3 horas junto a Donkey Kong Bananza han sido suficientes para demostrar que Nintendo va muy en serio con Switch 2
Donkey Kong Bananza está a tan solo unas semanas de su lanzamiento oficial y en una prueba previa organizada por Nintendo pudimos profundizar en su propuesta

El inicio de generación de Nintendo Switch 2 está siendo vibrante, ofreciendo grandes momentos a los jugadores que han querido aventurarse en estos primeros compases de la nueva consola desarrollada por la firma japonesa. No obstante, su llegada no ha estado exenta de quejas por parte de los usuarios, con el catálogo de lanzamiento como el gran inconveniente inicial para muchos.
Si bien es cierto que Mario Kart World ha ofrecido decenas de horas de enorme diversión, aquellos que echen en falta más propuestas diferentes estarán encantados de saber que Donkey Kong Bananza está a tan solo unas semanas de ser una realidad en el sistema de nueva generación de la compañía japonesa. Y antes de que se produzca su ansiada llegada al mercado, yo ya he podido disfrutar de tres horas junto al bueno de DK en una sesión organizada por Nintendo España para ofrecerte mis mejores impresiones del título.
El Donkey Kong que llevabas años esperando
Nintendo ha demostrado no tener reparos para adaptarse a los tiempos que corren y que sus grandes licencias abran sus fronteras, nunca mejor dicho, respecto a lo que se había visto con ellas anteriormente. Primero fue Mario, después le siguió Zelda, Pokémon cogió la estela y ahora es el turno de otra de las grandes franquicias de la marca japonesa: Donkey Kong. He de admitir que cometí un grave error al juzgar demasiado rápido al nuevo juego de DK en la prueba que realicé en París hace unos meses, donde me dejó algo frío. Lo que no sabía es que eso solo era la punta del iceberg, un tutorial de todo lo que puede ofrecer el título.
La nueva aventura de Donkey Kong llega para romper moldes y demostrar que hay grandes dosis de entretenimiento en su propuesta. Es cierto que la mecánica básica es “arrasa con lo que veas y generoso no seas” -con el entorno, al menos-, pero el título añade muchas capas de profundidad a medida que te vas internando en sus diferentes mecánicas. Soltar mamporros es imprescindible, pero hay que hacerlo con cabeza, ya que el mundo en el que se internan Donkey y Pauline está lleno de numerosos misterios y aspectos que descubrir para el jugador.

El mundo de Donkey Kong Bananza es realmente amplio.
Por ejemplo, uno de los aspectos que más me ha impresionado en esta prueba jugable es la dureza de los diferentes elementos que componen el mapa. Evidentemente, no es lo mismo coger un bloque de tierra que uno de roca y eso se nota en la usabilidad y manejo de dichos elementos. Mientras que el bloque de tierra es más frágil y ligero, el de roca es más robusto y pesado, pudiendo ser un arma arrojadiza o incluso un medio de transporte con el que deslizarse.
La jugabilidad de Donkey Kong Bananza es tremendamente divertida y permite dar una libertad colosal a cualquier jugador para alcanzar sus objetivos. Hay muchas maneras diferentes de alcanzar un plátano -los coleccionables de este título-, un fósil u otros elementos que se pueden recolectar en los diferentes mapas. Hay que reconocer que el equipo de desarrollo, el mismo que se encargó de Super Mario Odyssey, ha hecho un esfuerzo enorme en el diseño de niveles para aportar diversión, dinamismo, diversidad y emoción en cada uno de los entornos que pude jugar en esta ocasión. Un gran disfrute que se tradujo en solo tres horas de gameplay repartido en varias zonas, por lo que no puedo siquiera imaginar lo que será el producto final.
Mucho más que simple destrucción: coleccionismo, misiones y desafíos

A DK le siguen flipando las bananas.
La destrucción puede ser un elemento suficiente para muchos jugadores, porque resulta muy placentero poder destrozar a placer prácticamente todo el entorno, pero Nintendo ha sabido encontrarle una utilidad de lo más interesante a esta mecánica. Esto se debe a que Donkey Kong Bananza esconde multitud de coleccionables en su interior. Y cuando digo multitud es que hay muchos secretos en cada uno de los niveles. A pesar de disponer de una hora aproximadamente en cada área, no fui capaz de encontrar todos los elementos que estaban ocultos, por lo que los coleccionistas estarán de enhorabuena ante el desafío que ello conlleva.
Por supuesto, el juego te ayuda en este propósito, aunque no todo es gratis. En este sentido, en cada nivel hay tiendas en las que se pueden comprar mapas del tesoro para poder obtener bananas, fósiles y otro tipo de elementos coleccionables, e incluso cambiarle la vestimenta a Donkey y Pauline, además del tono de pelaje al simio. Por otro lado, DK dispone de una especie de sonar al golpear el suelo que permite encontrar elementos que se encuentren en las cercanías, por lo que puede ser de gran utilidad para hallar coleccionables ocultos.

Los desafíos son una de las partes más interesantes de Donkey Kong Bananza.
Pero eso no es todo con lo que sorprende Donkey Kong Bananza, ya que también ofrece diversas misiones y retos de lo más interesantes. Aquí es donde el título se permite más libertad y licencias a la hora de conformar los niveles, haciendo guiños constantes a las aventuras clásicas en 2D con momentos protagonizados por vagones o por barriles cañones. He de admitir que son niveles que tienen cierta dificultad, por lo que también aportan esa salsa necesaria para picarte al intentar alcanzar todas las metas interpuestas en cada reto. Además, por lo general son experiencias breves, por lo que son un añadido ideal para tomarse un relax en la exploración del entorno abierto.
Algunos de estos retos están protegidos por una magia que solo puede romper el canto de Pauline, por lo que el papel de la joven también es determinante en este aspecto. No obstante, donde adquiere un enorme protagonismo es en la gran novedad que ofrece Donkey Kong Bananza.
El poder de la Bananza, el perejil de una salsa exquisita

Las Bananzas ayudan a cambiar por completo la jugabiidad.
Porque el verdadero poder de Pauline reside en desatar las transformaciones de DK, las denominadas Bananzas, que dan nombre al juego. Con el canto de la joven se desbloquea esta nueva forma temporal para el protagonista que le permite adquirir habilidades especiales. En este caso solo pude probar dos de ellas, la que confiere un mayor poder y tamaño a Donkey y la de avestruz, que permite planear por el entorno.
La primera de ellas es simple demostración de fuerza, algo que es especialmente útil para derrotar enemigos. De hecho, he de admitir que uno de los aspectos que menos me ha convencido de esta prueba son los enfrentamientos contra jefes, ya que son realmente sencillos y con el uso de las Bananzas no suponen ningún reto. Además de esto, las Bananzas también tienen su propia utilidad en algunos de los retos mencionados, como tener que destruir todo un edificio a mamporros con esta transformación.

El Donkey avestruz puede planear por el entorno.
Por su parte, la Bananza del avestruz está destinada a la navegación por el entorno. La posibilidad de planear permite crear niveles más verticales y que obligan a buscar una nueva fórmula para superarlos, algo que aporta un soplo de aire fresco a la dinámica del juego. Aunque fue la que menos pude probar, parece la que más posibilidades puede ofrecer en términos de jugabilidad, por lo que no le perderé la pista cuando tenga ocasión de probar el juego al completo.
En cuanto al nivel técnico, Donkey Kong Bananza se sostiene de manera férrea en Nintendo Switch 2. Toda la destrucción que se desencadena en el título podría llegar a hacer temer en este sentido, pero lo cierto es que durante estas 3 horas no experimenté ningún tipo de inconveniente, y eso que las Bananzas generan una gran cantidad de partículas en el entorno y un movimiento constante que podría llegar a afectar en este sentido, por lo que es una grata noticia. Además, en términos artísticos, el título gana muchos enteros en cuanto se desciende por los diferentes estratos, ofreciendo entornos muy diferentes entre sí, coloridos y con un nivel de texturas realmente sorprendente.
Donkey Kong llega a Nintendo Switch 2 pisando fuerte

Estas tres horas junto a Donkey Kong Bananza me han demostrado que lo tiene todo para ser el próximo gran éxito de Nintendo y uno de esos juegos que, con el paso de los años, se considere imprescindible en el catálogo de una Nintendo Switch 2. La propuesta es divertida, dinámica y ofrece un aire fresco a la franquicia, por lo que todos aquellos que lo estén esperando quedarán encantados con el resultado. O, al menos, eso es lo que se intuye, porque habrá que esperar unas semanas más para descubrir el resultado final. Desde luego, este anticipo es más que suficiente para haber captado toda mi atención.