Análisis de Commandos: Origins - El regreso de una mítica saga táctica con irregularidades
Te contamos qué nos ha parecido el regreso de la mítica franquicia española

Volver a un clásico siempre supone un reto para cualquier estudio de desarrollo. No se trata solo de actualizar un nombre conocido, sino de capturar la esencia que enamoró a los jugadores originales mientras se adapta a los estándares actuales, algo que hemos comprobado estos días con Amerzone: The Explorer’s Legacy y Commandos: Origins, que intentan precisamente eso: revivir una saga mítica respetando su legado, pero enfrentándose al desafío de atraer tanto a los veteranos nostálgicos como a nuevos reclutas que nunca conocieron el sabor del fracaso tras un simple error táctico.
En un mundo donde los remakes y las precuelas buscan constantemente revivir franquicias clásicas, Commandos: Origins emerge como un homenaje nostálgico y, a la vez, una arriesgada apuesta por parte de Claymore Game Studios y Kalypso Media. Esta nueva entrega de la emblemática saga española no solo busca capturar la esencia de los juegos originales, sino también acercarla a las nuevas generaciones de jugadores.
+ Pros
- Fidelidad al espíritu clásico de la saga
- Gráficos modernos y entornos detallados
- Introducción del modo Command Time
- Contras
- Problemas técnicos y de rendimiento, incluyendo la IA enemigo
- Controles y respuesta del juego lenta
- Curva de aprendizaje empinada de inicio

- Commandos: Origins: precio, fecha de lanzamiento, plataformas y dónde comprar
- Un regreso largamente esperado a Commandos
- Conclusiones de Commandos: Origins
Commandos: Origins: precio, fecha de lanzamiento, plataformas y dónde comprar
Commandos: Origins | |
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Plataformas | PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC |
Plataforma analizada | PS5 |
Fecha de lanzamiento | 9 de abril de 2025 (en PS5) |
Desarrollador | Claymore Game Studios |
Género | Estrategia en tiempo real |
Idioma | Textos y voces en español y voces |
Commandos: Origins es un juego de estrategia y sigilo desarrollado por Claymore Game Studios y publicado por Kalypso Media para PlayStation 5, Xbox Series y PC, así como PS4 y Xbox One. Se trata del regreso de una mítica saga española tras muchos de descanso, suponiendo también un viaje al pasado hasta la Segunda Guerra Mundial, donde hay que controlar a seis soldados de élite con habilidades únicas. Se encuentra disponible con textos y vonces en español.
Un regreso largamente esperado a Commandos
Para quienes crecieron en los 90 frente a pantallas de carga eternas y discos duros ruidosos, Commandos representa mucho más que un videojuego: es un símbolo de ingenio, estrategia y paciencia. Behind Enemy Lines (1998) y Men of Courage (2001) no solo definieron el género de la estrategia táctica en tiempo real (RTT), sino que también colocaron a España en el mapa de los grandes desarrolladores.
Commandos: Origins retoma ahora esas raíces y ofrece una precuela que narra los inicios del mítico grupo de comandos. Si bien el pretexto argumental es más una estrategia de marketing que un hilo narrativo sólido —limitándose a breves textos introductorios que rara vez dejamos de lado para concentrarnos en los objetivos—, el juego se mantiene fiel al espíritu de la franquicia: la historia siempre ha sido secundaria ante el desafío táctico
La esencia de Commandos sigue intacta en Origins. Desde la perspectiva isométrica se puede controlar a un grupo de seis especialistas (Boina Verde, Francotirador, Zapador, Conductor, Buzo y Espía), cada uno con habilidades únicas que deben combinarse magistralmente para completar misiones en territorios enemigos repletos de nazis vigilantes.
Cada misión es un rompecabezas enorme, donde dividir el mapa mentalmente en sectores se convierte en una necesidad estratégica. La planificación meticulosa es esencial; cada error puede derivar en un fracaso total. Y sí, el juego exige guardar manualmente el progreso —una mecánica nostálgica para los veteranos, pero frustrante para los jugadores modernos
Novedades de una saga que regresa del viejo pasado

Commandos: Origins es una precuela de la clásica saga de estrategia táctica
Una adición moderna importante es la vista táctica —heredada de juegos como Desperados III—, que permite pausar la acción para coordinar movimientos simultáneos de todo el escuadrón. Usarla sabiamente ofrece algunos de los momentos más satisfactorios de la partida
Sin embargo, Commandos: Origins arrastra una serie de problemas técnicos: errores de pathfinding, personajes que se atascan en muros, fallos en la ejecución de órdenes e incluso misiones que no pueden completarse debido a bugs que requieren actualizaciones correctoras de forma urgente. Estos contratiempos, aunque no siempre rompen el juego, sí afectan la inmersión y pueden generar una experiencia frustrante.
Por otro lado, uno de los mayores puntos conflictivos del juego es su nivel de dificultad. Aunque los seguidores de la saga disfrutarán de su exigente curva de aprendizaje, los jugadores nuevos podrían encontrarla abrumadora. Desde las primeras misiones el juego no tiene piedad: los enemigos tienen campos de visión estrictos, el error se paga caro, y avanzar requiere paciencia y prueba y error.
El sistema de dificultad presenta picos abruptos, particularmente en escenarios interiores y cuellos de botella, donde las alternativas tácticas se reducen al mínimo. Además, la ausencia de recompensas por completar objetivos secundarios reduce la motivación para explorar caminos alternativos, limitando la rejugabilidad de las misiones.
Personajes: De herramientas a camaradas

El juego muestra cómo se formó el famoso escuadrón de élite
Una de las sorpresas agradables de Commandos: Origins es el intento de humanizar al equipo de personajes. Aunque siguen siendo esencialmente "herramientas" tácticas (el Francotirador, el Buzo, etc.), las interacciones y pequeños momentos entre ellos les otorgan algo de personalidad.
El Boina Verde, por ejemplo, es presentado como un criminal liberado para unirse al equipo, un lobo solitario que lentamente aprende a confiar en sus compañeros. El Conductor, tradicionalmente el miembro más flojo, ahora tiene habilidades útiles como plantar minas o distraer enemigos, aunque su rol aún se siente forzado. El Espía, por otro lado, brilla gracias a su capacidad de infiltrarse tras líneas enemigas sin la preocupación constante por reabastecer su veneno, haciéndolo extremadamente versátil.
Otro de los apartados más logrados de Origins es su diseño de niveles. Utilizando Unreal Engine 5, el juego ofrece escenarios variados que van desde las heladas llanuras del Ártico hasta los abrasadores desiertos africanos. La dirección artística recuerda a Commandos 2, con mapas detallados que invitan a la exploración meticulosa.
La cámara libre —con rotación y zoom— y la atención al detalle, como la mirilla del Francotirador, potencian la sensación de nostalgia. Sin embargo, el rendimiento no siempre está a la altura de lo esperado. A pesar de su acabado visual atractivo, las exigencias de hardware parecen innecesariamente altas para un título de este tipo.
Una llamada al pasado

Ofrece acción sigilosa en escenarios de la Segunda Guerra Mundial
En el apartado sonoro, Origins también rinde homenaje a su legado. La banda sonora sinfónica de 15 pistas acompaña bien las tensas operaciones, mientras que el doblaje en español —aunque realizado por nuevos actores— mantiene el espíritu original. Pequeños detalles, como escuchar al Boina Verde gruñir mientras incapacita a un enemigo, logran transportarnos directamente a finales de los 90.
Otra novedad es la inclusión de modo cooperativo local y en línea, permitiendo que dos jugadores controlen diferentes personajes simultáneamente. La implementación, similar a la vista en juegos de Larian Studios, funciona bien siempre que haya buena comunicación entre los jugadores, dado lo meticuloso que es cada movimiento en Commandos.
Si bien Origins logra capturar gran parte de la magia original, los problemas técnicos empañan su experiencia. Además de los bugs ya mencionados, también se aprecian caídas de FPS, tiempos de carga de texturas y comportamientos erráticos de la IA. Algunos errores de diseño, como la torpeza en la transición entre pisos en interiores, también minan la experiencia.
Estos detalles no destruyen el juego, pero sin duda limitan su potencial, sobre todo considerando que muchos jugadores modernos esperan una experiencia más pulida.
Conclusiones de Commandos: Origins

Cada misión exige planificación, sigilo y trabajo en equipo perfecto
Commandos: Origins es, en muchos sentidos, una carta de amor a una franquicia legendaria. La jugabilidad táctica sigue siendo adictiva, los niveles son desafiantes y satisfactorios, y la estética combina modernidad con nostalgia. Sin embargo, sus defectos son innegables: dificultades mal calibradas, fallos técnicos frecuentes, y una accesibilidad limitada para nuevos jugadores.
En su estado actual, Origins se siente como un regalo para los jugadores de toda la vida, pero una barrera para quienes se acerquen por primera vez. Para los veteranos de Commandos, esta nueva entrega será un reencuentro lleno de satisfacción —y algunos dolores de cabeza—. Para los nuevos reclutas, se tendrán que preparar para una misión dura, pero, si logran adaptarse, será una de las más gratificantes del campo de batalla virtual.
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