Los problemas de Halo Infinite salen a la luz con el testimonio de varios ex empleados de 343
Halo Infinite es el gran lanzamiento de Xbox para estas navidades. El juego de 343 quiere recuperar la esencia Halo de la trilogía de Bungie y ser la punta de lanza de la nueva generación de Xbox. Después de la presentación del gameplay en el Xbox Games Showcase del otro día, muchos fueron los memes que afloraron por el aspecto de uno de los brutos que aparecían, aunque la preocupación general fue por el aspecto del juego.
Pese a tratarse de un nuevo motor, apodado Slipspace Engine, el resultado ofrecido no nos transportó esa sensación next gen esperada de un gameplay en Xbox Series X. Recientemente, en los foros de Reddit de Halo han aparecido comentarios de ex y actuales empleados de 343 en LinkedIn hablando de la compañía y haciendo una valoración de ella, algo que se suele hacer para recomendar o no un lugar de trabajo a otros compañeros.
En estos post podemos ver varias críticas, dirigidas directamente a los encargados del estudio, quienes son considerados en multitud de ocasiones como personas caóticas con muy poco control de lo que sucede. Aunque la mayor queja que se repite en todos los post es respecto a la tecnología utilizada. Uno de los ex-desarrolladores de 343 define su tecnología como "anciana", con un código que lleva a sus espaldas multitud de años y que ha sido actualizado a base de parches.
Estos fallos en la tecnología también se extrapolan al entorno de trabajo, con repositorios con problemas y builds que implementan tests con semanas de retraso, algo que hace que los desarrolladores estén esperando para realizar pruebas y muchas veces estancados en un punto del desarrollo donde no pueden avanzar sin hacer esas pruebas.
Así lucirá el Jefe Maestro en la portada de Halo Infinite.
Sobre el motor, otro antiguo desarrollador comenta lo antiguo que es (lo que nos hace pensar que el Splipspace es más una evolución de lo visto que un comienzo de cero), pero que en 343 están trabajando de lo lindo para solucionarlo, destacando que "están trabajando en ello, pero todavía están muy lejos de lo que querían conseguir". También se recalca lo ambicioso que es su próximo proyecto, Halo Infinite, y que incluso se han tenido que recortar muchos aspectos del juego porque eran imposible alcanzarlos con la actual tecnología.
Otra de las grandes quejas, y que es una constante en la mayoría de estudios de desarrollo, el abuso de la contratación temporal. Hasta un tercio de los trabajadores en 343 no tienen un contrato indefinido como tal y trabajan de forma temporal en el proyecto, seguramente hasta que este acabe. Esta medida es común en estudios AAA, con un ejemplo claro de esto mismo visto en Naughty Dog y su The Last of Us Parte II.
El entorno de trabajo es cuestionado por varios desarrolladores, donde incluso comentan que se trata de un ambiente tóxico por la presión y decisiones tomadas por dirección. Además, se reprocha que aquellos que estaban al mando del estudio cuando sus juegos no fueron bien recibidos sigan allí, de forma que no se han tomado responsabilidades por sus fallos.
Un vistazo al anillo de Halo Infinite
Queda claro que uno de los grandes problemas de 343 es que es un estudio novato en muchos aspectos llevando a sus espaldas un título de peso como Halo, además de que han arrastrado desde hace años una tecnología que es la misma que acompaña al juego desde su llegada inicial a Xbox, con un nuevo motor que -según las palabras de estos desarrolladores- parece más una nueva iteración que un comienzo de 0.
Dejando de lado el apartado técnico, hay que reconocer que Halo Infinite respira Halo por todos sus poros y que es quizás el juego más fiel a la saga que hemos visto por parte de 343. Todavía nos queda mucho por saber de Halo Infinite, cuyo lanzamiento llegará de la mano con Xbox Series X.