Uno de los demonios de Kimetsu No Yaiba nunca fue humano

En Kimetsu No Yaiba existe un Demonio que nunca fue un humano, lo que es impresionante e inquietante.

Uno de los demonios de Kimetsu No Yaiba nunca fue humano
Este Demonio de Kimetsu No Yaiba nunca fue un humano, lo que resulta muy inquietante.

Kimetsu No Yaiba ha logrado situarse como una de las series más vistas de todos los tiempos y no es para menos, ya que su grandiosa trama y animación le han dado todos los honores que se merece, pues han realizado un trabajo realmente impresionante al llevar a cabo de manera prolija la historia que rodea a Tanjiro y compañía.

La franquicia de Kimetsu No Yaiba está siendo el tema del momento, ya que se encuentra realizando una gira mundial para promocionar el nuevo largometraje y tercera temporada del anime, recibiendo una aceptación increíble. Asimismo, a pesar de que el manga de esta obra concluyó hace algunos años ya, aún hay algunos detalles que han quedado en el aire, como el hecho de que uno de los Demonios de esta serie nunca fue un humano.

A pesar de la creencia o el concepto que se tiene acerca de que cada Demonio visto en la serie alguna vez fue un humano, esto no resulta ser del todo cierto, ya que esta obra ha mostrado un Demonio que nunca fue una persona, lo cual resulta muy curioso e inquietante. A continuación, te contamos los detalles.

Este Demonio de Kimetsu No Yaiba nunca fue un humano por más inquietante que te parezca

Este Demonio de Kimetsu No Yaiba nunca fue un humano

Este Demonio de Kimetsu No Yaiba nunca fue un humano

A lo largo de la cronología de Kimetsu No Yaiba, se ha podido ver que su universo se encuentra plagado de Demonios que en algún momento de sus vidas fueron humanos que estaban a punto de morir o en su defecto agonizando y Muzan Kibutsuji, el Rey de los Demonios los convertía para llevar a cabo sus planes de conseguir el lirio azul.

Se supone que el único capaz de transformar a los humanos en Demonios era Muzan Kibutsuji, pero a medida que se fue desarrollando la trama se pudo conocer que no era el único con esta cualidad, ya que sus dos mejores Lunas Superiores, Doma y Kokushibou también eran capaces de esto.

Sin embargo, y para molestia de Muzan, uno de los Demonios que logró escapar de su control, Tamayo, también pudo lograr este proceso de demonización, pero a diferencia de Kibutsuji que lo hacía a través de su sangre, Tamayo lo logró por medio de múltiples experimentos, llevándole alrededor de 200 años poder replicar esta habilidad que dio como resultado la transformación de Yushiro.

Pero esto no es todo, ya que esta serie dio paso a un detalle que ha sido muy desconcertante para muchos, y es que uno de los Demonios de esta obra nunca fue un humano, lo que contradice todos los hechos que se plantearon en la serie, y este personaje es Chachamaru, el gato de Tamayo, el cual ha tenido apariciones mínimas en la obra al ser un personaje de fondo.

Chachamaru es el único Demonio de Kimetsu No Yaiba que no es humano

Chachamaru es el único Demonio de Kimetsu No Yaiba que no es humano

Los experimentos realizados por Tamayo han roto todos los paradigmas de la serie, ya que, gracias a sus invenciones, al tratar de revertir el proceso de demonización de Muzan o tratar de eliminar el control de este en los Demonios, al parecer dio con un punto bastante interesante, pues logró transformar a un animal en Demonio, algo nunca antes visto en la serie, lo que resulta muy peculiar e impactante.

Tamayo siempre se ha destacado por llevar sus investigaciones y experimentos a otro nivel, rompiendo las reglas impuestas a principios de la serie, ya que el único que podía realizar tales hazañas era el mismísimo Kibutsuji Muzan, pero, la transformación de Yushiro y Chachamaru han demostrado todo lo contrario.

Cabe destacar que a pesar de que Chachamaru es un Demonio, este jamás ha matado humanos, pues sobrevive gracias a pequeñas cantidades de sangres que han sido donadas, lo que, junto a Tamayo, Yushiro y Nezuko los desliga del instinto voraz y asesino que caracteriza a las Lunas Superiores y a Muzan.

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