La ciencia confirma que los videojuegos aumentan la inteligencia de los niños
Los videojuegos vuelven a demostrar sus beneficios

La industria de los videojuegos cuenta con todo tipo de géneros y consolas que se pueden disfrutar, lo que viene de la mano de que el número de jugadores en todo el mundo sea altísimo. Sin ir más lejos, solo contando a los que poseen una Nintendo Switch, hay más de 150 millones en todo el mundo. Ahora bien, con todo lo que está por venir como es el caso de futura PS6, lo cierto es que siempre se ha cuestionado si jugar a videojuegos afecta al desarrollo intelectual. Y tal parece que es así, pero para bien.
De acuerdo a lo que se ha podido saber a través de un estudio llevado a cabo por el neurocientífico Torkel Klingberg y que ha sido informado a través de Science Alert, se ha señalado que los niños que juegan a videojuegos pueden tener un mayor cociente intelectual en comparación a aquellos que no tocan consolas.
Los videojuegos demuestran una vez más los beneficios que pueden aportar a los más pequeños de la casa
Obviamente esto dependerá de cada juego y género, pero lo cierto es que la investigación llevada a cabo ha analizado a casi 10.000 niños de 9 y 10 años, los cuales se han dedicado a estar jugando frente a una pantalla durante una hora diaria, lo que ha dado como resultado que aquellos niños que pasaron más tiempo incrementasen su cociente intelectual 2,5 más de media frente a los que jugaron menos.
Hay que señalar que el estudio llevado a cabo ha tenido en cuenta varios factores, tales como la comprensión lectora, la memoria y la inteligencia espacial, lo que ha dado pie a que hayan desarrollado estas habilidades y otras en su partidas a videojuegos en comparación a los que no lo han hecho.
Ante todo hay que decir que el resultado obtenido demuestra los beneficios que dan los videojuegos, aunque, como es habitual, esto debe llevarse a cabo sin excesos, ya que al igual que jugar un poco al día de forma controlada puede ayudar al desarrollo intelectual, tampoco hay que llevarlo al extremo con jornadas maratonianas e insalubres que pueden llevar a la adicción.