Análisis de Pokémon Escarlata/Púrpura: El Disco Índigo - Compitiendo hacia el futuro
El segundo DLC de El Tesoro Oculto del Área Cero de Pokémon Escarlata y Púrpura es toda una declaración de intenciones y un contenido que completa una gran experiencia.

Pokémon es una de las franquicias del mundo de los videojuegos que nunca ha tenido miedo de reinventarse. Con su llegada a Nintendo Switch, Game Freak ya demostró esas ansias de dar un paso más allá, algo que han demostrado con sus dos últimas generaciones. Aunque los problemas técnicos han lastrado el camino en primera instancia, la llegada de Pokémon Escarlata y Púrpura, las entregas de la novena generación, han colocado la primera piedra hacia un nuevo futuro de la licencia en el sector del ocio interactivo. La base más sólida a nivel de construcción de una historia y un mundo sobre el que girar, algo que El Disco Índigo ha vuelto a certificar.
Y es que el segundo de los DLCs que forman parte de la expansión El Tesoro Oculto del Área Cero ya está disponible desde hace unos días para todos los jugadores de Pokémon Escarlata y Púrpura que quieran disfrutarlo, aunque no será el último contenido, ya que 2024 empezará con un epílogo para cerrar la historia de manera definitiva. Si bien ya voy algo tarde con este análisis de El Disco Índigo, he de admitir que ha sido porque me ha mantenido enfrascado en su propuesta, tratando de exprimirla al máximo, algo que ha sido un denominador común durante todo el periplo de esta novena generación. Y eso, amigos, es mucho más importante que cualquier error a nivel técnico que haya podido encontrarme. Te lo cuento todo en su análisis con nota general sobre el conjunto de las expansiones.
+ Pros
- La dificultad. Por fin un contenido de Pokémon que le saca el máximo partido a sus combates.
- La historia, si bien es simple, sigue funcionando a las mil maravillas.
- La nueva mecánia para controlar a los Pokémon es genial.
- Todo el contenido secundario que acompaña a la aventura principal.
- Contras
- Sigue habiendo errores de rendimiento y el aspecto técnico es mejorable.
- Las misiones de los TEA son algo simplonas y poco elaboradas.
- Solo hay un puñado de Pokémon realmente nuevos.
Un nuevo reto a modo de Liga Pokémon
El Disco Índigo continúa los acontecimientos de La Máscara Turquesa, el primero de los DLCs de El Tesoro Oculto del Área Cero que ya pude analizar hace unos meses cuando se produjo su lanzamiento. Por lo tanto, es necesario haber superado la historia de dicho contenido para poder acceder a esta nueva entrega. Ya desde el principio, ser un alumno de intercambio en la región de Teselia se desmarca por completo de lo visto con anterioridad en la novena generación, no solo porque puede estar anticipando lo que está por llegar en 2024, sino porque es toda una declaración de intenciones.
La Academia Arándano, lugar en el que se desarrolla la aventura de El Disco Índigo, te invita a explorar la nueva región del Biodomo para retar a los cuatro entrenadores más fuertes de cada una de las zonas para acabar en un formato de Liga Pokémon que es de lo más exigente que he podido jugar en toda la historia de la franquicia. Game Freak al fin se ha atrevido a sacarle todo el jugo a su propia fórmula y ponérselo difícil a todos aquellos que quieran experimentar la auténtica esencia de los combates Pokémon. Por ello, adopta el formato VGC de dos contra dos, algo que ya de por sí le aporta pimienta, pero la construcción de las batallas es sublime, obligándote a pensar y haciéndote sudar con algún que otro enfrentamiento de lo más exigente. Música para los oídos de los entrenadores más hardcore.
Todo ello coronado con una historia que, si bien no supone el guion definitivo de un videojuego, aporta momentos realmente interesantes y emotivos que transmiten un mensaje, algo que se ha convertido en una seña de identidad de Pokémon en estos últimos años. La competitividad es máxima en este DLC, pero el sentido de la amistad y de transmitir esos valores algo más maduros sigue estando presente, por lo que aporta ese toque de identidad tan necesario para una saga que ya reúne a un rango muy variado de jugadores. Si Game Freak sigue por este camino, la décima generación puede impresionarnos más si cabe.
La nueva región del Biodomo: nuevo terreno por explorar con muchos secretos

Hay un diseño de niveles muy interesante en el Biodomo.
Una de las cosas que más impresiona de El Disco Índigo es el terreno en el que se desarrolla. Game Freak no ha escatimado en recursos para construir el Biodomo, la nueva región -si es que se le puede llamar así- dividida en cuatro sub bloques mediante los cuales se pueden ver terrenos muy diferentes entre sí, facilitando la aparición de diversos Pokémon para seguir completando la Pokédex de Paldea. Una Pokédex que se puede quedar algo justa para los más exigentes con algunas ausencias sonadas, pero el conjunto a nivel general aporta un buen balanceo de Pokémon. Teniendo en cuenta que será la tónica habitual a partir de ahora, no no podemos quejar en exceso.
El Biodomo disfruta de un gran tamaño explorable mayor del que se había podido ver en la comarca de Noroteo, el terreno de La Máscara Turquesa, lo que vuelve a demostrar que El Disco Índigo era el plato fuerte de esta expansión. No obstante, por lo que más destaca es por la diferenciación de sus zonas, con climas y lugares geográficos muy identificativos para cada uno de ellos, lo que invita a explorar cada palmo del terreno para conocer nuevos secretos o permitir la aparición de un Pokémon que requiera de esas características especiales. Lo cierto es que la construcción del mundo de este contenido es realmente inteligente y divertida de explorar, por lo que hay que felicitar al equipo de diseño de niveles.
En relación a los Pokémon, se añaden un total de 200 nuevas especies, entre las que regresan de otras generaciones y las ocho novedades, que tal vez se queden algo cortas. No obstante, lo más interesante es el regreso de un buen puñado de Pokémon legendarios que hasta el momento estaban ausentes en la novena generación, algo que es digno de celebrar porque sus encuentros y combates son realmente épicos y satisfactorios.
Los TEA: el contenido secundario infinito

Algunos contenidos secundarios de El Disco Índgo son tan significativos como la posibilidad de volar.
Más allá del contenido de la historia principal centrado en los combates y de la exploración que ofrece el nuevo terreno jugable, El Disco Índigo también se arriesga a introducir novedades interesantes que pueden tener recorrido en futuras entregas. Si bien en mi caso no ha sido una adición del todo satisfactoria, la primera prueba de fuego no es un desastre, lo que puede invitar a ser perfeccionada en lo que esté por venir. Hablo de las Tareas Extraescolares Arándano, TEA para abreviar. Estas actividades son una suerte de misiones u objetivos secundarios infinitos que te invitan a realizar ciertas acciones a medida que vas explorando el mapa. Son muy sencillas y simples, por lo que no esperes algo muy elaborado e incluso pueden hacerse cansinas.
No obstante, lo más interesante de este tipo de misiones es la recompensa que ofrecen. Por su correcto cumplimiento se obtiene Puntos Arándano que se pueden canjear por muchas bonificaciones, entre las que destacan el tipo de Pokémon que pueden aparecer en las diferentes zonas del Biodomo. De este modo, se convierte en un contenido necesario para completar la Pokédex y entrar en ese bucle jugable que tanto le gusta a Game Freak para atraparte por completo en una dinámica muy similar a la que ejecuta Leyendas Pokémon: Arceus. Ya digo que no me ha parecido una absoluta maravilla, pero al menos es un añadido que suma y no resta, por lo que puliéndolo puede llegar a ser bastante interesante.
No es el único contenido secundario que se puede disfrutar en El Disco Índigo, porque aquí Game Freak vuelve a demostrar que la prueba ejecutada con La Máscara Turquesa era solo un breve anticipo de lo que estaba por llegar. En esta ocasión se añaden muchos más alicientes que se van retroalimentando constantemente, como la posibilidad de volar, que no planear, con los legendarios Miraidon y Koraidon para facilitar la exploración y disfrutar de minijuegos que amplían la experiencia en el viaje por el Biodomo. Una suerte de contenidos que extienden la aventura hasta las 12-15 horas en total, por lo que el contenido es suficiente para disfrutar de buen grado de la propuesta.

El Sincromisor te permite controlar a los Pokémon en ciertas acciones.
Pero uno de los aspectos que más me ha gustado del contenido secundario de El Disco Índigo es el Sincromisor. Un nuevo dispositivo que te permite hacerte con el control de los propios Pokémon. Si bien es una mecánica algo rudimentaria y que no permite muchas opciones, puede ser una puerta de entrada a algo mucho mayor. Además, hay que reconocer el gran esfuerzo de Game Freak para animar de manera diferente a cada uno de los Pokémon en esta mecánica, algo que se le criticó duramente por las rocosas animaciones en el juego base y que se ha conseguido subsanar en esta ocasión. No te va a cambiar la vida controlar a tus Pokémon con esta mecánica, pero es algo divertido y muy original que se agradece.
Técnicamente, tenemos un problema

El Disco Índigo sigue contando con problemas preocupantes a nivel técnico.
Si bien Game Freak ha conseguido incluir añadidos de lo más interesantes con el conjunto de El Tesoro Oculto del Área Cero, lo que no puede hacer la compañía japonesa son milagros. Hay un aspecto en concreto en el que la novena generación de Pokémon no tiene arreglo y ese es el terreno técnico. Con El Disco Índigo no se solucionan los problemas en este sentido, sino que me atrevería a decir que incluso se agravan en algunos puntos. Es una auténtica pena, porque es el factor que más se está recordando de una generación que ha marcado un antes y un después en la franquicia dando un giro de ciento ochenta grados, pero no se puede negar la evidencia.
El aspecto gráfico de la región del Biodomo sigue dejando algunas imágenes dignas del museo de los horrores que hacen contraste con otros entornos que aportan viveza y belleza al mundo Pokémon. Por supuesto, las caídas de rendimiento siguen estando a la orden del día y pueden empañar la experiencia, especialmente ahora que se puede volar por los diferentes entornos con una mayor velocidad. No es algo que esperaba que se arreglase, por supuesto, pero al menos sí que se consiguiera subsanar, cosa que no ha sucedido. La preocupación principal radica en qué sucederá en el futuro y si esto será solo una mancha en el historia de la que se pueda aprender o supondrá una peligrosa dinámica de Game Freak con sus nuevos títulos.
Por lo demás, El Disco Índigo se mueve como pez en el agua en sus diferentes vertientes. Tampoco desentona en lo musical, ya que ofrece una gran banda sonora con temas de lo más épicos y que siguen contando con esa seña de identidad de Pokémon.
Valoración final de El Disco Índigo

En definitiva, El Disco Índigo consigue completar una de las mejores experiencias jugables de Pokémon en los últimos años si eres capaz de pasar por alto sus problemas de rendimiento. La dificultad que se ha introducido en este contenido con los combates dobles resulta muy satisfactoria para todos aquellos que quieran comprobar la cara menos amigable del universo Pokémon e introducirse en su vertiente más competitiva. En su conjunto, El Tesoro Oculto del Área Cero es la demostración de cómo construir un pase de expansión que aporte cosas nuevas en todo momento y que, de algún modo, revolucione lo que se ha podido ver en el juego base.
Tal vez Pokémon Escarlata y Púrpura no se vayan a recordar como los mejores juegos de la historia de Pokémon, pero sí han conseguido aportar muchas cosas con las que hace unos años solo se permitirá soñar. Estoy convencido que en la próxima década veremos una evolución en la franquicia que la definirá por completo y este paso que se ha dado con la novena generación será la puerta que abra todos los caminos que están por llegar. El disfrute de El Disco Índigo solo me invita a volver a soñar con lo que esté por llegar en 2024 y eso son excelentes noticias.