El Padrino nunca se habría llevado a cabo sin la aprobación de la verdadera mafia italiana

La obra maestra de Francis Ford Coppola tiene relación directa con el crimen organizado

El Padrino nunca se habría llevado a cabo sin la aprobación de la verdadera mafia italiana
¿Quien diría que es más realista de lo que pensamos?
Publicado en Cine

Si bien muchos de los seguidores de la trilogía saben que Marlon Brando casi no interpreta a Don Vito Corleone, pocos conocen el enfrentamiento protagonizado por Hollywood y el crimen organizado. Adaptar al mundo del cine la obra maestra de Mario Puzo fue un camino tortuoso, lleno de amenazas, intimidaciones y un alto precio por pagar.

En la actualidad, El Padrino no solo presume de haber sido una de las películas más taquilleras de todos los tiempos, sino la inspiración para las grandes series de mafiosos durante décadas. Asimismo, a pesar de los años transcurridos desde su estreno, continúa cautivando a los cinéfilos que disfrutan de historias que giran en torno al poder y los turbios secretos que esconde el mundo de la mafia. Por ello, suena increíble pensar que casi no pudo ser realizada

Un proyecto que tuvo que superar muchos conflictos

El padrino

El padrino tuvo que enfrentarse a la mafia italiana de la vida real para filmar la película

El Padrino marcó un hito en la industria del cine, el argumento, sus escenas icónicas y el derroche de talento de quienes interpretan cada personaje, permiten catalogarla como una de las mejores producciones jamás hechas. Materializar el proyecto no fue sencillo, su desarrollo estuvo marcado por dramas reales y negociaciones con la mafia.

La producción quedó inmersa en una batalla de ofertas y contraofertas con los representantes del crimen organizado. Estas personas inescrupulosas no estaban contentas con la exposición de su “negocio” en las pantallas de cine. La filmación estuvo sujeta a la intimidación, así como al compromiso de no emplear las referencias a la “Mafia” y la “Cosa Nostra”. De acuerdo a la publicación ofrecida a través del The New York Time, Al Ruddy cedió a la petición después de ser presionado por la Liga Italiana-Americana de Derechos Civiles.

Oposición rotunda

La adquisición de los derechos de la obra literaria de Puzo por parte de Paramount Pictures no tardó en convertirse en el foco de atención de los grupos italoamericanos, sobre todo, de los encargados de encarar cualquier tipo de representación negativa frente a los medios. El fundador de la Liga Italiana-Americana de Derechos Civiles, Joe Colombo, se encargó de alentar a sus seguidores a emprender la tarea de destrozar al equipo de El Padrino.

Valiéndose de su influencia dentro de la escena mafiosa de Nueva York, empezó un ciclo de amenazas de muerte e intimidaciones. Los principales blancos de la persecución fueron Robert Evans y Al Ruddy, quien tenía que cambiar de vehículo para despistar a los posibles atacantes, después de recibir la advertencia de la policía de Los Ángeles, asegurando que lo estaban siguiendo.

El intento por amedrentar al equipo era apenas el comienzo, la mafia consiguió infiltrarse en el sindicato de actores, promoviendo huelgas continuas que interrumpieron el rodaje. Asimismo, fueron amenazados todos aquellos involucrados en la producción, incluyendo los propietarios de los lugares donde iban a filmarse las diferentes escenas.

La inevitable negociación

El padrino

Al final, con un acuerdo, lograron seguir adelante

Ante la creciente lista de amenazas, los tratos clandestinos y la cantidad de enfrentamientos contra la Liga Italiana-Americana de Derechos Civiles, Al Ruddy tomó la decisión de contactar a Joe Colombo y comenzar a negociar. De esta forma, no solo el personaje de Vito Corleone está inspirado en gánsteres reales, sino que El Padrino involucra un acuerdo con la mafia.

Las reuniones sirvieron para exponer los puntos de vista y las demandas de ambas partes. Según lo publicado en la revista Time, el productor de cine planteó la idea de eliminar las palabras que pudieran resultar ofensivas, así como permitir la participación de los integrantes de la Liga en la película. El acuerdo también incluyó boletos para disfrutar del estreno, el cual tendría que ser en Nueva York, y la donación del dinero recaudado en el debut a la organización,

En definitiva, la representación que hoy podemos disfrutar es el resultado de la tenacidad de la producción por defender su proyecto. El enfrentamiento entre el equipo y la mafia permitió tener una visión más clara del funcionamiento del crimen organizado, lo que le aporta mayor realismo a la historia. Teniendo en cuenta el impacto generado y la relevancia de la trilogía, podemos decir que valió la pena todo el estrés de las negociaciones y el precio pagado.

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