Esta película de Studio Ghibli narra una historia de amor tan sencilla como entrañable. Está en Netflix.

El mejor largometraje de Goro Miyazaki

Esta película de Studio Ghibli narra una historia de amor tan sencilla como entrañable. Está en Netflix.
A veces nos olvidamos de esta película, pero es una de las más interesantes de Studio Ghibli
Publicado en Netflix

Hay estudios de animación que, gracias a su buen hacer y a los elogios que reciben sus producciones, consiguen una posición muy privilegiada dentro de la industria. Studio Ghibli es un claro ejemplo del ello, pues ha traído al mundo películas de anime tan aplaudidas como La tumba de las luciérnagas, El castillo ambulante o El viaje de Chihiro, ganadora del Oscar a Mejor película de animación en 2002.

En una trayectoria repleta de obras maestras, resulta inevitable que Studio Ghibli también posea alguna que otra película a reivindicar. Esto sucede con La colina de las amapolas, una sencilla historia de romance y conexiones familiares que es ampliamente considerada como el mejor largometraje de Goro Miyazaki, quien en aquel entonces estaba destinado a ser el sucesor del legendario Hayao Miyazaki.

Ver La colina de las amapolas en Netflix

La colina de las amapolas, la mejor película de Goro Miyazaki

La historia de La colina de las amapolas nos traslada al año 1963 y tiene como escenario principal un pequeño pueblo marítimo de Japón. Umi Matsuzaki, una estudiante que perdió a su padre hace años, tiene la obligación de cuidar a sus hermanos y coordinar un pequeño hostal, todo ello mientras lleva adelante su vida estudiantil.

Esta película de Studio Ghibli narra una historia de amor tan sencilla como entrañable. Está en Netflix.

Umi y Shun, los protagonistas de la película

Un día como otro cualquiera, Umi tiene la oportunidad de conocer a Shun Kazama, un joven bastante popular entre las chicas del instituto. Las situaciones cotidianas que empezarán a vivir juntos harán que surja una amistad entre ellos y Shun comenzará a considerar a Umi un posible interés romántico. Desgraciadamente, Shun descubrirá una parte de su propio pasado que no conocía y que lo llevará a alejarse voluntariamente de Umi.

Aunque la dirección corrió a cargo de Goro Miyazaki, lo cierto es que el tono de La colina de las amapolas es más parecido al cine de Isao Takahata que al de Hayao Miyazaki. Personalmente, la sencillez de su historia y los momentos introspectivos de Umi me recordaron a Recuerdos del ayer, otra obra de Ghibli que creo que merece algo más de atención. Esto no significa que La colina de las amapolas no destaque por sí misma, de hecho, desarrolla con bastante naturalidad la conexión entre Umi y Shun y visualmente es una maravilla, con unos fondos que son una auténtica preciosidad.

Ver La colina de las amapolas en Netflix

Al igual que la gran mayoría de películas de Studio Ghibli, La colina de las amapolas está disponible en Netflix doblada al castellano.

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