Esta fallida miniserie de Stephen King de los 90 tiene dos finales alternativos

En ocasiones, una sola perspectiva no es suficiente al momento de darle fin a una historia

Esta fallida miniserie de Stephen King de los 90 tiene dos finales alternativos
La serie necesitó de dos finales para convencer a su público
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Actualmente, y a pesar de que su libro favorito aún no ha sido convertido en una película, Stephen King presume de ser uno de los autores vivos con más obras adaptadas al cine y la televisión. Sin embargo, no todas sus producciones han dejado una huella tangible. En 1991, el maestro del terror llevó a la pantalla chica Años dorados, una producción que no cubrió las expectativas con ninguno de sus dos finales.

Si bien algunos consideran que el mayor error estuvo en la elección del formato, pues el resultado pudo haber sido distinto como un relato corto en lugar de una serie, lo cierto es que no tuvo una dirección creativa competente.

¿Por qué Años dorados tuvo dos finales?

Para entender las razones que condujeron a la presentación de dos desenlaces debemos remontarnos al principio del desarrollo de la serie. En primer lugar, a diferencia de otras producciones, el programa gira en torno a una historia completamente original, si bien fue creada y escrita por el maestro del terror, en colaboración con Josef Anderson, no corresponde a ninguna de sus publicaciones.

Desafortunadamente, nada se dio como esperaban, la falta de receptividad por parte de la audiencia y los pocos comentarios de la crítica, condujeron a su cancelación. De esta manera, lo que fue concebido como un programa regular, terminó reducido a una miniserie de siete episodios.

Por otra parte, la fecha de su debut no fue la más adecuada. Años dorados llegó a la pantalla poco tiempo después del hito que establecieron David Lynch y Mark Frost con su atractivo thriller policíaco Twin Peaks, el cual elevó las expectativas del público.

Frente a este escenario, los altos ejecutivos de CBS decidieron marcar el fin después de una única temporada y, por consecuencia, el planteamiento de un desenlace marcado lleno de suspenso.

El primer final de Años dorado dejó muchos cabos sueltos

Años dorados

El primer final no terminó de convencer al público

La intrigante serie acerca del conserje de un laboratorio que, después de un accidente laboral, comienza a experimentar un rejuvenecimiento misterioso fue cancelada demasiado pronto.

Debido a la imposibilidad de completar la historia original ideada por King, los productores asumieron la responsabilidad de crear un desenlace apresurado para cerrar la trama. Por desgracia, su trabajo se limitó a presentar un final, incluso si este no coincidía con la visión del maestro del terror.

Las discrepancias entre el autor y los productores terminó convirtiéndose en diferencias creativas imposibles de subsanar. A ello, se sumó la incertidumbre respecto a una posible renovación del programa. De esta forma, para ese momento, la única solución era filmar dos finales diferentes con capacidad de representar el par de posibles interpretaciones de la historia.

Dos perspectivas diferentes, pero sin resultados positivos

Todo parece indicar que la intención fue darle a los espectadores la oportunidad de especular sobre lo que podría haber sido. Sin embargo, ninguna de las propuestas impidió el fracaso. La miniserie estuvo lejos de alcanzar su máximo potencial.

Aunque en principio, la resolución de CBS cumplía tenía como propósito disponer de más opciones a la hora de cerrar la serie, en última instancia, se eligió el más conveniente y adecuado para la cadena televisiva. Años dorados terminó sin la posibilidad de mostrar a la audiencia los horrores del envejecimiento a la inversa, al igual que otros temas controversiales, entre ellos, el impacto de la vejez, la mortalidad y el poder de la ciencia.

Los espectadores recibieron un final de suspenso marcado por la ambigüedad, el cual se emitió a través de CBS, y corresponde a lo que hubiese sido un desenlace ideal para la primera temporada de un programa regular, algo que no sucedió.

Por su parte, el planteamiento del vídeo doméstico ofrece una versión enmarcada en un tono mucho más optimista, ya que respeta la fórmula de la clásica miniserie donde todos los cabos sueltos son atados en el último momento.

En definitiva, está claro que las decisiones de producción y las tensiones creativas pueden afectar tanto el desarrollo, como el final y resultado de los programas de televisión. De esta forma, existe la posibilidad de haber visto triunfar a Años dorados si se hubiese elegido otro camino en lo que respecta al formato. Por el momento, no hay nada que hacer más allá de esperar que la próxima serie basada en una obra de King no sufra el mismo destino.

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