Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

Uno de los últimos modelos de la marca líder en audio apuesta por que puedas escuchar lo que quieras sin perder la conexión con el entorno

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro
Publicado en Análisis

El mercado de los auriculares está repleto de dispositivos que prometen aislarte del mundo a base de cancelación activa de ruido y de otras tecnologías. Ojo, no me parece para nada sorprendente, yo soy el primero que admito que cuando busco unos auriculares pienso en que evitar cualquier sonido exterior mejorará mi experiencia con ellos.

Por eso los JBL Sense Pro me resultaron tan sorprendentes en un primer momento. Estos auriculares ‘open-ear’ apuestan por que puedas disfrutar de un sonido potente y de alta calidad sin perder la conexión con el entorno que te rodea. Sin querer juzgar o no esta decisión simplemente los vi como algo que no son para mí.

Sin embargo, en las últimas semanas este producto me ha demostrado lo equivocado que estaba y en este análisis os voy a contar como ha ido acabando con cada uno de mis prejuicios.

Un producto premium que rompe esquemas

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

Se echa de menos que los auriculares incluyan un cable de carga

Desde el primer contacto queda claro que los JBL Sense Pro apuntan a la máxima categoría dentro del catálogo de JBL. La calidad de materiales se nota tanto en los propios auriculares como en el estuche de carga, que incluye pequeños detalles muy cuidados, como la suave luz blanca que se enciende al abrirlo, y un sistema de imanes que asegura que cada casco quede bien fijado al guardarlo.

Los auriculares en sí son sorprendentemente ligeros, al igual que el estuche. Incluso con los dos dispositivos dentro, pesa tan poco que no molesta ni lo más mínimo, un detalle muy importante para personas como yo que acostumbro a llevar todo en los bolsillos.

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

El tamaño de los auriculares y la funda es el mínimo posible

A pesar de todo estos puntos positivos al ponérmelos por primer vez seguí teniendo mis dudas. No estaba seguro de cómo colocarlos y, para qué negarlo, di mis primeros pasos por casa con la mano por debajo de la oreja por si acaso se desprendían. La sensación de que no estás llevando nada encajado dentro del oído es rarísima si has usado in-ear toda tu vida. Pero lo curioso es lo rápido que cambia esa percepción y pasas de verlo como un posible problema a darte cuenta de que precisamente ahí está una de sus mayores virtudes.

En la calle, en el metro o subiendo escaleras no hay ningún riesgo verdadero de que los auriculares se caigan por sí solos. Es cierto que no los usaría para actividades más movidas como salir a correr, pero para todo lo demás la sujeción es mucho más sólida de lo que parece. Es más, con el paso de las horas agradeces muchísimo que no presionen el oído porque no hay ese cansancio típico después de llevar auriculares un buen rato.

A nivel estético no tengo mucho que decir más allá de lo que cada uno puede apreciar. Visualmente convencen, tienen ese aspecto moderno que se espera de ellos y el logo de JBL encaja perfecto en ese diseño más sobrio que todos queremos para un producto que está pensado para acompañarnos tanto en el trabajo como dando un paseo. Además, incorporan los controles táctiles que ya son habituales en este tipo de modelos y que permiten pausar la canción, subir el volumen o pasar a la siguiente pista con solo dar uno o dos toques en el lateral del audífono.

Sonido que desafía expectativas

Si en el apartado de diseño ya me llevé una sorpresa, con el sonido directamente tuve que hacer un pequeño acto de fe: unos auriculares open-ear no deberían sonar así de bien, pero los JBL Sense Pro lo hacen. Y lo consiguen gracias a una combinación muy acertada entre hardware y tecnología propia de la marca.

La primera impresión fue reveladora porque la claridad general del sonido es mucho mejor de lo que imaginaba, no por un único matiz, sino por la suma de todo. Parte del mérito está en sus drivers dinámicos de 16,2 mm, bastante grandes para unos auriculares de este formato. Ese tamaño les permite mover más aire y, en la práctica, ofrecer un audio más lleno, más limpio y con detalles que normalmente pasan desapercibidos en altavoces o auriculares más modestos.

Entrando ya en materia más técnica, una de las cosas que más me sorprendió es cómo gestionan los graves. No son unos auriculares pensados para “reventarte” los oídos, pero cuando una canción o una escena requiere pegada, la tienen. Los graves aparecen con fuerza, sin ahogarse y sin alterar el resto de la mezcla. Nada vibra, nada distorsiona, simplemente están ahí cuando deben, sin exagerar.

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

Con la aplicación JBL Headphones se pueden editar diferentes aspectos del sonido

Gracias a esta moderación aparecen, como decía antes, detalles que de otra manera pasan desapercibidos. Estos auriculares tienen ese punto de calidad que te hace darte cuenta incluso de que en una canción que has escuchado 100 veces aparece un instrumento del que no te habías percatado.

No sabría decirte si es por su buen rendimiento en agudos o por la nitidez general, pero revelan matices, sobre todo en música, que en altavoces o en el propio móvil simplemente desaparecen. Y lo mismo pasa con series o películas con efectos ambientales, pequeñas reverberaciones, capas de sonido, etc. Todo se percibe con una claridad inesperada para unos auriculares abiertos.

El ruido exterior, menos problema del que parece

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

La tecnología JBL OpenSound permite que, a pesar de que el auricular no esté insertado en la entrada al oído, el sonido se proyecte directamente ahí

Hablando de producciones como series o películas y de otros contenidos como podcasts o vídeos, los Sense Pro también brillan en este ámbito. Las voces suenan muy nítidas y con un volumen excelente, algo especialmente llamativo teniendo en cuenta que no aíslan del exterior.

Aquí entra en juego su tecnología JBL OpenSound, que proyecta el audio de manera direccional hacia el canal auditivo sin necesidad de taparlo, liberando así el oído y permitiendo mantener una conexión natural con el entorno. Además, cuenta una sensibilidad de 92 dB y una impedancia de 32 ohmios, cifras que permiten que el audio llegue con mucha claridad y potencia. El resultado de todos estos factores es una sensación muy natural, sin presión ni esa fatiga típica de los in-ear tradicionales.

También disponen de la certificación Hi-Res Wireless, lo que garantiza que la calidad del audio por Bluetooth está a la altura del estándar Hi-Res, aportando mayor riqueza en los detalles y fidelidad en la transmisión, un punto importante para que la calidad del sonido sea inmejorable sin lidiar con cables.

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

La certificación Hi-Res Wireless te asegura que no notarás ningún tipo de latencia a pesar de ser un modelo inalámbrico

Por decir algo negativo, tengo que reconocer que al consumir este tipo de contenido en exteriores con un poco de bullicio, como puede ser el metro a primera hora, no vendría mal que el volumen máximo fuese un pelín más alto. Sin embargo, esto son eso, minucias que tengo en cuenta pensando en el poco margen de mejora que tiene este producto, porque el volumen en la inmensa mayoría de situaciones llega a niveles más que suficientes y, lo más importante, no distorsiona en ningún momento. Incluso a tope, el sonido se mantiene estable, lo que habla bien del control de los drivers.

En conclusión, no tener cancelación activa de ruido se nota. Y ser un auricular abierto también. Pero salvo que te plantes junto a una obra o en una avenida totalmente saturada, o que estés viendo una serie que requiera un grado de concentración a la altura de Dark, el ruido ambiente no arruina la experiencia. No son unos auriculares diseñados para aislamiento ni inmersión total, pero tampoco pretenden serlo. Están hechos para otros escenarios, y ahí cumplen de sobra.

Llamadas y latencia: cero problemas

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

Los auriculares vienen con cuatro micrófonos que logran que no den ningún problema para las llamadas o reuniones

Sé que cuando se habla de un auricular este es el último punto sobre el que uno para a pensarse, pero teniendo en cuenta que con los Sense Pro puedes estar horas y horas utilizándolo sin sentir fatiga, doy por hecho que en algún momento puedes recibir una llamada.

Para estas ocasiones, cada auricular incorpora cuatro micrófonos asistidos por un algoritmo de reducción de ruido entrenado con IA, y lo cierto es que la diferencia se nota. Incluso en zonas con viento o transitadas la voz llega clara y estable, con un tono natural que no suena metálico ni comprimido. El sistema se apoya además en un sensor de captura de voz por vibración, que ayuda a separar tu voz del ruido ambiente de forma muy efectiva.

Esto no es magia, si estás al lado de una obra se va a escuchar ruido de fondo, pero para el día a día funcionan a las mil maravillas.

Autonomía como para olvidarte del cargador

Jamás me hubiese comprado unos auriculares ‘open-ear’, pero estos me han hecho replantearme todo. Análisis de JBL Sense Pro

El estuche supone un refuerzo increíble para la batería

Uno de los aspectos con los que más expectativas tenía con los JBL Sense Pro es su autonomía, y efectivamente roza lo extraordinario. En hasta una semana de uso diario, con volumen alto y horas de escucha continuada, no he tenido que preocuparme por cargar ni una sola vez los auriculares. Sinceramente dudo que puedas acabar con su batería en un día a no ser que te lo propongas de verdad.

Los datos técnicos respaldan esta impresión: los auriculares ofrecen unas 8 horas de reproducción por carga, una cifra ya notable para cualquier dispositivo inalámbrico. Pero lo que realmente marca la diferencia es el estuche, que proporciona hasta 30 horas extra de autonomía. Esto significa que puedes pasar toda la semana usándolos sin necesidad de enchufar el estuche a la corriente.

En cuanto al consumo, no he notado una caída significativa en la duración de la batería con el volumen al máximo, lo que habla de una buena gestión energética. Además, el estuche ofrece carga rápida: con apenas 10 minutos conectado, tienes suficiente batería para varias horas de uso, algo muy práctico para esos momentos en los que tienes poco tiempo para recargar.

Por último, no puedo dejar de mencionar que los Sense Pro cuentan con carga inalámbrica compatible con el estándar Qi, lo que añade un plus de comodidad y flexibilidad para mantenerlos siempre listos sin complicaciones y sin necesidad de cable. Estos detalles son los que marcan la diferencia entre productos de élite y otros de gama alta.

Creo que en este sentido características de estos auriculares casan perfectamente con el tipo de usuario para el que están pensados. Esa persona que los llevan puestos desde primera hora de la mañana, en el trabajo o en movimiento, y que necesitan una autonomía prolongada que no les obligue a estar pendientes del enchufe durante toda la semana. En este contexto los JBL Sense Pro cumplen con creces y se convierten en unos compañeros fiables para el día a día.

+ Pros

  • Sonido excepcional
  • Comodidad absoluta, sin generar molestia con el tiempo
  • Autonomía sobresaliente
  • Cero latencia
  • Materiales y diseño premium
  • Permiten escuchar el entorno sin desconectarte de él...

- Contras

  • ...a algunos puede molestarle que no aíslen
  • No incluyen cable de carga ni cabezal
  • Volumen máximo algo justo en lugares ruidosos
94Sobre 100

Valoración final de los JBL Sense Pro

Los JBL Sense Pro son unos auriculares que en cierto sentido van a contracorriente de lo que domina el mercado actual. No buscan aislarte del mundo, ni competir con los reyes de la cancelación de ruido o envolverte en una burbuja sonora. Su objetivo es otro, el de ofrecer un sonido excepcional sin renunciar a la conciencia del entorno, y en ese terreno el rendimiento es, sencillamente, brillante.

La calidad sonora sorprende incluso aunque vayas con expectativas altas. Los drivers grandes, la tecnología OpenSound y la certificación Hi-Res crean un audio lleno, claro, inmediato y con matices que normalmente solo encuentras en modelos de tipo in-ear o de diadema. A eso se suma una comodidad difícil de mejorar. Al superar los primeros minutos de "inseguridad" sobre su estabilidad te encuentras con que puedes llevarlos horas sin la más mínima fatiga, sin presión y sin esa sensación de “meterte” algo en el oído.

La autonomía solo es un argumento más a favor, porque entre las 8 horas por carga y las adicionales del estuche te puedes olvidar del cargador durante días.

¿Son perfectos para todo el mundo? No. Su naturaleza abierta implica que no aíslan, y si sueles moverte por entornos muy ruidosos o te gusta entrar en tu universo ni si quiera el volumen máximo te lo va a permitir. Pero este punto no es necesariamente un defecto, solo la consecuencia lógica del tipo de producto que es.

El resumen es muy claro. Si buscas inmersión total o ANC, los JBL Sense Pro no son para ti a pesar de su inmensa calidad. En cualquier otro escenario son una de las mejores opciones del mercado, sobre todo para ese perfil de persona que busca un dispositivo versátil y que le permita llevarlos puestos todo el día sin desconectar del mundo cuando camina por la calle y sin preocuparse por el dolor que va a sentir en el oído al llegar a casa.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!