Maker consiguió orquestar un ataque contra Asgard, que se parecía más a una matanza sin límites. Los dioses fueron asesinados por los Niños de The Maker y para terminar de consagrar su victoria prendieron fuego al Árbol del Mundo, Yggdrasil. Todos las conexiones entre los dioses nórdicos fueron borradas por The Maker, excepto una: Thor Odinsson. Si bien es cierto que es el último superviviente de Asgard, Thor no está solo. Como los últimos restos de lo que quedaba de Asgard, Thor se convirtió en el propio Valhalla, con los espíritus de innumerables guerreros caídos unidos al Dios del Trueno.

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Asgard existió en un ciclo de eterna destrucción y renacimiento conocido como el Ragnarök. Aunque el Ragnarök a menudo se ve como el final del mundo en la mitología nórdica, esto no es ni mucho menos una verdad absoluta. Si bien es cierto que el Ragnarök provoca la destrucción de Asgard y la muerte de la mayoría de los dioses, Asgard y sus dioses renacen de las cenizas y el ciclo continúa manteniéndose así hasta el infinito. El ataque de The Maker a Asgard rompió la regla. Como temía Thor, es peor que el Ragnarök, ya que supone el verdadero final de los dioses y Thor ya solo puede llevarse el Valhalla junto a él.

Aunque Thor puede tener algo de consuelo al poder tener siempre presentes a su padre y hermanos a su lado, está condenado a pasar el resto de su vida conviviendo con aquellos que ha perdido en su vida. Lo peor de todo es que si Thor acaba muriendo no habrá ningún Valhalla que lo esté esperando. Sin otra pieza de Asgard a la que poder unirse, Valhalla dejaría de existir para convertirse en la nada más absoluta. Sin lugar a dudas, convertirse en una encarnación viviente de Valhalla es un poder asombroso, pero el precio que paga Thor puede ser demasiado elevado. Solo la destrucción completa de su hogar y la extinción de su raza lo hace posible, y para el Dios del Trueno es un sombrío recordatorio de todo lo que ha perdido.