Samantha Béart, actriz de Baldur's Gate 3, asegura que los CEOs "solo quieren ahorrar dinero" usando inteligencia artificial

Últimamente, el tema de la Inteligencia Artificial está en boca de todos y la industria de los videojuegos no es la excepción. La última en pronunciarse al respecto del uso de la IA en los videojuegos ha sido Samantha Béart, la actriz que le puso la voz a Karlach en Baldur's Gate 3, que cree que los CEOs "solo quieren ahorrar dinero" usando la inteligencia artificial y no se dan cuenta de que bajan la calidad del producto en el proceso.
En declaraciones recientes para la revista Edge, la actriz de doblaje insistió en la idea de que, desarrollar videojuegos con IA solo contribuirá a destruir la industria si no se hace con cuidado. Sobre todo porque, en su opinión, ahora mismo los "CEOs solo tienen intención de ahorrar dinero" al hacer uso de esta tecnología. Además, a los artistas en general no les interesa que utilicen su arte de esta manera porque no solo no ganan nada, sino que pierden ilusión por su trabajo.
Simplemente no va a suceder. ¿Por qué lo harías? Estarías firmando el fin de cualquier tipo de trabajo o carrera. Tenemos una industria repleta de personas altamente creativas que sienten vocación por este trabajo, y luego están estas personas con dinero, que no juegan videojuegos y lo ven simplemente como una forma fácil de obtener beneficios.
Béart, no es la primera actriz de voz que ve con recelo los avances que están haciendo algunos estudios para empezar a utilizar la inteligencia artificial en las voces de los videojuegos. Su compañera de reparto en Baldur's Gate 3 Cissy Jones (la voz de la absoluta) o de Andreja de Starfiel, también han tomado cartas en el asunto. En su caso, cuando descubrió que había sitios en línea haciendo uso de su voz sin su consentimiento. Algunos aceptaron dejar de usarla, pero la actriz explicó que otros no tienen intención de dejar de hacer dinero con su trabajo:
Otras personas con más dinero en sus cuentas bancarias básicamente me enviaron el equivalente por correo electrónico de un dedo medio digital diciendo: "no me importa". Eso fue lo que me impulsó a empezar a hablar con amigos sobre: oye, ¿cómo hacemos esto correctamente? ¿Cómo aceptamos que el genio ya salió de la botella y buscamos la manera de participar en la conversación, porque de lo contrario seremos sistemáticamente aniquilados? Sé que suena dramático, pero viendo lo fácil que es robar la voz de alguien, no está lejos de la realidad.
La inteligencia artificial puede ser una poderosa herramienta, pero claramente también representa un gran desafío ético y profesional para quienes trabajan en el arte y entretenimiento. Es fundamental que la industria establezca un diálogo honesto y transparente sobre cómo utilizar esta tecnología, asegurándose siempre de respetar y proteger el talento humano que le ha dado vida a nuestras historias favoritas. Después de todo, una gran parte de eso que nos hace amar a los videojuegos son las voces detrás de los avatares sobre los que tomamos control día a día.