La familia Corleone que conocemos de El Padrino por poco no existe
Imagina lo diferente que pudo haber sido El Padrino si los personajes más importantes de la película hubiesen sido interpretados por otros actores

La adaptación cinematográfica de la novela de Mario Puzo se aseguró un lugar en la historia del cine gracias a su narrativa, escenas icónicas y su magnífica interpretación de personajes. No por nada es considerada una de las mejores películas jamás hechas, pero es precisamente por esta razón que pensar que EL Padrino tal y como lo conocemos podría haber sido diferente, es una locura.
Y si bien el elenco formado por estrellas y otros “desconocidos” funcionó a la perfección, desde hace varios años el reparto ha estado en el ojo mediático, especulando sobre quién estuvo a punto de conseguir qué papel, o que podría haber pasado si la película hubiese hecho alguna cosa de manera diferente.
Sin embargo, sí resulta fascinante hablar del proceso de casting, pues, el director Francis Coppola y Paramount Pictures estaban constantemente discrepando sobre qué actor debería tener cada papel. Tanto así, que se ha dicho que Robert Evans describió el casting de la película como una guerra más volátil que la de la familia Corleone en sí.
Marlon Brando casi no interpreta a Don Vito Corleone

Resulta casi imposible imaginar a otro Vito Corleone
En la década de los 70, Marlon Brando era uno de los más grandes talentos del mundo del cine. Pero a pesar de su gran trabajo, Brando se encontraba pasando por un momento no muy bueno en su carrera, con taquillas mediocres y una reputación que iba en picada, por lo que cuando Coppola lo quería para un papel tan importante, inmediatamente Paramount expresó su desacuerdo.
Había grandes estrellas esperando para sentarse en la silla de Vito, pero el director se mantuvo firma y nunca alejó su vista de Marlon Brando. Tanto así que al final a Paramount no le quedó otra que arriesgarse por este actor.
Pero esta oportunidad implicaba que el actor cobraría poco dinero y tendría que hacer una prueba de cámara. Coppola hizo que el actor experimentará con diferentes voces y gestos. Finalmente, Brando hizo diferentes interpretaciones aplicando diferentes técnicas –Brando siempre suele usar técnicas extrañas, como las que usó cuando olvidaba sus líneas en los rodajes–y había decidido que al Padrino le habían disparado en la garganta alguna vez y empezó a hablar raro.
Y si bien fue una tarea muy laboriosa, al final rindió frutos, pues, cuando se le presentó la escena al encargado de la película, este pasó de estar reacio a tener mucho entusiasmo. Y de uno en uno todos los ejecutivos fueron aceptando.
Coppola también tuvo que hacer malabares para contratar a Al Pacino como Michael Corleone

Elegir a Al Pacino fue una de las mejores decisiones
Si bien la figura imponente de Vito Corleone domina la escena en El Padrino, la película gira en torno a la transformación de su hijo menor, Michael. Como eje central de la narración, el papel de Michael, desde su posición inicial como miembro distante de la familia hasta su conversión en el heredero definitivo, requería un actor de gran talento y profundidad.
Desde el principio, Coppola tenía en mente a Al Pacino, un actor de teatro poco conocido que ya había ganado un premio, pero que solo tenía una película en su haber. Como era de esperar, Paramount y Robert Evans no estaban convencidos de la elección del director.
Numerosos actores, muchos de ellos estrellas consolidadas, fueron barajados para el papel de Michael. Desde Jack Nicholson –que rechazó el papel en su momento– hasta Warren Beatty y Robert Redford, algunas de las figuras más importantes de Hollywood. Coppola se mantuvo firme en su elección de Pacino, pero Paramount insistió en que James Caan interpretara a Michael.
Caan demostró ser lo suficientemente convincente como para conseguir el papel, pero solo temporalmente. Evans se dirigió a Coppola con un ultimátum: el director solo podría darle el papel de Michael a Pacino si Caan interpretaba a su hermano mayor, Sonny. Coppola se opuso rotundamente a la idea y dijo sobre Caan: "No es italiano. No voy a usar a Caan". A lo que Evans respondió: "No voy a usar a Pacino". Pero momentos después de haberle dado con la puerta en las narices a Evans, Coppola cedió y aceptó las condiciones. Y el resto, como suele decirse, es historia.
Este pulso entre Coppola y Paramount por la elección de Michael Corleone se repitió una y uotra vez durante todas las decisiones en la película. Pero, en este caso, la elección de Pacino, aunque inicialmente cuestionada, resultó ser crucial para el éxito del largometraje, dando origen a una de las interpretaciones más icónicas de la historia del cine.