Una de las escenas más icónicas de Gladiador fue completamente improvisada
La historia de Maximus está perfectamente ejecutada, sin embargo, una de las secuencias más épicas no estuvo planificada

En 2000, Ridley Scott rompió los esquemas al llevar a la pantalla una producción de estilo épico, que no se veía desde la denominada “Edad de Oro de Hollywood”. Gracias a su enfoque, Gladiador no solo logró sorprender gratamente a los espectadores, sino convertirse en un verdadero éxito de taquilla. A través de un sólido argumento y personajes muy bien desarrollados, quedamos inmersos dentro de una historia arrolladora.
Sin embargo, la película es recordada por dos puntos claves: un héroe cinematográfico imposible de olvidar y una trágica escena final completamente improvisada.
Quienes hemos seguido de cerca la carrera de Russell Crowe sabemos el nivel de entrega que caracteriza al actor, de hecho, terminó el rodaje de Robin Hood (2010) con ambas piernas rotas, dejando en evidencia que no le importa arriesgar su integridad física con tal de conseguir una buena interpretación. Pero esta vez, en el caso de Gladiador el inigualable desenlace no tiene que ver con su talento, sino con la maravillosa visión del director.
¿De qué trata Gladiador?

La historia de Gladiador es cautivadora y llena de acción
Este drama ambientado en el año 180 d. C., cuenta la historia de Maximus Decimus Meridius, interpretado de forma magistral por Russell Crowe, un orgulloso general romano, cuyas cualidades de liderazgo no solo le permitieron mantener protegido el Imperio del ataque de las tribus germánicas, sino el reconocimiento por parte del emperador Marco Aurelio, quien llegó a considerarlo la persona indicada para asumir el control después de su muerte.
Esta decisión desencadena lo que podemos resumir como una trama que combina odio, envidia, venganza y redención. En desacuerdo con lo establecido por el Emperador, el heredero real, Cómodo, ordena la ejecución de la familia de Maximus, quien después de ser incriminado, es sentenciado a prisión y se convierte en uno de los gladiadores que luchan en las arenas.
El final de Gladiador no estaba planificado de esa forma
No hace falta ser un crítico especializado ni un cinéfilo empedernido para decir que la trágica toma final de Gladiador es una de las razones por las que la película permanece en nuestras memorias y se ha convertido en un icono de la cultura popular. Durante el desarrollo de la trama, crece la expectativa respecto al enfrentamiento entre Maximus y Cómodo para demostrar, frente a los asistentes del Coliseo, quién es el más indicado para gobernar el Imperio Romano.
Sabiendo que Maximus es mejor luchador que él, Cómodo apuñala a su oponente antes del duelo. Sin embargo, nuestro querido gladiador consigue imponerse y recuperar su posición como heredero al trono. Desafortunadamente, la alegría dura poco, en cuestión de minutos, lo vemos desvanecerse debido a sus heridas.
La mejor parte es que la secuencia no se enfoca en la tragedia del momento, toda la atención recae en una escena final completamente ambigua y extraña, donde vemos a Maximus caminar entre campos de trigo.
La visión del director marcó la diferencia

La escena final es tan épica que no podríamos pensar que fuese improvisada
Esta idea surgió gracia a una instintiva acción del doble de riesgo de Crowe. De acuerdo a lo declarado por Ridley Scott, la manera de tocar el trigo de Stuart Clark despertó su interés, llevándolo a imaginar la forma en la que se vería la escena. De esta forma, utilizó un enfoque de steadicam para seguir su mano, las cuales, curiosamente, terminan apareciendo en la película, en lugar de las del actor neozelandés.
Es así que surgió la idea de convertir la escena como una especie de catalizador del cielo o de la inmortalidad, indiscutiblemente, la metáfora perfecta un desenlace inesperado. Para Scott, la espontaneidad es parte de su sello distintivo como director, y no duda en admitir que algunos momentos especiales en sus producciones, son el resultado de accidentes felices. Gladiador no solo es una epopeya clásica, por ello, aunque han pasado más de dos décadas, estamos a la espera de la secuela después de conocer el tráiler oficial de Gladiador II, la cual tiene fecha de lanzamiento para este otoño.
En definitiva, el final de Gladiador demuestra el talento de Ridley Scott, así como el valor que puede aportar la improvisación al producto terminado. Sin duda, la adición de la secuencia donde vemos a Maximus deslizando sus manos por el trigo representa uno de los puntos más poderosos e impactantes de la película, ya que supone no solo que pudo encontrar la paz, sino haber logrado su cometido de vengar la despiadada muerte de su familia.
En cualquier caso, Gladiador II rendirá homenaje a la película original, y su primer tráiler nos ha dejado con un buen sabor de boca, aunque tenga momentos muy alocados y a pesar de que su soundtrack haya sido mal escogido. Sin duda, la espera se sentirá larga, pero pronto en noviembre podremos disfrutar de esta segunda entrega.