Las mejores redenciones de personaje en el anime de InuYasha
En la obra de InuYasha hay muchos estupendos ejemplos de redención y estos son algunos de los mejores

InuYasha no solo es uno de los mejores animes de la década de los 2000, sino que también es de las mejores historias de romance que se puede encontrar en la industria. Esta obra nos presenta a InuYasha, Kagome y sus amigos, quienes emprenden un viaje en el Japón feudal, repleto de demonios que devoran humanos y que quieren hacerse con una misteriosa perla que los volverá sumamente poderosos.
Aunque es una historia con gran énfasis en el romance, lo cierto es que la historia creada por Rumiko Takahashi también cuenta con muchas peleas épicas, donde podemos ver un gran despliegue de poderes. Además, hay una gran cantidad de personajes muy bien escritos.
Los personajes son un punto fuerte de esta historia, ya que los hemos visto crecer y desarrollarse, pero también redimirse. Muchos de los villanos presentados en esta obra terminan obteniendo una gran evolución, al punto de emprender un camino de redención. Y estos son algunos de los mejores ejemplos de ello.
Kanna

Kanna traicionó a su creador tras experimentar una tragedia
Todos estos casos de redención en el anime de InuYasha no están ordenados de ninguna forma, ya que un listado de este estilo es bastante subjetivo y va a depender de lo que cada fan considere como lo mejor.
Entonces, empezamos el listado con Kanna, que fue una de las primeras encarnaciones del villano definitivo de esta historia, Naraku. Esta entidad tiene la apariencia de una niña que parece no tener ningún tipo de emociones. Sin embargo, también es el recipiente de muchos secretos del villano y esto lo sabemos a medida que va avanzando la historia.
Es importante señalar que Naraku siempre alegó que Kanna no tenía emociones propias, por lo que saber que ella es la que, en gran parte, ocasiona su caída, es interesante. Todo ocurre después de que el villano asesinó a Kagura, la 'hermana' de Kanna. Este acto removió los sentimientos de la niña, quien traicionó a Naraku y le reveló sus secretos a Kagome y compañía. Podría ser que esto encaje o no como una redención, ya que no existía un conflicto interno en la chica ni elementos de moral, pero ella consiguió su venganza y castigó al villano.
Sango

Sango es parte del equipo de protagonistas y también tiene su arco de redención
Sango pertenece al grupo de personajes principales de esta obra. Ella se desempeña como cazadora de demonios, quien fue manipulada por Naraku para que colaborara con él, ya que solo así podría rescatar a su hermano menor, Kohaku.
Sango atacó a InuYasha y a todos sus amigos, pero esto fue en una situación de manipulación y chantaje emocional, así que bien podría encajar o no en la definición de redención. Sin contar que, prácticamente, fue coaccionada en sus movimientos.
Evidentemente, Sango se terminó arrepintiendo de sus acciones y, al final, terminó uniéndose al grupo de protagonistas. Además, la obra nos demostró que la joven siempre tuvo el deseo de redimirse por sus acciones, incluso cuando no actuó de esta forma por voluntad propia, pero siempre se sintió culpable.
Kikyo

Con el paso del tiempo, Kikyo también pudo tener su redención de personaje
Kagome es la reencarnación de una legendaria sacerdotisa llamada Kikyo. En un principio, esta sacerdotisa era buena y se dedicaba a proteger la perla de Shikon de todos los demonios. Incluso se enamoró de InuYasha. Lamentablemente, un demonio resucitó su cuerpo con arcilla y cambió su personalidad.
Esto hizo que esta nueva versión de Kikyo fuera una antagonista en todo sentido y que a menudo actuaba en contra de los protagonistas. Esto era especialmente doloroso para InuYasha, pues aún tenía sentimientos por ella.
No obstante, a pesar de esto, de vez en cuando podíamos ver algunos destellos de su personalidad amable. En el tramo final de la obra, vemos que la chica se sacrifica para resucitar a Kohaku, por lo que podemos afirmar que tuvo su gran redención.
Kohaku

Kohaku, el hermano de Sango, pudo redimirse
Kohaku es el hermano menor de Sango y también forma parte de los cazadores de demonio. En un principio, fue asesinado y poseído en medio de una misión, por lo que fue usado como una herramienta para asesinar a otros humanos, incluyendo a su padre. Pero es aquí cuando Naraku le da una segunda oportunidad y lo revive al poner un fragmento de la Perla de Shikon en su cuello.
Con el paso del tiempo, Kohaku recuperó sus recuerdos, así que decidió asesinar a Naraku para redimirse, mientras lo intentaba engañar. Pero también debemos señalar que todo su arco de redención puede verse un poco alargado, más de lo necesario. Aunque siempre es interesante acompañar en este camino.
Sesshomaru

Aunque nunca fue un villano en sí, al final pudo redimirse también
Sesshomaru no se presentó como un villano en sí, sino más bien como alguien con conflictos sin resolver con su medio hermano, InuYasha. Esto debido a que odiaba la idea de compartir su sangre con alguien que era mitad humano. Sin embargo, cuando conoce a Rin, empieza a cambiar un poco su personalidad.
Con el paso del tiempo, vemos que el vínculo que se forja entre Sesshomaru y Rin hace que este se vuelva más suave y comprensivo. Pero no es todo, ya que cuando colabora con Kagura también podemos ver su desarrollo. Y al presenciar la muerte de esta mujer, le permite evolucionar en alguien más maduro y tener un desarrollo emocional.
Kagura

Kagura protagoniza una de las mejores redenciones de personaje
Kagura es otra de las encarnaciones que creó Naraku. En un principio, esta era el demonio del viento, quien luchaba contra InuYasha y sus amigos. Pero, con el paso del tiempo, fue desarrollando un criterio propio y empezó a soñar con ser libre.
Pero aquí no acaba todo, ya que, eventualmente, Kagura intenta luchar por proteger a otros que le importan, traicionando a Naraku. Su muerte también benefició a la redención de otros personajes como Kohaku.