La personalidad de los protagonistas de Final Fantasy VII Remake te enamorará y te explicamos por qué

Final Fantasy VII Remake está disponible oficialmente desde hoy mismo en el mercado. La reimaginación del clásico entre los clásicos es uno de los trabajos más titánicos en los que se ha embarcado Square Enix. El resultado de la propuesta ya lo puedes leer en nuestro completo análisis del título, aunque queremos darte algunas claves que van a conseguir que llegues a Midgar con muchas más ganas de las que ya tenías, si es que eso es posible. Y es que desde 2015 hemos estado imaginando cómo sería la aventura reinventada y en muchos aspectos ha conseguido superar cualquier expectativa.

Uno de los que más destaca es la personalidad de cada uno de los personajes protagonistas. Como sabrás, en este primer episodio de Final Fantasy VII Remake están disponibles Cloud, Aeris, Tifa y Barret. Cada uno de los cuatro tienen una profundidad mucho mayor de lo que mostraban en el original, conteniendo matices psicológicos de lo más interesantes que añaden un contenido narrativo superlativo. A continuación vamos a desgranar los aspectos que convierten a cada uno de los cuatro protagonistas en personajes únicos gracias al trabajo del remake.

Cloud: el ex-Soldado indiferente y leal con problemas psicológicos

Cloud es el personaje más legendario, no solo de Final Fantasy VII, sino de toda la serie en general. El ex miembro de Soldado era el protagonista más destacado del título original, especialmente por su crisis de identidad que se descubría a lo largo de su viaje. Su indiferencia inicial se quedaba en algo superficial, dando paso a un objetivo fijo junto a los miembros de su equipo para conseguir derrotar a Sefirot. No obstante, en el remake se le han dado los matices necesarios para que esa evolución en su personalidad sea mucho más natural e lógica, mostrando algunos detalles adicionales que ayudan a entender su relación con el resto de protagonistas.

Y es que el objetivo de Cloud es, simple y llanamente, derrocar a Shinra a cualquier precio, motivo por el que acepta ser contratado por Avalancha para hacer estallar los reactores de mako de Midgar. Ahí se comprueba que su relación con Barret es especialmente tensa por su anterior vinculación a Shinra, a lo que responde que solo se ha unido a su causa para cobrar un precio. No obstante, tras los acontecimientos y su vinculación con Aeris, puede comprobarse cómo la evolución del personaje le lleva a preocuparse por el resto de miembros del grupo, especialmente por Tifa, cuya amistad desde la infancia les ha hecho vivir cosas especiales juntos. Por otro lado, si decides explorar al máximo las posibilidades de las escenas desbloqueables, puedes presenciar momentos que confirman el progreso de su relación con el resto. Sin duda, una lealtad que se va forjando a medida que se desarrollan las vivencias.

En otro sentido, Final Fantasy VII Remake explora mucho más allá los problemas de identidad de Cloud, mostrándole visiones de manera constante par introducir al jugador lo que está por venir en próximos episodios. Además, su vinculación con Sefirot también comienza a mostrarse, por lo que se puede apreciar la complejidad psicológica del personaje, aunque con muchos más matices de lo que se mostraba en el videojuego de 1997. Sin duda, es una introducción perfecta para definir la personalidad de uno de lo personajes más complejos de toda la serie Final Fantasy.

Aeris: la florista con más conocimiento del que aparenta

Aeris es uno de los protagonistas más destacados de todo Final Fantasy VII, dada su importancia a nivel narrativo. La florista que le regala una flor a Cloud en su primer encuentro se revela como alguien vital para los acontecimientos de la propuesta. En el remake este honor se le otorga desde el primer momento, mostrando que es alguien a quien seguirle la pista desde su primera aparición. Tras su próxima aparición, cuando Cloud cae en la iglesia del sector 5, ya comienza a hacer alarde de su personalidad. Y va a ser difícil que no te conquiste con lo que muestra de ahí en adelante.

Y es que se nota que Aeris tiene ganas de vivir una gran aventura y las reminiscencias que Cloud le provoca respecto a su primer amor, Zack, son constantes. La magia de la relación entre ambos personajes se va fortificando, mostrando a una Aeris mucho más vacilona con Cloud y haciendo el papel de chica inocente en ciertas ocasiones, pero dejando claro que sabe valerse por sí misma. La consciencia de su destino, siendo la última descendiente viva de los Cetra, le da una personalidad muy fuerte. La responsabilidad que recae sobre sus hombros se libera en cierta medida cuando conoce a Cloud, Barret y Tifa. Especialmente con esta última, con la que forja una amistad muy especial.

Aeris tiene esa dualidad entre la chica dulce y ácida que encandila desde el primer momento. Si en el título original parecía una chica un poco repelente en determinados momentos, ahora es imposible no esbozar una sonrisa con cada momentos que protagoniza. Además, también demuestra tener la entereza y el coraje necesarios para afrontar los momentos más difíciles. Su construcción es la más importante a nivel narrativo, pero en esta ocasión no se ha dejado de lado su personalidad para definirla como un buen personaje más allá de las exigencias del guion. Espectacular.

Barret: el padre con ideas firmes que lidera Avalancha

Barret es uno de los que más cambios sufre en el remake y todos para mejor. Si es cierto que en el original tenía una buena progresión, en el remake se ha multiplicado por diez. Es el líder de Avalancha, un grupo ecoterrorista, por lo que debe ser alguien con ideas firmes y algo rudo. Lo es, no cabe la menor duda, porque también es el más deslenguado del grupo y el que suelta el mayor número de tacos. No obstante, se muestra como una persona muy preocupada por la estabilidad del mundo en el que vive, por lo que su objetivo es el de resguardar la corriente vital y evitar que Shinra se haga con el poder de la energía mako para sus fines. Y todo por lo que lucha tiene un nombre propio: Marlene.

Y es que si había algo que podía echarse de menos en el título original es la figura de padre que ejercía Barret. Sí, se preocupaba de Marlene, pero no del modo que cabría esperar de un padre soltero. En Final Fantasy VII Remake sí que se puede ver esa figura de padrazo elevada a la máxima potencia, ya que su hija está presente en muchos de sus discursos. Además, los momentos que comparten los dos son oro puro. Al igual que la relación con su hija se ve fortificada, sucede lo mismo con el resto de miembros de Avalancha, con los que establece una relación de complicidad y aprecio mucho mayor. Ya no son simples peones a su servicio, sino que son camaradas y amigos.

Una relación que también va mejorando con Cloud con el paso del tiempo, aunque sin dejar de lado su orgullo de tipo duro. La evolución de Barret se traduce en un cambio de planes cuando Aeris, una persona que arriesgó su vida para salvar a Marlene, está en peligro. La deuda de Barret con la joven le hace abandonar su objetivo principal de eliminar a Shinra y no duda ni un segundo en lanzarse a su rescate cuando el grupo se dirige hacia el edificio de la compañía. Ese vínculo es una demostración de lo bien que se ha construido la personalidad de Barret, con su hija como el principal reclamo.

Tifa: la mujer de armas tomar siempre al servicio de los demás

Lamentablemente, Tifa ha pasado a la historia en la mayoría de los casos por su diseño, que cumplía las fantasías de Tetsuya Nomura como la novia de sus sueños. El trabajo del remake era titánico para conseguir que la amiga de la infancia de Cloud tuviera una personalidad fuerte que le hiciera olvidar a la gente esa imagen de icono platónico. Y lo consigue, vaya que si lo consigue. Tifa demuestra que es uno de los personajes con una voluntad más férrea desde el principio, además de ser la más emocional del grupo. Su relación con Cloud es muy especial y se demuestra desde el primer instante, donde siempre se está preocupando por su bienestar.

De hecho, Tifa se define como un personaje que se preocupa más por los demás que por sí misma, llegando incluso a cuestionarse algunas de las medidas tomadas por los miembros del equipo cuando considera que no los las acertadas. En Final Fantasy VII Remake, Tifa es alguien entregada a las causas del resto, creando una complicidad brutal con cada uno de los personajes que aparece en pantalla. Es la amiga de todos y está dispuesta a llegar hasta donde sea necesario para que todas las personas de su entorno estén bien. No obstante, esto no significa que se abandone su figura de mujer de armas tomar que ya se vislumbraba en el juego original.

Y es que la calidad de la joven como luchadora es colosal, demostrando que tiene el carácter necesario para enfrentar las adversidades con dureza. Esto es algo que puede verse de manera muy clara en el capítulo que se desarrolla en la mansión de Don Corneo, donde hace alarde de una personalidad espectacular para amenazar al magnate y conseguir la información que buscan. Aún quedan muchos aspectos por explorar del pasado de Tifa que probablemente se mostrarán en los episodios que están por venir, pero la puesta a punto ha sido, sencillamente, impresionante.