Microsoft aclara si los juegos de Activision Blizzard seguirán llegando a consolas PlayStation
La pelota está ahora en el tejado de Xbox.
A poco que no vivamos en una cueva, ha sido difícil no enterarse del multimillonario movimiento que hubo este 18 de enero en la industria del videojuego. Microsoft, en un trato sin precedentes, cerró la compra de Activision por casi 70.000 millones de dólares, algo que se traduce en más de 60.000 millones de euros. Dicha información ha sacudido al mundo entero, disparando las acciones de Microsoft y Activision y desplomando las de Sony. Y es que, con razón, asaltan dudas importantes acerca de esta compra, como el riesgo de monopolio si Estados Unidos ratifica esa compra o, por supuesto, si los títulos de Activision dejarán de llegar a otras plataformas.
Las dudas que asaltan a la gente crecen, además, si se tiene en cuenta la tendencia de Bethesda, cuyos juegos estrella, como Starfield o The Elder Scrolls VI, ya se sabe que llegarán en exclusiva a Xbox y PC. Sin embargo, Microsoft ha realizado declaraciones tranquilizadoras al respecto, ya que Phil Spencer ha sido personalmente quien ha dicho lo siguiente: "quiero decir a los jugadores que no tenemos intención de sacar a las comunidades de otras plataformas y estamos comprometidos a eso", dejando claro que, aunque pueda haber títulos exclusivos, se seguirán manteniendo muchas franquicias a nivel multiplataforma.
Verdaderamente, puede que a más de uno le tranquilice que Phil Spencer haga esa afirmación, pero también cabe recordar que con Bethesda hubo declaraciones similares y, últimamente, podemos ver varios títulos que no saldrán del ecosistema Xbox como los mencionados anteriormente. Por tanto, tarde o temprano, el jugador o jugadora que cuente con amplio interés en los títulos de Activision tendrá que hacerse con una Xbox Series X o Series S si no quiere perderse grandes títulos de esta compañía en proceso de limpieza.
Una compra que cambia el tablero
De este modo, Xbox deja clara la apuesta de Microsoft por los videojuegos en general y su Xbox Game Pass en particular, arrojando al tablero más dinero del que cualquiera de sus competidores podría gastar. Está bastante claro que esta compra disparará las ventas de Xbox y, si Sony no realiza un bombazo próximamente, podríamos encontrarnos ante el primer sorpasso de ventas de la consola de Microsoft desde el éxito comercial de Xbox 360.
Este movimiento mejorará la calidad del servicio de Xbox y forzará a Sony a seguir mejorando los suyos, pero el músculo financiero de Microsoft pone en riesgo al libre mercado del videojuego a largo plazo, por lo que habrá que estar muy atentos a los próximos acontecimientos.