El Faro: esta es la tenebrosa historia real que inspiró a la película
Robert Eggers logró crear una película de terror psicológico muy convincente basándose en un oscuro hecho real

A pesar de tener otras películas como El hombre del norte (2022) o La Bruja (2015), El Faro (2019) es la obra por excelencia de un Robert Eggers que consiguió generar terror en el espectador con la cinematografía más sobria. El guion, coescrito por Eggers y su hermano Max, mezcla el folklore marinero con una narración tenebrosa que representa la soledad y la locura de los personajes, interpretados por unos brillantes Willem Dafoe y Robert Pattinson.

William Defoe y Robert Pattinson en El faro (2019)
La trama trata la historia de dos fareros que, tras una fuerte tormenta, quedan aislados en la isla perdida en la que se encontraban trabajando. La fusión de estilos de la película, rodada en blanco y negro, hizo que surgieran dudas acerca del género en el que encasillar a El Faro, pero su fuerza misteriosa terminó incluyéndola en el terror psicológico.
Lo cierto es que un film tan impactante resulta difícil creer que se basara en una historia real, pero la realidad es que Eggers y su hermano se apoyaron en un hecho verídico al que añadieron enfoques de desesperación, describiendo a la perfección la condición humana en situaciones límite.

Imagen de El Faro (2019)
Robert Eggers logró crear una película de terror psicológico muy convincente basándose en un oscuro hecho real
Los acontecimientos reales se dieron en 1801 en The Smalls, un pequeño grupo de rocas alejadas de la costa galesa de Pembrokeshire en el Reino Unido. Allí se encontraba el Faro de Smalls, donde dos fareros llamados Thomas Griffiths y Thomas Howell guardaban el puesto.
Los relatos que cuentan la historia hablan de un misterioso accidente que aisló a ambos hombres y dejó a uno de ellos, Griffiths, herido. Tras semanas de sufrimiento el farero terminó falleciendo y dejó a Howell solo en el oscuro lugar, temeroso de ser acusado por asesinato. Por ello, decidió no arrojar el cuerpo al mar y esperar a ser rescatado.

Rodaje de El Faro
El plan tenía sentido, pero la realidad es que Howell estuvo conviviendo con un cadáver durante más de tres semanas en una habitación de apenas cinco metros de diámetro. Cuando fue rescatado por un barco de socorro, el farero se encontraba gravemente afectado por la experiencia y con aparentes problemas psicológicos.
Es evidente que los directores se tomaron muchas licencias a la hora de tratar la historia al sumarle elementos alucinatorios y hechos que no sucedieron. No obstante, lo cierto es que la película es una representación muy profunda e impactante de todo lo que pudo haber vivido Howell en su cabeza durante casi un mes de tortura.